Una ley da voz a los accionistas sobre remuneración ejecutiva

Los altos ejecutivos de las empresas estadounidenses que cotizan en bolsa tendrán este año una nueva preocupación: sus paquetes de remuneración serán controlados como nunca lo fueron antes.

17 diciembre, 2010

<p>A partir de enero, los accionistas podr&aacute;n, por ley, votar regularmente para aprobar o desaprobar las remuneraciones de los ejecutivos. &iquest;Que cosas van considerar los inversionistas antes de emitir su voto? &iquest;Se negar&aacute;n a aprobar una cifra que crean demasiado generosa o se limitar&aacute;n a refrendar lo que los directorios le pongan delante? Y cuando emitan esos votos que no ser&aacute;n obligantes, &iquest;cu&aacute;nta influencia tendr&aacute;n sus opiniones sobre los niveles de pago frente a la medici&oacute;n de desempe&ntilde;o?<br />
<br />
El llamado &ldquo;voto de opini&oacute;n sobre pago&rdquo; (say-on-pay)con car&aacute;cter de asesoramiento de los accionistas fue primero requerido por ley para las instituciones financieras de Estados Unidos que recib&iacute;an fondos de rescate seg&uacute;n el programa oficial de alivio a los activos en problemas (TARP, seg&uacute;n sus siglas inglesas) en 2008. Otras 70 empresas adoptaron voluntariamente programas similares de votaci&oacute;n. Este verano la administraci&oacute;n Obama dio un paso m&aacute;s con la ley Dodd-Frank, que, a partir del 21 de enero, exigir&aacute; a todas las empresas cotizantes realizar la votaci&oacute;n say-on-pay por lo menos una vez cada tres a&ntilde;os y pedir a los accionistas que voten sobre la frecuencia de esos votos cada seis a&ntilde;os. A los accionistas tambi&eacute;n se les pedir&aacute;n sus opiniones sobre los premios del paraca&iacute;das de oro luego de una fusi&oacute;n, adquisici&oacute;n o cualquier otro tipo de reestructuraci&oacute;n. Mientras tanto, los fondos de pensi&oacute;n nacionales que realicen las votaciones deber&aacute;n revelar p&uacute;blicamente c&oacute;mo votaron y por qu&eacute;. <br />
<br />
Si bien el p&uacute;blico general se sentir&aacute; decepcionado porque la nueva ley no necesariamente pondr&aacute; punto final a las remuneraciones exageradas (fat-cat-pay), la ley s&iacute; har&aacute; bastante en cuanto a aumentar la responsabilidad de muchos ejecutivos que durante mucho tiempo recibieron cheques incre&iacute;blemente altos a pesar de un desempe&ntilde;o lamentable que muchas veces da&ntilde;&oacute; el valor de sus compa&ntilde;&iacute;as para los accionistas. Pero emitir votos que obligan a conectar pago con desempe&ntilde;o exige un cuidadoso an&aacute;lisis de parte de los inversionistas, seg&uacute;n expertos de Wharton y asosores en remuneraci&oacute;n. <br />
&nbsp;</p>

<p>Fat-cat pay provocó la furia de inversionistas y público general durante años, pero al colmo se llegó en 2008, cuando explotó la crisis bancaria. Los contribuyentes, a quienes se les pidió que rescataran a los bancos, se enfurecieron de tener que compensar a Richard fuld, CEO de Lehman Brothers en los años anteriores a que la compañía decretara la quiebra más grande en la historia de Estados Unidos en septiembre 2008. Si bien Fuld declaró que recibió US$ 310 millones en remuneración entre 2000 y 2007 y que no había vendido gran parte de su capital, los observadores ponen su paga mucho más alta, alrededor de US$ 500 millones. <br />
<br />
Fuld no era el único. ¿Las razones? Los excesivos bonos en efectivos del sector, un foco en las mediciones de crecimiento anual de corto plazo y los niveles de pago que eran tan altos que lo que en realidad hacían era asegurar a los ejecutivos contra el fracaso y alimentar la cultura del riesgo agresivo, según un nuevo informe pedido por el Council of Institutional Investors (CII), que representa a unos 130 fondos de pensión. El reporte reveló que el nivel medio de remuneración de Wall Street estaba entre dos y tres veces el nivel del resto de las 50 primeras de Fortune durante los cinco años entre 2003 y 2007. <br />
<br />
Pero los expertos cuestionan si el sistema say-on-pay ayudará a mejorar el tamaño y la estructura de los paquetes de pago. “La cantidad de trabajo (que los inversionistas institucionales ) pueden hacer (para analizar y mejorar los paquetes de pago) es insignificante comparada con lo que ha hecho el directorio”, dice Wayen Guay, profesor de temas contables en Wharton expecializado en planes de remuneración ejecutiva. "La posibilidad de que encuentren un defecto es escasa. Yo estoy seguro de que la mayoría de los directorios están haciendo un muy buen trabajo”.<br />
<br />
Según el informe CII, los votos say-on-pay también deberían aplicarse con cuidado. "Muchos votos negativos pueden constituir un instrumento sin filo”, señala y también agrega que hay otroas medidas posiblemente más eficaces que los inversionistas pueden usar para expresar su disconformidad con los pagos excesivos. <br />
<br />
"Sería bueno que si van a votar contra la remuneración, los accionistas expliquen sus objeciones en una carta a la compañía. Si no hay cambios, los dueños pueden hacer saber a la compañía que votarán contra la reelección de la comisión de remuneración. Como último recurso, pueden considerar pasar una resolución de accionistas buscando mejoras en las prácticas de pago”.</p>

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades