Un libro para aspirantes a CEO
Desarrollen su marca personal, aconseja el autor, quien desde su experiencia de 30 años asegura que la capacidad de trabajo y la inteligencia tienen poco que ver en el logro de las aspiraciones profesionales.
El futuro de la carrera profesional no está basado en el mérito
porque “las organizaciones no son racionales”, dice David F. D´Alessandro
en “Career Warfare: 10 Rules for Building a Successful Personal Brand
and Fighting to Keep It“. D´Alessandro es presidente y CEO de John Kancock
Financial Services, una firma con sede en Boston que en 2003 manejó activos
por valor de US$ 140.000 millones.
“La inteligencia no importa”, dice. En todas las organizaciones hay
gente con 135 o 140 de coeficiente intelectual. Lo que verdaderamente importa
es hacerse de una buena reputación y eso se consigue prestando atención
a detalles aparentemente menores, pero capaces de empujarnos hacia delante.
Tal vez la mejor forma de comprender esta idea es reproducir aquí una
anécdota de los primeros días en la carrera del ahora CEO-autor.
“En mi primer día en John Hancock”, cuenta D´Alessandro, “mi
jefe me dijo: si bien usted fue elegido porque tiene el perfil adecuado, mi
secretaria me dijo que de todas las personas que habían venido aquí,
usted era la más agradable”. ¿Qué habría pasado,
se pregunta, si hubiera sido descortés con la secretaria? Cosas así
son las que trascienden la racionalidad en el mundo empresario.
El libro – escrito junto a Michele Owens – es un compendio de consejos para
todos aquellos que aspiran a elevarse al más alto nivel algún
día. No pretende hacer un estudio científico (y se nota) sino
simplemente contar a otros lo que aprendió en treinta años de
ascenso hacia la cima.
Pulir la marca
Hay consejos para llevarse bien con los jefes. “Quien busque un mentor
puede terminar con un idiota. Pero en cualquiera de los dos casos, seguro que
se acreditará como propias las ideas y el trabajo de usted, su subalterno”.
Pero sea lo que sea el jefe, la consigna será serle siempre leal y no
quejarse nunca, aconseja. Hágase valioso y déle buenos consejos.
Si el consejo es bueno, y si usted se destaca donde los demás desaparecen
, estará puliendo su marca. Mediante un delicado equilibrio entre deferencia
e independencia, habrá que procurar tener contento al jefe pero tratando
de hacer siempre cosas que le permitan destacase de sus colegas.
D´Alessandro no duda nunca en hacer afirmaciones generales. Decididamente,
por ejemplo, aconseja no trabajar demasiado tiempo ni en una firma familiar
ni en un emprendimiento. En una firma familiar, por más bueno que uno
sea, siempre será visto como alguien que mantiene el puesto hasta que
algún miembro de la familia se haga cargo. Nadie que no tenga el apellido
correcto llegará nunca al timón de mando.
Pero aun después de haber conseguido el ansiado cargo, habrá
que seguir trabajando en la marca personal. Aconseja discreción en toda
forma de comunicación, tanto a los que recién empiezan como a
los de arriba.
El futuro de la carrera profesional no está basado en el mérito
porque “las organizaciones no son racionales”, dice David F. D´Alessandro
en “Career Warfare: 10 Rules for Building a Successful Personal Brand
and Fighting to Keep It“. D´Alessandro es presidente y CEO de John Kancock
Financial Services, una firma con sede en Boston que en 2003 manejó activos
por valor de US$ 140.000 millones.
“La inteligencia no importa”, dice. En todas las organizaciones hay
gente con 135 o 140 de coeficiente intelectual. Lo que verdaderamente importa
es hacerse de una buena reputación y eso se consigue prestando atención
a detalles aparentemente menores, pero capaces de empujarnos hacia delante.
Tal vez la mejor forma de comprender esta idea es reproducir aquí una
anécdota de los primeros días en la carrera del ahora CEO-autor.
“En mi primer día en John Hancock”, cuenta D´Alessandro, “mi
jefe me dijo: si bien usted fue elegido porque tiene el perfil adecuado, mi
secretaria me dijo que de todas las personas que habían venido aquí,
usted era la más agradable”. ¿Qué habría pasado,
se pregunta, si hubiera sido descortés con la secretaria? Cosas así
son las que trascienden la racionalidad en el mundo empresario.
El libro – escrito junto a Michele Owens – es un compendio de consejos para
todos aquellos que aspiran a elevarse al más alto nivel algún
día. No pretende hacer un estudio científico (y se nota) sino
simplemente contar a otros lo que aprendió en treinta años de
ascenso hacia la cima.
Pulir la marca
Hay consejos para llevarse bien con los jefes. “Quien busque un mentor
puede terminar con un idiota. Pero en cualquiera de los dos casos, seguro que
se acreditará como propias las ideas y el trabajo de usted, su subalterno”.
Pero sea lo que sea el jefe, la consigna será serle siempre leal y no
quejarse nunca, aconseja. Hágase valioso y déle buenos consejos.
Si el consejo es bueno, y si usted se destaca donde los demás desaparecen
, estará puliendo su marca. Mediante un delicado equilibrio entre deferencia
e independencia, habrá que procurar tener contento al jefe pero tratando
de hacer siempre cosas que le permitan destacase de sus colegas.
D´Alessandro no duda nunca en hacer afirmaciones generales. Decididamente,
por ejemplo, aconseja no trabajar demasiado tiempo ni en una firma familiar
ni en un emprendimiento. En una firma familiar, por más bueno que uno
sea, siempre será visto como alguien que mantiene el puesto hasta que
algún miembro de la familia se haga cargo. Nadie que no tenga el apellido
correcto llegará nunca al timón de mando.
Pero aun después de haber conseguido el ansiado cargo, habrá
que seguir trabajando en la marca personal. Aconseja discreción en toda
forma de comunicación, tanto a los que recién empiezan como a
los de arriba.
