Un ejemplo en gestión de multinacionales

Daniel Vasella es CEO de Novartis AG, la gran multinacional en ciencias de la vida que surgió de la fusión de Ciba Geigy y Sandoz. Graduado en 1980 con un Ph. D en medicina de la Universidad de Berna, desempeña su cargo en Novartis desde abril 1999.

31 octubre, 2001

Hemos extractado aquí las apreciaciones sobre su estilo de dirección que ofreció durante una entrevista reciente con la prensa internacional:

La solución a las decisiones más importantes se encuentran entre la gente.

Dirigir una gran empresa no es más duro que conducir un pequeño grupo. Sólo tenemos dos manos, así que la clave es una buena red de directivos en los diferentes países y puestos.

En una época como la que estamos viviendo, la comunicación es absolutamente esencial. Hay que comunicar una y otra vez, una y otra vez.

Hay que ver las cosas tal como son no como nos gustaría que fuesen, y si hay conflictos, ponerlos sobre la mesa ya que de lo contrario no es posible resolverlos.

Hay que reconocer si las estrategias empresariales que se han implementado tienen sentido o no Es crucial crear un clima en la empresa que permita a la gente prosperar e incrementar sus competencias y estar motivada.

Hay que tener en cuenta los posibles factores desmotivadores. Las reglas, las grandes políticas, que son necesarias en las grandes organizaciones, pueden tener un efecto negativo. Lo que más gratifica a la gente es que se reconozca y recompense su labor y luego, dentro de unas fronteras bien definidas, tener posibilidades de elección, que su opinión sea considerada en el proceso de toma de decisiones. Ni ganar más dinero ni trabajar menos son factores de motivación. Si te gusta tu trabajo y tienes entusiasmo buscas trabajar más no menos.

Es preciso deshacerse de la gente desconfiada, incrédula y burlona. Esa gente es como un cáncer que, bajo el disfraz de un chiste, hace muchísimo daño. Pero antes de alejarla, habría que darle una única oportunidad.

Para cumplir con el requisito de avanzar rápidamente, hay que saber, y aceptar, que se van a cometer errores. Es mejor probar varias cosas para avanzar que permanecer inerte. La exigencia no es hacerlo siempre bien, sino hacerlo mejor la vez siguiente.

Me inclino por los salarios variables. Es bueno diferenciar entre sectores que trabajan bien y los que no. Así la gente encuentra una relación entre lo que hace y lo que obtiene.

Hemos extractado aquí las apreciaciones sobre su estilo de dirección que ofreció durante una entrevista reciente con la prensa internacional:

La solución a las decisiones más importantes se encuentran entre la gente.

Dirigir una gran empresa no es más duro que conducir un pequeño grupo. Sólo tenemos dos manos, así que la clave es una buena red de directivos en los diferentes países y puestos.

En una época como la que estamos viviendo, la comunicación es absolutamente esencial. Hay que comunicar una y otra vez, una y otra vez.

Hay que ver las cosas tal como son no como nos gustaría que fuesen, y si hay conflictos, ponerlos sobre la mesa ya que de lo contrario no es posible resolverlos.

Hay que reconocer si las estrategias empresariales que se han implementado tienen sentido o no Es crucial crear un clima en la empresa que permita a la gente prosperar e incrementar sus competencias y estar motivada.

Hay que tener en cuenta los posibles factores desmotivadores. Las reglas, las grandes políticas, que son necesarias en las grandes organizaciones, pueden tener un efecto negativo. Lo que más gratifica a la gente es que se reconozca y recompense su labor y luego, dentro de unas fronteras bien definidas, tener posibilidades de elección, que su opinión sea considerada en el proceso de toma de decisiones. Ni ganar más dinero ni trabajar menos son factores de motivación. Si te gusta tu trabajo y tienes entusiasmo buscas trabajar más no menos.

Es preciso deshacerse de la gente desconfiada, incrédula y burlona. Esa gente es como un cáncer que, bajo el disfraz de un chiste, hace muchísimo daño. Pero antes de alejarla, habría que darle una única oportunidad.

Para cumplir con el requisito de avanzar rápidamente, hay que saber, y aceptar, que se van a cometer errores. Es mejor probar varias cosas para avanzar que permanecer inerte. La exigencia no es hacerlo siempre bien, sino hacerlo mejor la vez siguiente.

Me inclino por los salarios variables. Es bueno diferenciar entre sectores que trabajan bien y los que no. Así la gente encuentra una relación entre lo que hace y lo que obtiene.

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