Un golazo de Carly Fiorina: hoy es la número uno de HP y Compaq fusionadas
A principios de septiembre, se anunció la fusión de dos de los más grandes fabricantes de PC, Hewlett-Packard Company y Compaq Computer Corporation. La empresa resultante será la más grande del mundo, con ingresos de US$ 87.000 millones.
Si la fusión consigue aprobar el examen que hará la comisión antimonopolio en los próximos meses, la nueva compañía estará dividida en cuatro unidades de una envergadura tal que cada una de ellas integrará el grupo de las más grandes empresas de infotecnología. La Comisión Europea prometió investigar la fusión.
Wall Street no reaccionó con entusiasmo, en tanto que, a principios de mes, los papeles de HP cerraron a US$ 18,89, con una caída de 18,6%, el nivel más bajo desde 1995. Los de Compaq descendieron casi 10,7% hasta cerrar en US$ 10,81, el punto más bajo desde 1996. El volumen negociado de HP se quintuplicó con respecto al volumen normal y el de Compaq fue 8 veces mayor.
De consumarse la fusión, desaparecerían 15.000 puestos de trabajo en el primer y segundo año tras completado el acuerdo, indicaron las empresas. La nueva empresa contaría con 145.000 empleados al cierre del contrato, pero generaría un inmenso ahorro de costos. A decir verdad, se prevé ahorrar hasta US$ 2.000 millones en el primer año.
La fusión, según informaron HP y Compaq, se realizó con la aprobación de ambas empresas. “Cada una de estas cuatro unidades formará parte de las diez mejores empresas de tecnología informática”, afirmó Carly Fiorina, presidente y CEO de HP, en un llamado en conferencia realizado con analistas.
Según establecen las condiciones del acuerdo, Carly Fiorina, presidente y CEO de la vieja HP, ocupará el puesto más alto de la nueva empresa. Será nombrada presidente del directorio y CEO de la entidad fusionada. Michael Capellas, presidente y CEO de Compaq, obtendrá el cargo de presidente.
“Pienso que con Michael formaremos un gran equipo”, comentó la ejecutiva.
La fusión es el “próximo paso lógico” para las estructuras de organización de ambas empresas, aclaró.
La idea surgió por primera vez a principio de 2000 cuando Fiorina y Capellas dialogaban sobre posibles acuerdos de licencias. Hace casi un año, la idea comenzó a tomar forma.
“Cuanto más avanzábamos, más sentido tenía el proyecto; cuanto más planificábamos, mayor confianza adquiríamos”, contó Fiorina a los periodistas. “Sabíamos que era un proyecto descomunal, pero también sabíamos que podíamos hacerlo.”
Fiorina y Capellas dijeron que decidieron avanzar con la fusión porque el negocio era formidable, no por la desaceleración de la economía.
Opinó Capellas: “Sin duda, este acuerdo tiene sentido a nivel estratégico. Pero hay que admitir que resulta más sencillo encarar un proyecto de esta envergadura en tiempos difíciles porque uno tiene urgencias, y las urgencias hacen que todo sea posible.”
HP optó por tercerizar la fabricación y Compaq, por la comercialización directa: la fórmula ideal para el matrimonio perfecto. “Tenemos la capacidad de dirigir más volumen hacia donde más lo necesitamos para atender las grandes cuentas, subrayó Capellas.
Los detalles del contrato exigen que los accionistas de Compaq obtengan 0,6325 del recién emitido papel de HP por cada uno de sus papeles.
La nueva empresa se llamará HP y tendrá su sede en Palo Alto, California. Las cuatro unidades comerciales estarán divididas en imagen e impresión, dispositivos de acceso, infraestructura IT y servicios. Recientemente, Dell Computer Corp. le arrebató a Compaq el primer puesto en la fabricación de computadoras personales, lugar que ahora ocupará la nueva HP.
“Queda claro que el potencial de esta combinación es imponente, pero comprendemos la magnitud del desafío y la necesidad de disponer de disciplina y velocidad. Nos ayuda el hecho de que ambas empresas hayan aplicado estructuras de organización y modelos de fuerza de venta similares, además del inmenso talento que caracteriza a ambas organizaciones”, concluyó Fiorina.
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Si la fusión consigue aprobar el examen que hará la comisión antimonopolio en los próximos meses, la nueva compañía estará dividida en cuatro unidades de una envergadura tal que cada una de ellas integrará el grupo de las más grandes empresas de infotecnología. La Comisión Europea prometió investigar la fusión.
Wall Street no reaccionó con entusiasmo, en tanto que, a principios de mes, los papeles de HP cerraron a US$ 18,89, con una caída de 18,6%, el nivel más bajo desde 1995. Los de Compaq descendieron casi 10,7% hasta cerrar en US$ 10,81, el punto más bajo desde 1996. El volumen negociado de HP se quintuplicó con respecto al volumen normal y el de Compaq fue 8 veces mayor.
De consumarse la fusión, desaparecerían 15.000 puestos de trabajo en el primer y segundo año tras completado el acuerdo, indicaron las empresas. La nueva empresa contaría con 145.000 empleados al cierre del contrato, pero generaría un inmenso ahorro de costos. A decir verdad, se prevé ahorrar hasta US$ 2.000 millones en el primer año.
La fusión, según informaron HP y Compaq, se realizó con la aprobación de ambas empresas. “Cada una de estas cuatro unidades formará parte de las diez mejores empresas de tecnología informática”, afirmó Carly Fiorina, presidente y CEO de HP, en un llamado en conferencia realizado con analistas.
Según establecen las condiciones del acuerdo, Carly Fiorina, presidente y CEO de la vieja HP, ocupará el puesto más alto de la nueva empresa. Será nombrada presidente del directorio y CEO de la entidad fusionada. Michael Capellas, presidente y CEO de Compaq, obtendrá el cargo de presidente.
“Pienso que con Michael formaremos un gran equipo”, comentó la ejecutiva.
La fusión es el “próximo paso lógico” para las estructuras de organización de ambas empresas, aclaró.
La idea surgió por primera vez a principio de 2000 cuando Fiorina y Capellas dialogaban sobre posibles acuerdos de licencias. Hace casi un año, la idea comenzó a tomar forma.
“Cuanto más avanzábamos, más sentido tenía el proyecto; cuanto más planificábamos, mayor confianza adquiríamos”, contó Fiorina a los periodistas. “Sabíamos que era un proyecto descomunal, pero también sabíamos que podíamos hacerlo.”
Fiorina y Capellas dijeron que decidieron avanzar con la fusión porque el negocio era formidable, no por la desaceleración de la economía.
Opinó Capellas: “Sin duda, este acuerdo tiene sentido a nivel estratégico. Pero hay que admitir que resulta más sencillo encarar un proyecto de esta envergadura en tiempos difíciles porque uno tiene urgencias, y las urgencias hacen que todo sea posible.”
HP optó por tercerizar la fabricación y Compaq, por la comercialización directa: la fórmula ideal para el matrimonio perfecto. “Tenemos la capacidad de dirigir más volumen hacia donde más lo necesitamos para atender las grandes cuentas, subrayó Capellas.
Los detalles del contrato exigen que los accionistas de Compaq obtengan 0,6325 del recién emitido papel de HP por cada uno de sus papeles.
La nueva empresa se llamará HP y tendrá su sede en Palo Alto, California. Las cuatro unidades comerciales estarán divididas en imagen e impresión, dispositivos de acceso, infraestructura IT y servicios. Recientemente, Dell Computer Corp. le arrebató a Compaq el primer puesto en la fabricación de computadoras personales, lugar que ahora ocupará la nueva HP.
“Queda claro que el potencial de esta combinación es imponente, pero comprendemos la magnitud del desafío y la necesidad de disponer de disciplina y velocidad. Nos ayuda el hecho de que ambas empresas hayan aplicado estructuras de organización y modelos de fuerza de venta similares, además del inmenso talento que caracteriza a ambas organizaciones”, concluyó Fiorina.
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