Sony ha vuelto

Desde el nombramiento de Howard Stringer al cargo de director general de Sony, la mítica marca japonesa ha recuperado su capacidad de innovación.

16 mayo, 2008

Solamente 3 milímetros de espesor, menor consumo y una calidad de imagen
superior a las de las pantallas planas de cristal líquido. En enero, el
nuevo televisor Sony con pantalla de diodos (Oled) fue una de las estrellas en
la famosa exposición anual de Las Vegas, Consumer Electronics Show. Durante
los cuatro días que duró el evento de los profesionales de la electrónica,
el stand de Sony no estuvo nunca vacío, algo que al CEO de la empresa nipona,
Howard Stringer, le volvió la sonrisa. Al ser la primera en comercializar
las pantallas Oled, Sony ganó de mano a todos sus competidores y se anticipó
a todos ellos. Stringer va por su segundo gol. En 2007 logró imponer su
nuevo formato de DVD de alta definición — el Blu-ray – contra el HD-DVD
de Toshiba, su competidor, que acaba de tirar la toalla.

Hacía más de diez años que el grupo japonés no
proponía una gran innovación ni lograba imponer un nuevo estandar
tecnológico. Hoy, "Sony ha vuelto" explicó con orgullo
el jefe a la prensa francesa.

Efectivamente, Sony va mejor. Bajo el liderazgo de su presidente, la división
electrónica, que representa más de dos tercios de la totalidad
del negocio, se viene renovando desde 2006. Las producciones cinematográficas
y musicales (Sony Pictures, Sony-BMG…) se mantienen rentables a pesar de que
el mercado está difícil. Las ventas de teléfonos celulares
de la filial Sony Ericsson explotaron. La misma división de juegos se
vio beneficiada con el despegue de las ventas de la consola de juegos PS3. De
golpe, por el ejercicio 2007, Howard Stringer puede mostrar más de 2.000
millones de euros en ganancias netas. Todo un record para Sony.

Sin embargo, cuando tomó las riendas del grupo a mediados de 2005, su
tarea estaba lejos de ser fácil. Entonces, el conglomerado fundado en
1948 venía perdiendo velocidad. Marca mística, sinónimo
de innovación en los años 80 y 90, Sony se perdió los cambios
tecnológicos de los años 2000. Ejemplo, las pantallas de televisión.
Como la marca se había ganado una sólida reputación en
ese campo con sus Trinitron, no creyó en la explosión de la tecnología
LCD y se fue distanciando de Samsung, Sharp y LG-Philips. Otros desastre memorable:
Sony no pudo detener el avance incontrolable del iPod, el reproductor musical
portátil de Apple. ¡El colmo para una compañía que
había inventado el Walkman en 1979!

Frente a la crisis, el directorio agradeció los servicios del CEO en
actividad, Noboyuki Idei, y llamaron a Howard Stringer, un galés naturalizado
estadounidense. Era el primer extranjero – gaijin, en japonés – nombrado
para rejuvenecer el grupo. Buscaban un choque cultural.

Comenzó con medidas dolorosas: un plan de reestructuración con
reducción de 10.000 puestos de trabajo y el cierre de 11 fábricas
de 65 en total. En 2005 lanza con éxito una nueva línea de televisores:
aprovechó también las marcas fuertes para relanzar otras categorías
de productos: Vaio para computadoras portátiles, Cyber-shot para las
máquinas fotográficas compactas y Walkman para la música
portátil. Para afirmar su liderazgo en el lucrativo negocio de las imágenes
digitales, decide adquirir Konica-Minolta, las grandes especialistas en cámaras
fotográficas.

La división investigación y desarrollo fue totalmente reorganizada.
Crearon un grupo directivo para coordinar los trabajos de los ingenieros de
cada entidad. Secciones enteras de investigación han sido detenidas (televisores
a retroproyección, asistentes personales, microprocesadores Cel contenidos
en las PS3). Objetivo: concentrar los medios en las tecnologías LCD y
Oled, y también en el área de capacitadores digitales, donde Sony
es uno de los primeros provedores del mundo.

Solamente 3 milímetros de espesor, menor consumo y una calidad de imagen
superior a las de las pantallas planas de cristal líquido. En enero, el
nuevo televisor Sony con pantalla de diodos (Oled) fue una de las estrellas en
la famosa exposición anual de Las Vegas, Consumer Electronics Show. Durante
los cuatro días que duró el evento de los profesionales de la electrónica,
el stand de Sony no estuvo nunca vacío, algo que al CEO de la empresa nipona,
Howard Stringer, le volvió la sonrisa. Al ser la primera en comercializar
las pantallas Oled, Sony ganó de mano a todos sus competidores y se anticipó
a todos ellos. Stringer va por su segundo gol. En 2007 logró imponer su
nuevo formato de DVD de alta definición — el Blu-ray – contra el HD-DVD
de Toshiba, su competidor, que acaba de tirar la toalla.

Hacía más de diez años que el grupo japonés no
proponía una gran innovación ni lograba imponer un nuevo estandar
tecnológico. Hoy, "Sony ha vuelto" explicó con orgullo
el jefe a la prensa francesa.

Efectivamente, Sony va mejor. Bajo el liderazgo de su presidente, la división
electrónica, que representa más de dos tercios de la totalidad
del negocio, se viene renovando desde 2006. Las producciones cinematográficas
y musicales (Sony Pictures, Sony-BMG…) se mantienen rentables a pesar de que
el mercado está difícil. Las ventas de teléfonos celulares
de la filial Sony Ericsson explotaron. La misma división de juegos se
vio beneficiada con el despegue de las ventas de la consola de juegos PS3. De
golpe, por el ejercicio 2007, Howard Stringer puede mostrar más de 2.000
millones de euros en ganancias netas. Todo un record para Sony.

Sin embargo, cuando tomó las riendas del grupo a mediados de 2005, su
tarea estaba lejos de ser fácil. Entonces, el conglomerado fundado en
1948 venía perdiendo velocidad. Marca mística, sinónimo
de innovación en los años 80 y 90, Sony se perdió los cambios
tecnológicos de los años 2000. Ejemplo, las pantallas de televisión.
Como la marca se había ganado una sólida reputación en
ese campo con sus Trinitron, no creyó en la explosión de la tecnología
LCD y se fue distanciando de Samsung, Sharp y LG-Philips. Otros desastre memorable:
Sony no pudo detener el avance incontrolable del iPod, el reproductor musical
portátil de Apple. ¡El colmo para una compañía que
había inventado el Walkman en 1979!

Frente a la crisis, el directorio agradeció los servicios del CEO en
actividad, Noboyuki Idei, y llamaron a Howard Stringer, un galés naturalizado
estadounidense. Era el primer extranjero – gaijin, en japonés – nombrado
para rejuvenecer el grupo. Buscaban un choque cultural.

Comenzó con medidas dolorosas: un plan de reestructuración con
reducción de 10.000 puestos de trabajo y el cierre de 11 fábricas
de 65 en total. En 2005 lanza con éxito una nueva línea de televisores:
aprovechó también las marcas fuertes para relanzar otras categorías
de productos: Vaio para computadoras portátiles, Cyber-shot para las
máquinas fotográficas compactas y Walkman para la música
portátil. Para afirmar su liderazgo en el lucrativo negocio de las imágenes
digitales, decide adquirir Konica-Minolta, las grandes especialistas en cámaras
fotográficas.

La división investigación y desarrollo fue totalmente reorganizada.
Crearon un grupo directivo para coordinar los trabajos de los ingenieros de
cada entidad. Secciones enteras de investigación han sido detenidas (televisores
a retroproyección, asistentes personales, microprocesadores Cel contenidos
en las PS3). Objetivo: concentrar los medios en las tecnologías LCD y
Oled, y también en el área de capacitadores digitales, donde Sony
es uno de los primeros provedores del mundo.

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