Siemens: sobornos, cosas de todos los días entre managers

Es un caso piloto. El 15 de noviembre allanan oficinas y casas de ejecutivos. El 22 se revelan US$ 260 millones en operaciones turbias y arrestan a Michaël Kütschenreuter. El 12 de diciembre aparecen otros 550 millones.

31 enero, 2007

Dos días después, la finesa Nokia congela una fusión con Siemens. Perro la historia empieza en 2004, cuando Kütschenreuter arregla con una consultoría saudí de negocios (Beit al’Etisallat) “comisiones” por US$ 900 millones. De lo contrario, se presentarían ante la Securities & exchange commission (comisión de valores norteamericana) pruebas de pagos ilegales hechos a nombre de Siemens para obtener contratos en Saudiarabia.

Kütschenreuter afirma haber informado a la superioridad, particularmente a Klaus Kleinfeld (actual presidente ejecutivo) y Heinrich Pierer, su antecesor. Con acuerdo del directorio -relata el detenido-, se le entregaron a Beit al’Etisallat cincuenta millones, de los cuales 33 eran sobornos para enterrar el asunto. Pero, al contrario, el arresto del ejecutivo desató la peor investigación penal sufrida por el conglomerado en 160 años de existencia.

La propia Siemens admite haber detectado US$ 544 millones en transacciones dudosas durante el septenio 1999-2005. Desde enero, una auditoría externa intenta determinar hasta qué niveles jerárquicos llegó la corrupción. Si las amplias declaraciones de Kütschenreuter en sede judicial son ciertas, la empresa puede quedar excluida de licitaciones públicas en los veintisiete miembros de la Unión Europea.. También arriesga similares sanciones en los casi doscientos países donde actúa (entre ellos, Argentina y Brasil).

Tras negarse a dar datos a los medios, la fiscalía estadual de Múnich señaló que la causa prosigue y tiene aún para bastante. Siemens se limitó a suspender al ejecutivo preso y a insistir en que los pagos a la consultoría eran legítimos. En todo caso, sólo habría habido “transgresiones individuales”. Pero ulteriores arrestos y deposiciones ante al tribunal dan otra impresión.

Según revelan el “Wall Street journal” en la web y dos periódicos alemanes, los sobornos eran habituales y respondían a un sistema interno bien armado. Desde hace tiempo, altas autoridades de la compañía trataban de disimular esas cosas, a medida como fiscales de países vecinos tendían una trama cada vez más densa alrededor de Siemens.

No es buen momento para un escándalo (¿cuándo lo es?). Kleinfeld afronta el deterioro de su imagen mientras restructura las operaciones del grupo, necesitado de reconstruir y mejorar utilidades. Así, el “plan maestro”, basado en fusionar parte del negocio de equipos para telecomunicaciones con Nokia ha ido al congelador mientras duren las investigaciones.

Más allá de este caso específico, la SECm el departamento norteamericano de justicia e instancia de otras jurisdicciones están escrutando a varias empresas germanas. Por ejemplo, DaimlerChrysler, que ha admitido haber efectuado “pagos impropios” en varios países de África subsahariana, Europa oriental, Asia del este y el sudeste.

Hasta fin de enero, el detenido de mayor rango es Thomas Ganswindt, hasta septiembre miembro del directorio. Posiblemente, pronto arresten a Heinz-Joachim Neubürger, hasta abril director financiero de la compañía. Mientras tanto, Interpol está buscando a Abdul Wajab al-Akil, personero de Beit al’Etisallat-

Dos días después, la finesa Nokia congela una fusión con Siemens. Perro la historia empieza en 2004, cuando Kütschenreuter arregla con una consultoría saudí de negocios (Beit al’Etisallat) “comisiones” por US$ 900 millones. De lo contrario, se presentarían ante la Securities & exchange commission (comisión de valores norteamericana) pruebas de pagos ilegales hechos a nombre de Siemens para obtener contratos en Saudiarabia.

Kütschenreuter afirma haber informado a la superioridad, particularmente a Klaus Kleinfeld (actual presidente ejecutivo) y Heinrich Pierer, su antecesor. Con acuerdo del directorio -relata el detenido-, se le entregaron a Beit al’Etisallat cincuenta millones, de los cuales 33 eran sobornos para enterrar el asunto. Pero, al contrario, el arresto del ejecutivo desató la peor investigación penal sufrida por el conglomerado en 160 años de existencia.

La propia Siemens admite haber detectado US$ 544 millones en transacciones dudosas durante el septenio 1999-2005. Desde enero, una auditoría externa intenta determinar hasta qué niveles jerárquicos llegó la corrupción. Si las amplias declaraciones de Kütschenreuter en sede judicial son ciertas, la empresa puede quedar excluida de licitaciones públicas en los veintisiete miembros de la Unión Europea.. También arriesga similares sanciones en los casi doscientos países donde actúa (entre ellos, Argentina y Brasil).

Tras negarse a dar datos a los medios, la fiscalía estadual de Múnich señaló que la causa prosigue y tiene aún para bastante. Siemens se limitó a suspender al ejecutivo preso y a insistir en que los pagos a la consultoría eran legítimos. En todo caso, sólo habría habido “transgresiones individuales”. Pero ulteriores arrestos y deposiciones ante al tribunal dan otra impresión.

Según revelan el “Wall Street journal” en la web y dos periódicos alemanes, los sobornos eran habituales y respondían a un sistema interno bien armado. Desde hace tiempo, altas autoridades de la compañía trataban de disimular esas cosas, a medida como fiscales de países vecinos tendían una trama cada vez más densa alrededor de Siemens.

No es buen momento para un escándalo (¿cuándo lo es?). Kleinfeld afronta el deterioro de su imagen mientras restructura las operaciones del grupo, necesitado de reconstruir y mejorar utilidades. Así, el “plan maestro”, basado en fusionar parte del negocio de equipos para telecomunicaciones con Nokia ha ido al congelador mientras duren las investigaciones.

Más allá de este caso específico, la SECm el departamento norteamericano de justicia e instancia de otras jurisdicciones están escrutando a varias empresas germanas. Por ejemplo, DaimlerChrysler, que ha admitido haber efectuado “pagos impropios” en varios países de África subsahariana, Europa oriental, Asia del este y el sudeste.

Hasta fin de enero, el detenido de mayor rango es Thomas Ganswindt, hasta septiembre miembro del directorio. Posiblemente, pronto arresten a Heinz-Joachim Neubürger, hasta abril director financiero de la compañía. Mientras tanto, Interpol está buscando a Abdul Wajab al-Akil, personero de Beit al’Etisallat-

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