Si quiere vender, aprenda a preguntar

A pesar de las “fórmulas mágicas” pregonadas por muchos especialistas que recorren el mundo, no hay una única manera “correcta” de vender. Cada venta es un proceso creativo único. La gente tiene diferentes necesidades, tendencias y experiencias.

26 mayo, 2001

Thomas A. Freese, consultor, fundador y presidente de QBS Research Inc. , una consultora especializada en metodología de ventas, motivación del comprador y estrategia comercial, tiene también su recomendación. Sin embargo, Secrets of Question Based Selling (QBS, o “Los secretos de la venta basada en preguntas”), el libro que acaba de sacar a la venta, no presenta una fórmula rígida o inflexible sino el esqueleto de una estructura de procedimiento que usa la pregunta como principal herramienta y disminuye el riesgo de fracaso.

El proceso de venta, dice, tiene un solo objetivo: cerrar la venta. Si lo que usted hace motiva al candidato a responder favorablemente, usted se acerca a su meta. Si lo que usted hace motiva al candidato a responder desfavorablemente, usted se aleja de su meta.

Las preguntas pueden reducir los riesgos

La hábil utilización de las preguntas puede ayudar a mejorar la tasa de éxitos, dice Freese. El libro introduce una metodología, que llama de estratificación conversacional, que utiliza el poder de las preguntas. En síntesis, analiza cómo usar preguntas para reducir dos de los mayores riesgos que atentan contra una venta: el rechazo y la discrepancia.

Rechazo. Una forma de reducir el riesgo de rechazo es usar la teoría “del termómetro”, o sea enviar sensores y ver el tipo de respuesta que se obtiene. Sería, por ejemplo algo así como preguntar: “¿Le puedo hacer una pregunta?” Si la persona contesta que sí, entonces ya se obtuvo permiso para proseguir,

Otro ejemplo, tomado del extremo final del proceso de venta, o sea del momento cuando el vendedor está tratando de llegar al cierre. En lugar de exigir un sí o un no a la propuesta – que podría empujar al candidato a responder con un “no”, el vendedor podría decir algo así: “Sr. Fulano, usted ya ha estado estudiando nuestra propuesta durante algún tiempo. ¿Le parecería sensato que pensemos en sentarnos a resumir los detalles?”

Discrepancia. La palabra alude a la tendencia de la gente a contradecir automáticamente lo que otra persona dice. Y ése es otro obstáculo para el éxito de una venta. Y en este caso, tanto vendedor como candidato pueden ser culpables de discrepancia, con resultados igualmente desastrosos.

Discrepancia – que el autor define como “una tendencia instintiva de las personas a resistir, rechazar o responder de manera contraria” – parece ser un reflejo emocional casi universal.

Y la discrepancia también ocurre en la venta. Si usted pregunta a alguien: “¿Lo agarro en un buen momento? Probablemente contestará cautelosamente con algo como : “Eso depende de lo que necesite”. Pero si usted se anticipa a la discrepancia, formulará la pregunta de esta forma “¿Lo agarro en un mal momento?”, que tiene muchas más probabilidades de obtener como respuesta “No, está bien. ¿qué necesita?”
Esta es una técnica conocida como “revertir lo positivo”. Al formular la pregunta en negativo, se pone a la gente en actitud de responder de manera positiva.

Otras estrategias para desarmar este reflejo de discrepancia son:

Hacer más preguntas y menos afirmaciones. Las preguntas son más difíciles de refutar que las afirmaciones porque invitan a la gente a hacer un aporte a la conversación. Esto le ayuda a ampliar su diálogo con el cliente.
Crearse credibilidad. Los candidatos son por naturaleza muy cautelosos con los vendedores que no conocen. Si usted aumenta su credibilidad, reducirá en el otro la necesidad de resistir.
Aprovechar la curiosidad. Si alguien es curioso, querrá saber más. La curiosidad neutraliza el reflejo de discrepancia. QBS se diferencia de otros métodos de ventas porque trata de crear una conversación de beneficio mutuo entre comprador y vendedor. Al tomarse el tiempo que hace falta para provocar la curiosidad del candidato, hasta la venta más común va a tener mucho más impacto.

Cinco formas de provocar curiosidad:

1. Preguntas provocativas. No desestime el poder de frases como “¿Sabe qué?”. Ese tipo de preguntas, por naturaleza, hacen que la gente se detenga y se pregunte porqué dice usted eso.

2. Información incompleta. Transmita sólo la información suficiente como para que los candidatos quieran hacerle más preguntas.

3. Vaga sugerencia del valor. Si su producto o servicio podría ser usado para ayudar al candidato a ahorrar dinero o reducir plazos, sugiera esta solución sin dar demasiados detalles.

4. Novedad y exclusividad. Así como la “teoría del rebaño” se apoya en el hecho que a nadie le gusta quedarse afuera, mostrar algo nuevo y brillante tiene una atractivo tremendo.

La teoría del rebaño

Un método efectivo de crear curiosidad utiliza lo que Freese llama la “teoría del rebaño”. Esta teoría está basada en el miedo básico que los humanos sienten a que los dejen afuera.

Si la mayoría de las empresas en una industria parecen interesarse en un determinado producto o servicio, otras empresas también se van a interesar. Use entonces sus ventas a otras empresas de la misma industria como punto de partida mostrando que usted ha resuelto problemas similares en otra organización. En lugar de confiar en los testimonios del “consumidor feliz”, QBS transmite la sensación de “esto se viene con todo” al indicar que si tantos otros están interesados en su producto, debe ser porque hay una buena razón.

Demuestre su credibilidad

Una vez que ha logrado despertar la curiosidad de su interlocutor y que consiguió su tiempo y su atención, podrá fijar un foro de venta QBS, o sea un momento y un lugar para reunirse con el candidato y comenzar la verdadera venta de su producto o servicio. El foro de venta es, entonces, el lugar donde se produce la acción.

En ese foro, su primera prioridad será demostrar su credibilidad; es decir, transmitir una impresión favorable al candidato sobre su confiabilidad, credibilidad y competencia. La credibilidad es clave para su éxito como vendedor /a, porque si usted es incapaz de establecer credibilidad al principio del proceso, es improbable que logre cerrar la venta.
QBS muestra cómo hacer esto: estrechando el alcance de sus preguntas al principio de la relación, y luego ampliándolo una vez que ha ganado la confianza del candidato.
Veamos esto con un ejemplo.

Pregunta equivocada para el comienzo. “Hola, señor Fulano, mi nombre es Juan Pérez, de Financial Planners of America. ¿Cuáles son sus objetivos y metas financieras para los próximos cinco años?” (La pregunta está mal porque es de muy amplio alcance y no tiene una contestación fácil).

La primera pregunta debería ser siempre: “¿Puedo hacerle una pregunta?”. Si el candidato dice “sí”, entonces puede comenzar a disparar preguntas de diagnóstico.
Veamos una conversación de muestra:

Vendedor: “¿Cuántos servidores de archivos tiene instalados actualmente?”
Candidato: “Tenemos 22 servidores en el centro y siete en el anexo.”
Vendedor: “¿Su topología de red es Ethernet o Token Ring?”
Candidato: “Ethernet”.
Vendedor: “¿Está usando Microsoft NT o Novell?”
Cantidado: “Microsoft”.
Vendedor: “¿Versión 3.X o 4.X?”

La conversación ya está enganchada. Esas preguntas de diagnóstico permiten que la conversación continúe sin presionar a los candidatos a que divulguen más de lo que quieren.

Descubra las necesidades de los compradores

Al comenzar haciendo preguntas que requieren respuestas cortas, usted se gana el derecho de hacer preguntas más directas, probando con preguntas que le permitan descubrir las necesidades de sus candidatos. La gente compra un producto cuando lo ven como una solución a sus necesidades. Su deber es descubrir esas necesidades. ¿Cómo hacerlo? A medida que va avanzando de las preguntas generales hacia las más específicas, usted acerca el enfoque de su interrogatorio para hacer blanco en las necesidades del candidato.

Para poder identificar esas necesidades, usted debe comprender la diferencia entre necesidades latentes y activas. Las necesidades activas ocurren cuando los candidatos se dan cuenta de que ya no están satisfechos con el status quo; las necesidades latentes son aquellas que el candidato todavía no ha reconocido. Si usted logra descubrir las necesidades latentes y transformarlas en activas, aumentará su probabilidad de éxito.

Presentar soluciones

Entonces habrá llegado el momento de presentar soluciones. Éste es un momento de vital importancia en el proceso de la venta, en el cual usted educa a su candidato sobre el valor de la solución de su producto o servicio. Por lo general esto tiene lugar en una presentación de ventas ante varias personas.

Cuando usted hace una presentación de ventas, el método que propone Freese sugiere que use al público para que le ayude a definir problemas. Y esto lo conseguirá haciéndoles una pregunta disparadora: “¿Hasta qué punto es —– importante?”. Si todos están de acuerdo en que ese tema es importante, usted lo coloca en la pizarra. Luego de definir dos o tres temas importantes, ya está la “agenda común”. Y de ahí en adelante sus planteos apuntarán a solucionar aspectos de esa agenda común.

Estrategias de cierre

Ésta es una de las etapas más riesgosas en el proceso de venta, porque la mayoría de los vendedores /as piden una definición demasiado pronto en el proceso de la venta. QBS no cree en la conveniencia de usar tácticas de alta presión para lograr que los clientes compren algo que en realidad no quieren. Los clientes son más inteligentes que nunca y se van a retirar si se sienten presionados o abrumados. El proceso de QBS es lograr que el cliente vaya avanzando en el proceso sin que el vendedor lo tenga que arrastrar.

Secrets of Question Based Selling
Thomas A. Freese
Sourcebooks Inc.

Thomas A. Freese, consultor, fundador y presidente de QBS Research Inc. , una consultora especializada en metodología de ventas, motivación del comprador y estrategia comercial, tiene también su recomendación. Sin embargo, Secrets of Question Based Selling (QBS, o “Los secretos de la venta basada en preguntas”), el libro que acaba de sacar a la venta, no presenta una fórmula rígida o inflexible sino el esqueleto de una estructura de procedimiento que usa la pregunta como principal herramienta y disminuye el riesgo de fracaso.

El proceso de venta, dice, tiene un solo objetivo: cerrar la venta. Si lo que usted hace motiva al candidato a responder favorablemente, usted se acerca a su meta. Si lo que usted hace motiva al candidato a responder desfavorablemente, usted se aleja de su meta.

Las preguntas pueden reducir los riesgos

La hábil utilización de las preguntas puede ayudar a mejorar la tasa de éxitos, dice Freese. El libro introduce una metodología, que llama de estratificación conversacional, que utiliza el poder de las preguntas. En síntesis, analiza cómo usar preguntas para reducir dos de los mayores riesgos que atentan contra una venta: el rechazo y la discrepancia.

Rechazo. Una forma de reducir el riesgo de rechazo es usar la teoría “del termómetro”, o sea enviar sensores y ver el tipo de respuesta que se obtiene. Sería, por ejemplo algo así como preguntar: “¿Le puedo hacer una pregunta?” Si la persona contesta que sí, entonces ya se obtuvo permiso para proseguir,

Otro ejemplo, tomado del extremo final del proceso de venta, o sea del momento cuando el vendedor está tratando de llegar al cierre. En lugar de exigir un sí o un no a la propuesta – que podría empujar al candidato a responder con un “no”, el vendedor podría decir algo así: “Sr. Fulano, usted ya ha estado estudiando nuestra propuesta durante algún tiempo. ¿Le parecería sensato que pensemos en sentarnos a resumir los detalles?”

Discrepancia. La palabra alude a la tendencia de la gente a contradecir automáticamente lo que otra persona dice. Y ése es otro obstáculo para el éxito de una venta. Y en este caso, tanto vendedor como candidato pueden ser culpables de discrepancia, con resultados igualmente desastrosos.

Discrepancia – que el autor define como “una tendencia instintiva de las personas a resistir, rechazar o responder de manera contraria” – parece ser un reflejo emocional casi universal.

Y la discrepancia también ocurre en la venta. Si usted pregunta a alguien: “¿Lo agarro en un buen momento? Probablemente contestará cautelosamente con algo como : “Eso depende de lo que necesite”. Pero si usted se anticipa a la discrepancia, formulará la pregunta de esta forma “¿Lo agarro en un mal momento?”, que tiene muchas más probabilidades de obtener como respuesta “No, está bien. ¿qué necesita?”
Esta es una técnica conocida como “revertir lo positivo”. Al formular la pregunta en negativo, se pone a la gente en actitud de responder de manera positiva.

Otras estrategias para desarmar este reflejo de discrepancia son:

Hacer más preguntas y menos afirmaciones. Las preguntas son más difíciles de refutar que las afirmaciones porque invitan a la gente a hacer un aporte a la conversación. Esto le ayuda a ampliar su diálogo con el cliente.
Crearse credibilidad. Los candidatos son por naturaleza muy cautelosos con los vendedores que no conocen. Si usted aumenta su credibilidad, reducirá en el otro la necesidad de resistir.
Aprovechar la curiosidad. Si alguien es curioso, querrá saber más. La curiosidad neutraliza el reflejo de discrepancia. QBS se diferencia de otros métodos de ventas porque trata de crear una conversación de beneficio mutuo entre comprador y vendedor. Al tomarse el tiempo que hace falta para provocar la curiosidad del candidato, hasta la venta más común va a tener mucho más impacto.

Cinco formas de provocar curiosidad:

1. Preguntas provocativas. No desestime el poder de frases como “¿Sabe qué?”. Ese tipo de preguntas, por naturaleza, hacen que la gente se detenga y se pregunte porqué dice usted eso.

2. Información incompleta. Transmita sólo la información suficiente como para que los candidatos quieran hacerle más preguntas.

3. Vaga sugerencia del valor. Si su producto o servicio podría ser usado para ayudar al candidato a ahorrar dinero o reducir plazos, sugiera esta solución sin dar demasiados detalles.

4. Novedad y exclusividad. Así como la “teoría del rebaño” se apoya en el hecho que a nadie le gusta quedarse afuera, mostrar algo nuevo y brillante tiene una atractivo tremendo.

La teoría del rebaño

Un método efectivo de crear curiosidad utiliza lo que Freese llama la “teoría del rebaño”. Esta teoría está basada en el miedo básico que los humanos sienten a que los dejen afuera.

Si la mayoría de las empresas en una industria parecen interesarse en un determinado producto o servicio, otras empresas también se van a interesar. Use entonces sus ventas a otras empresas de la misma industria como punto de partida mostrando que usted ha resuelto problemas similares en otra organización. En lugar de confiar en los testimonios del “consumidor feliz”, QBS transmite la sensación de “esto se viene con todo” al indicar que si tantos otros están interesados en su producto, debe ser porque hay una buena razón.

Demuestre su credibilidad

Una vez que ha logrado despertar la curiosidad de su interlocutor y que consiguió su tiempo y su atención, podrá fijar un foro de venta QBS, o sea un momento y un lugar para reunirse con el candidato y comenzar la verdadera venta de su producto o servicio. El foro de venta es, entonces, el lugar donde se produce la acción.

En ese foro, su primera prioridad será demostrar su credibilidad; es decir, transmitir una impresión favorable al candidato sobre su confiabilidad, credibilidad y competencia. La credibilidad es clave para su éxito como vendedor /a, porque si usted es incapaz de establecer credibilidad al principio del proceso, es improbable que logre cerrar la venta.
QBS muestra cómo hacer esto: estrechando el alcance de sus preguntas al principio de la relación, y luego ampliándolo una vez que ha ganado la confianza del candidato.
Veamos esto con un ejemplo.

Pregunta equivocada para el comienzo. “Hola, señor Fulano, mi nombre es Juan Pérez, de Financial Planners of America. ¿Cuáles son sus objetivos y metas financieras para los próximos cinco años?” (La pregunta está mal porque es de muy amplio alcance y no tiene una contestación fácil).

La primera pregunta debería ser siempre: “¿Puedo hacerle una pregunta?”. Si el candidato dice “sí”, entonces puede comenzar a disparar preguntas de diagnóstico.
Veamos una conversación de muestra:

Vendedor: “¿Cuántos servidores de archivos tiene instalados actualmente?”
Candidato: “Tenemos 22 servidores en el centro y siete en el anexo.”
Vendedor: “¿Su topología de red es Ethernet o Token Ring?”
Candidato: “Ethernet”.
Vendedor: “¿Está usando Microsoft NT o Novell?”
Cantidado: “Microsoft”.
Vendedor: “¿Versión 3.X o 4.X?”

La conversación ya está enganchada. Esas preguntas de diagnóstico permiten que la conversación continúe sin presionar a los candidatos a que divulguen más de lo que quieren.

Descubra las necesidades de los compradores

Al comenzar haciendo preguntas que requieren respuestas cortas, usted se gana el derecho de hacer preguntas más directas, probando con preguntas que le permitan descubrir las necesidades de sus candidatos. La gente compra un producto cuando lo ven como una solución a sus necesidades. Su deber es descubrir esas necesidades. ¿Cómo hacerlo? A medida que va avanzando de las preguntas generales hacia las más específicas, usted acerca el enfoque de su interrogatorio para hacer blanco en las necesidades del candidato.

Para poder identificar esas necesidades, usted debe comprender la diferencia entre necesidades latentes y activas. Las necesidades activas ocurren cuando los candidatos se dan cuenta de que ya no están satisfechos con el status quo; las necesidades latentes son aquellas que el candidato todavía no ha reconocido. Si usted logra descubrir las necesidades latentes y transformarlas en activas, aumentará su probabilidad de éxito.

Presentar soluciones

Entonces habrá llegado el momento de presentar soluciones. Éste es un momento de vital importancia en el proceso de la venta, en el cual usted educa a su candidato sobre el valor de la solución de su producto o servicio. Por lo general esto tiene lugar en una presentación de ventas ante varias personas.

Cuando usted hace una presentación de ventas, el método que propone Freese sugiere que use al público para que le ayude a definir problemas. Y esto lo conseguirá haciéndoles una pregunta disparadora: “¿Hasta qué punto es —– importante?”. Si todos están de acuerdo en que ese tema es importante, usted lo coloca en la pizarra. Luego de definir dos o tres temas importantes, ya está la “agenda común”. Y de ahí en adelante sus planteos apuntarán a solucionar aspectos de esa agenda común.

Estrategias de cierre

Ésta es una de las etapas más riesgosas en el proceso de venta, porque la mayoría de los vendedores /as piden una definición demasiado pronto en el proceso de la venta. QBS no cree en la conveniencia de usar tácticas de alta presión para lograr que los clientes compren algo que en realidad no quieren. Los clientes son más inteligentes que nunca y se van a retirar si se sienten presionados o abrumados. El proceso de QBS es lograr que el cliente vaya avanzando en el proceso sin que el vendedor lo tenga que arrastrar.

Secrets of Question Based Selling
Thomas A. Freese
Sourcebooks Inc.

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