Según Robert Garfield, la publicidad del Super Bowl fue un fiasco

Público y expertos, que año a año se reúnen frente a la televisión para seguir la transmisión deportiva más famosa del país y también la publicidad más cara de la TV norteamericana, criticaron la calidad moral de los avisos de este año.

4 febrero, 2008

El 26 de enero en San Diego el espectáculo publicitario del Super Bowl, el más caro de la televisión norteamericana, ni conmovió ni entusiasmó a la gente. Hubo porno suave, triviales campañas de caridad, etnias ridiculizadas y niños aterrorizados.
Se supone que es en esa ocasión en que se puede ver lo mejor que tiene Madison Avenue para ofrecer durante el año. Hubo algunos aciertos, pero en general, los comentarios – depúblico y expertos – fueron adversos en su gran mayoría.

Bob Garfield, crítico publicitario de ADAge, encontró malos tantos comerciales del show de este año que su informe dura la totalidad de los 7 minutos que dedica siempre al final de los partidos. Más allá de la calidad creativa o de la eficacia para lograr ventas, Garfield hace las grandes preguntas culturales sobre los cortos televisivos. Por ejemplo, ¿es aceptable usar imágenes que pueden asustar a los niños, como hicieron este año Audi y CareerBuilder.com? ¿Es correcto convertir un marqueting por la causa del cáncer o SIDA en una propuesta de venta para productos difíciles como McDonald’s? ¿El aviso de Victoria Secret tenía algún otro propósito que el de alimentar las fantasías masturbatorias de los hombres? ¿Fue correcto que Pepsi presentara su Diet Pepsi Max como si fuera más un remedio que una gaseosa?

El 26 de enero en San Diego el espectáculo publicitario del Super Bowl, el más caro de la televisión norteamericana, ni conmovió ni entusiasmó a la gente. Hubo porno suave, triviales campañas de caridad, etnias ridiculizadas y niños aterrorizados.
Se supone que es en esa ocasión en que se puede ver lo mejor que tiene Madison Avenue para ofrecer durante el año. Hubo algunos aciertos, pero en general, los comentarios – depúblico y expertos – fueron adversos en su gran mayoría.

Bob Garfield, crítico publicitario de ADAge, encontró malos tantos comerciales del show de este año que su informe dura la totalidad de los 7 minutos que dedica siempre al final de los partidos. Más allá de la calidad creativa o de la eficacia para lograr ventas, Garfield hace las grandes preguntas culturales sobre los cortos televisivos. Por ejemplo, ¿es aceptable usar imágenes que pueden asustar a los niños, como hicieron este año Audi y CareerBuilder.com? ¿Es correcto convertir un marqueting por la causa del cáncer o SIDA en una propuesta de venta para productos difíciles como McDonald’s? ¿El aviso de Victoria Secret tenía algún otro propósito que el de alimentar las fantasías masturbatorias de los hombres? ¿Fue correcto que Pepsi presentara su Diet Pepsi Max como si fuera más un remedio que una gaseosa?

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades