Una nueva cadena de suministro

En Value Nets David Bovet y Joseph Martha explican una nueva forma de diseño comercial para el mundo del e-commerce y reemplaza la tradicional cadena de suministro.

2 enero, 2002

David Bovet y Joseph Martha, ambos reconocidos oradores y líderes en el manejo de estrategias aplicables a la cadena de suministro, acaban de publicar este libro que presenta una nueva forma de diseño comercial para el mundo del comercio electrónico. Este nuevo diseño brinda las herramientas necesarias no sólo para controlar los costos, sino también para diferenciarse en el mercado y proporcionar un servicio de primer nivel y ofrecer productos personalizados que ayudarán a conquistar cada vez más y más clientes.

Mediante ejemplos de varias empresas que han adoptado este diseño, como es el caso de Gateway, Cisco Systems, Cemex, Biogen, Zara, y muchas más, los autores explican cómo reducir la brecha entre la cultura ejecutiva de la reinvención estratégica y empresarial y el mundo operativo de la adquisición, la fabricación y la logística. Aquí, detallamos las principales técnicas que revelan los autores.

Los autores afirman que el sistema que proponen es una herramienta fundamental para directivos de industrias de alta tecnología pues revela un diseño empresarial nuevo y poderoso, basado en cadenas de suministro digitales y en red. Dicen, además que sirve de guía para saber cómo combinar tecnología y conocimiento para re-diseñar la infraestructura global de las empresas de hoy en día. Que enseña a elegir entre los distintos tipos de proposiciones de valor– o sea, servicio, comodidad o personalización – para ofrecer a los clientes.

Definir una red de valor

Una red de valor, dicen, es un sistema rápido, flexible, que se rige según las necesidades del cliente. Consiste en una red dinámica de alto rendimiento que conecta clientes y proveedores, junto con flujos de información. Apunta a los clientes y a satisfacer la demanda real. No se asemeja a la antigua cadena de suministro en absoluto. El viejo sistema se concentraba en la fabricación de productos, luego deslizaba esos productos por los canales de distribución a la espera de que apareciera un comprador. En cambio, una verdadera red de valor no debe tratar de suministrar productos sino de crear valor para los clientes, la empresa y los proveedores. Debe reemplazar las conexiones secuenciales de la cadena de suministro por una red de relaciones cliente/proveedor.

El cliente elige

Una red de valor trata a cada cliente como único. Los clientes pueden elegir el producto o servicio que más aprecien. Además, se diferencian los procesos de fabricación, entrega y servicios asociados con el propósito de satisfacer las necesidades de cada cliente.

Esta nueva red presenta cinco características que la distinguen del diseño de negocio tradicional:

Se apoya en el cliente: Se prevén la fuente, la producción y el envío según las necesidades de los clientes. Los clientes controlan la red de valor.

Es cooperadora y sistemática: Se asigna cada actividad al socio que mejor trabaje en eso y muchas actividades operativas se delegan a especialistas.

Es ágil y escalable: Esta red es receptiva a los cambios, al lanzamiento de nuevos productos y el crecimiento acelerado. Disminuye el capital de trabajo y reduce el tiempo de procesamiento.

Es rápida: Los ciclos de pedido y entrega son rápidos y reducidos. La entrega de productos es rápida y conveniente: en la casa, oficina o planta del cliente. Los inventarios son escasos.

El comercio electrónico constituye una herramienta clave y los nuevos caminos de información digital unen y coordinan las actividades de la empresa, los clientes y los proveedores.

Los autores hacen hincapié en el hecho de ofrecer soluciones convenientes. Hoy en día, los clientes buscan soluciones. Para eso, la empresa debe concentrarse en dos actividades fundamentales: conocer las necesidades de los clientes y proporcionar una solución perfecta, exacta. Para determinar las necesidades de los clientes, esta red de valor capta información del cliente crítica en “puntos de contacto” durante los procesos de pedido y selección, la verificación del estado de los pedidos, la entrega y el mantenimiento.

En síntesis, cada empresa deberá definir las actividades críticas a desempeñar para crear valor a los clientes, mantener un control estratégico del punto de contacto con el cliente y obtener las ganancias necesarias para prosperar.

David Bovet y Joseph Martha, ambos reconocidos oradores y líderes en el manejo de estrategias aplicables a la cadena de suministro, acaban de publicar este libro que presenta una nueva forma de diseño comercial para el mundo del comercio electrónico. Este nuevo diseño brinda las herramientas necesarias no sólo para controlar los costos, sino también para diferenciarse en el mercado y proporcionar un servicio de primer nivel y ofrecer productos personalizados que ayudarán a conquistar cada vez más y más clientes.

Mediante ejemplos de varias empresas que han adoptado este diseño, como es el caso de Gateway, Cisco Systems, Cemex, Biogen, Zara, y muchas más, los autores explican cómo reducir la brecha entre la cultura ejecutiva de la reinvención estratégica y empresarial y el mundo operativo de la adquisición, la fabricación y la logística. Aquí, detallamos las principales técnicas que revelan los autores.

Los autores afirman que el sistema que proponen es una herramienta fundamental para directivos de industrias de alta tecnología pues revela un diseño empresarial nuevo y poderoso, basado en cadenas de suministro digitales y en red. Dicen, además que sirve de guía para saber cómo combinar tecnología y conocimiento para re-diseñar la infraestructura global de las empresas de hoy en día. Que enseña a elegir entre los distintos tipos de proposiciones de valor– o sea, servicio, comodidad o personalización – para ofrecer a los clientes.

Definir una red de valor

Una red de valor, dicen, es un sistema rápido, flexible, que se rige según las necesidades del cliente. Consiste en una red dinámica de alto rendimiento que conecta clientes y proveedores, junto con flujos de información. Apunta a los clientes y a satisfacer la demanda real. No se asemeja a la antigua cadena de suministro en absoluto. El viejo sistema se concentraba en la fabricación de productos, luego deslizaba esos productos por los canales de distribución a la espera de que apareciera un comprador. En cambio, una verdadera red de valor no debe tratar de suministrar productos sino de crear valor para los clientes, la empresa y los proveedores. Debe reemplazar las conexiones secuenciales de la cadena de suministro por una red de relaciones cliente/proveedor.

El cliente elige

Una red de valor trata a cada cliente como único. Los clientes pueden elegir el producto o servicio que más aprecien. Además, se diferencian los procesos de fabricación, entrega y servicios asociados con el propósito de satisfacer las necesidades de cada cliente.

Esta nueva red presenta cinco características que la distinguen del diseño de negocio tradicional:

Se apoya en el cliente: Se prevén la fuente, la producción y el envío según las necesidades de los clientes. Los clientes controlan la red de valor.

Es cooperadora y sistemática: Se asigna cada actividad al socio que mejor trabaje en eso y muchas actividades operativas se delegan a especialistas.

Es ágil y escalable: Esta red es receptiva a los cambios, al lanzamiento de nuevos productos y el crecimiento acelerado. Disminuye el capital de trabajo y reduce el tiempo de procesamiento.

Es rápida: Los ciclos de pedido y entrega son rápidos y reducidos. La entrega de productos es rápida y conveniente: en la casa, oficina o planta del cliente. Los inventarios son escasos.

El comercio electrónico constituye una herramienta clave y los nuevos caminos de información digital unen y coordinan las actividades de la empresa, los clientes y los proveedores.

Los autores hacen hincapié en el hecho de ofrecer soluciones convenientes. Hoy en día, los clientes buscan soluciones. Para eso, la empresa debe concentrarse en dos actividades fundamentales: conocer las necesidades de los clientes y proporcionar una solución perfecta, exacta. Para determinar las necesidades de los clientes, esta red de valor capta información del cliente crítica en “puntos de contacto” durante los procesos de pedido y selección, la verificación del estado de los pedidos, la entrega y el mantenimiento.

En síntesis, cada empresa deberá definir las actividades críticas a desempeñar para crear valor a los clientes, mantener un control estratégico del punto de contacto con el cliente y obtener las ganancias necesarias para prosperar.

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