Tensas relaciones familiares en el seno de News Corporation

La renuncia de Lachlan Murdoch, hijo de Rupert Murdoch, al cargo de subdirector operativo de News Corp., pone al descubierto el drama familiar que comenzó a gestarse hace 6 años cuando el magnate y fundador decidió casarse por tercera vez.

2 agosto, 2005

Según el renunciante, la decisión se debe a dificultades para tomar
decisiones con libertad en los negocios a su cargo; sin embargo, personas cercanas
al conflicto estiman que las diferencias se habrían zanjado de no haber
existido una situación de fondo más grave en el seno de la familia.

La familia de Rupert Murdoch vive el clásico drama de la lucha por el poder
y por la herencia. En 1999 el magnate de los medios se casó por tercera
vez con Wendi Deng, una mujer de 36 años nacida en China que por entonces
era ejecutiva junior Sky TV en Hong Kong. El debate, tal como está planteado
actualmente, es acerca de quiénes van a heredar la fortuna familiar de
US$ 6.000 millones y quiénes controlaran News Corporation. ¿Serán
sólo los hijos adultos de Rupert, tal como estipula el acuerdo actual,
o se modificarán los términos para incluir a las dos nuevas hijas
que tuvo con Deng, actualmente de dos y tres años de edad?

Las relaciones entre los hijos mayores y Murdoch se hicieron difíciles
luego del último matrimonio con Deng. De no haber mediado esa situación,
los problemas entre Lachlan y su padre se habrían podido resolver. Lachlan
Murdoch, quien supo ser el heredero natural de su padre, dijo en un comunicado
a la prensa que se trasladará a Australia – país que considera
su hogar – con su esposa y su bebé. Retendrá su cargo en el directorio
de News Corp. en otro comunicado, Murdoch padre (74) dijo que le apenaba mucho
la decisión de su hijo y aclaró que “no hay disputas. Todos
mis hijos recibirán el mismo tratamiento”.

El origen del problema parece ser el papel que juega Deng en el clan Murdoch,
extremadamente privado. Y lo que viene a complicar más la situación
es el inminente cambio generacional, ahora que los hijos mayores comienzan a
hacer valer sus intereses financieros, según explican personas allegadas
al conflicto. Y esos intereses se refieren especialmente al tema del control
de News Corp., uno de los conglomerados de medios más grandes del mundo.
Entre sus propiedades incluye el diario New York Post, el Times de Londres,
la cadena Fox de televisión, el canal Fox News y el control de servicios
de televisión satelital como BSkyB en Gran Bretaña, Sky Italia
y DirecTV en Estados Unidos, además del estudio cinematográfico
20th Century Fox.

Según los términos del divorcio con su segunda mujer Anna, el
control de la mayor parte del capital accionario (30% de la familia en News
Corp.) con derecho a voto se preservaría para sus tres hijos: Elisabeth,
Lachlan y James; también para Prudence, hija del anterior matrimonio.
El grupo de hijos mayores entendía, por tanto, que Deng y su progenie
no compartirían el bloque de acciones con voto del fideicomiso familiar,
hoy valuado en US$ 5.100 millones, ni en el bloque sin derecho a voto, también
en el fideicomiso y valuado en casi US$ 1.000 millones. Se ha sabido que desde
1999 Murdoch padre ha intentado cambiar el acuerdo para dar control a sus dos
nuevas hijas: Grace de 3 y Chloe, de 2 años.

Lachlan, cuyo primer trabajo fue como operario de las rotativas del diario Mirror
en Sydney, Australia, luego se graduó en Princeton y comenzó a
trabajar como ejecutivo en el negocio de los diarios australianos. En los últimos
seis años, desde el tercer matrimonio de su padre, el rol de Lachlan
en el conglomerado fue cada vez más prominente. Primero supervisó
todas las operaciones gráficas, luego fue nombrado subdirector operativo
con responsabilidad sobre el grupo de canales de televisión. Su único
jefe inmediato era Peter Chemin, director ejecutivo de News Corp.

Según Lachlan, a pesar de lo ostentoso de su cargo, el único negocio
donde realmente podía hacer su voluntad era el New York Post, un tabloide
al que nadie dio nunca mayor importancia.
Como su hermana Elisabeth dejó su puesto en BSkyB en 2000 para abrir
su propia productora de televisión, de los tres hijos de Anna queda sólo
el menor, James, de 32 años, quien es visto ahora como sucesor más
probable de su padre. Prudence sólo figura en el directorio de una subsidiaria
y no está involucrada directamente con la compañía.

El control del fideicomiso familiar, se ejerce por la capacidad para nombrar
directores a la comisión directiva. Los cuatro hijos mayores pueden nombrar
un representante cada uno al directorio – un derecho que figura en el acuerdo
de divorcio entre Murdoch y su segunda mujer. Murdoch nombra los otros cuatro,
quienes abandonarán el directorio a su muerte y no serán reemplazados.
Pero desde que nacieron Grace en 2001 y Chloe en 2003, Deng y Murdoch están
intentando alterar el acuerdo para que ambas niñas adquieran también
ese derecho, lo cual les daría un grado de control sobre la compañía.
Eso provocó la indignación de los mayores, quienes afirman que
Murdoch reniega así de una promesa hecha a su segunda mujer de mantener
el fideicomiso para sus hijos. Parece, según dicen los tres, que Anna
Murdoch renunció a una gran parte de la fortuna de su marido que le habría
correspondido a cambio de ese acuerdo sobre el fideicomiso.

Wall Street no ha dado mayor importancia al alejamiento de Lachlan, en parte
porque muchos piensan que su rol es mucho menos importante que el de Chemin,
presidente y director operativo, que además es un veterano en News corp
y podría ser el próximo CEO del grupo si algo sucediera a Murdoch
en el corto plazo.

Según el renunciante, la decisión se debe a dificultades para tomar
decisiones con libertad en los negocios a su cargo; sin embargo, personas cercanas
al conflicto estiman que las diferencias se habrían zanjado de no haber
existido una situación de fondo más grave en el seno de la familia.

La familia de Rupert Murdoch vive el clásico drama de la lucha por el poder
y por la herencia. En 1999 el magnate de los medios se casó por tercera
vez con Wendi Deng, una mujer de 36 años nacida en China que por entonces
era ejecutiva junior Sky TV en Hong Kong. El debate, tal como está planteado
actualmente, es acerca de quiénes van a heredar la fortuna familiar de
US$ 6.000 millones y quiénes controlaran News Corporation. ¿Serán
sólo los hijos adultos de Rupert, tal como estipula el acuerdo actual,
o se modificarán los términos para incluir a las dos nuevas hijas
que tuvo con Deng, actualmente de dos y tres años de edad?

Las relaciones entre los hijos mayores y Murdoch se hicieron difíciles
luego del último matrimonio con Deng. De no haber mediado esa situación,
los problemas entre Lachlan y su padre se habrían podido resolver. Lachlan
Murdoch, quien supo ser el heredero natural de su padre, dijo en un comunicado
a la prensa que se trasladará a Australia – país que considera
su hogar – con su esposa y su bebé. Retendrá su cargo en el directorio
de News Corp. en otro comunicado, Murdoch padre (74) dijo que le apenaba mucho
la decisión de su hijo y aclaró que “no hay disputas. Todos
mis hijos recibirán el mismo tratamiento”.

El origen del problema parece ser el papel que juega Deng en el clan Murdoch,
extremadamente privado. Y lo que viene a complicar más la situación
es el inminente cambio generacional, ahora que los hijos mayores comienzan a
hacer valer sus intereses financieros, según explican personas allegadas
al conflicto. Y esos intereses se refieren especialmente al tema del control
de News Corp., uno de los conglomerados de medios más grandes del mundo.
Entre sus propiedades incluye el diario New York Post, el Times de Londres,
la cadena Fox de televisión, el canal Fox News y el control de servicios
de televisión satelital como BSkyB en Gran Bretaña, Sky Italia
y DirecTV en Estados Unidos, además del estudio cinematográfico
20th Century Fox.

Según los términos del divorcio con su segunda mujer Anna, el
control de la mayor parte del capital accionario (30% de la familia en News
Corp.) con derecho a voto se preservaría para sus tres hijos: Elisabeth,
Lachlan y James; también para Prudence, hija del anterior matrimonio.
El grupo de hijos mayores entendía, por tanto, que Deng y su progenie
no compartirían el bloque de acciones con voto del fideicomiso familiar,
hoy valuado en US$ 5.100 millones, ni en el bloque sin derecho a voto, también
en el fideicomiso y valuado en casi US$ 1.000 millones. Se ha sabido que desde
1999 Murdoch padre ha intentado cambiar el acuerdo para dar control a sus dos
nuevas hijas: Grace de 3 y Chloe, de 2 años.

Lachlan, cuyo primer trabajo fue como operario de las rotativas del diario Mirror
en Sydney, Australia, luego se graduó en Princeton y comenzó a
trabajar como ejecutivo en el negocio de los diarios australianos. En los últimos
seis años, desde el tercer matrimonio de su padre, el rol de Lachlan
en el conglomerado fue cada vez más prominente. Primero supervisó
todas las operaciones gráficas, luego fue nombrado subdirector operativo
con responsabilidad sobre el grupo de canales de televisión. Su único
jefe inmediato era Peter Chemin, director ejecutivo de News Corp.

Según Lachlan, a pesar de lo ostentoso de su cargo, el único negocio
donde realmente podía hacer su voluntad era el New York Post, un tabloide
al que nadie dio nunca mayor importancia.
Como su hermana Elisabeth dejó su puesto en BSkyB en 2000 para abrir
su propia productora de televisión, de los tres hijos de Anna queda sólo
el menor, James, de 32 años, quien es visto ahora como sucesor más
probable de su padre. Prudence sólo figura en el directorio de una subsidiaria
y no está involucrada directamente con la compañía.

El control del fideicomiso familiar, se ejerce por la capacidad para nombrar
directores a la comisión directiva. Los cuatro hijos mayores pueden nombrar
un representante cada uno al directorio – un derecho que figura en el acuerdo
de divorcio entre Murdoch y su segunda mujer. Murdoch nombra los otros cuatro,
quienes abandonarán el directorio a su muerte y no serán reemplazados.
Pero desde que nacieron Grace en 2001 y Chloe en 2003, Deng y Murdoch están
intentando alterar el acuerdo para que ambas niñas adquieran también
ese derecho, lo cual les daría un grado de control sobre la compañía.
Eso provocó la indignación de los mayores, quienes afirman que
Murdoch reniega así de una promesa hecha a su segunda mujer de mantener
el fideicomiso para sus hijos. Parece, según dicen los tres, que Anna
Murdoch renunció a una gran parte de la fortuna de su marido que le habría
correspondido a cambio de ese acuerdo sobre el fideicomiso.

Wall Street no ha dado mayor importancia al alejamiento de Lachlan, en parte
porque muchos piensan que su rol es mucho menos importante que el de Chemin,
presidente y director operativo, que además es un veterano en News corp
y podría ser el próximo CEO del grupo si algo sucediera a Murdoch
en el corto plazo.

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