Se recalienta una guerra de avisos por Internet

Los avisos intrusivos de Gator Corporation por Internet han provocado una ola de demandas por parte de sitios y portales. Esto incluye al Washington Post, United Parcel Service (UPS) y Extended Stay A

27 noviembre, 2002

Hace algunos días Gator solicitó a un juez de San Francisco
que impidiera a ESA bloquear sus avisos “pop-up“, arguyendo
que los usuarios los aceptan a cambio de software gratuito, útil
para almacenar información, loguearse en sitios Web e ingresar claves.
Al respecto, la recurrente señaló que suele avisar en los portales
de otras empresas. A su vez, UPS reclama porque, cuando los usuarios de Gator
visitan su portal, a menudo ven avisos de servicios que compiten con UPS.

En otras palabras, los avisos indiscretos vienen con el software, así
como los “spams” vienen con los correos electrónicos gratuitos.
Cuando alguien sube a la Web usando el soft Gator y visita sitios de terceros,
esa publicidad aparece y reaparece sin cesar. La evolución de los tres
casos (Post, ESA, UPS) “quizá determine si los propietarios de un
sitio pueden controlar sus propios contenidos”, sostiene Terence Ross,
abogado de los grupos de medios que adhieren a la demanda del Post (Gannett,
Knight Ridder
y New York Times).

“Si perdemos, adiós sitios gratuitos: los avisadores furtivos
tipo Gator los dejarán sin ingresos publicitarios”
Del otro lado, creen que “un solo fallo contra Gator dará a los
sitios demasiado control de materiales dirigidos al usuario final”. Es
la postura de la organización no gubernamental Electronic Frontier Foundation
(EFF), que sigue los casos y considera apoyar a Gator. “Todo esto remite
a definir quién controla la computadora cuando alguien navega por Internet
¿El usuario o el sitio Web que está visitando?”. EFF admite
que Gator inspira resquemores: mucha gente no está segura de cómo
han llegado a su máquina ese software y sus avisos intrusivos.

En su propia demanda, Gator afirma que no viola derechos de otros operadores
o propietarios de sitios y que ESA “no tiene derecho a impedir que los
usuarios de PC opten por nuestro software y sus contenidos, avisos inclusive”.
Pero varios juristas independientes califican la presentación de falaz,
oscuro y mal redactada, defecto común en la Red. La misma compañía
ha radicado una acción en Virginia, donde un tribunal federal ya le ordenó
cesar los avisos “pop-up“. El dictamen abarca los sitios que
actualmente litigar contra Gator.

Hace algunos días Gator solicitó a un juez de San Francisco
que impidiera a ESA bloquear sus avisos “pop-up“, arguyendo
que los usuarios los aceptan a cambio de software gratuito, útil
para almacenar información, loguearse en sitios Web e ingresar claves.
Al respecto, la recurrente señaló que suele avisar en los portales
de otras empresas. A su vez, UPS reclama porque, cuando los usuarios de Gator
visitan su portal, a menudo ven avisos de servicios que compiten con UPS.

En otras palabras, los avisos indiscretos vienen con el software, así
como los “spams” vienen con los correos electrónicos gratuitos.
Cuando alguien sube a la Web usando el soft Gator y visita sitios de terceros,
esa publicidad aparece y reaparece sin cesar. La evolución de los tres
casos (Post, ESA, UPS) “quizá determine si los propietarios de un
sitio pueden controlar sus propios contenidos”, sostiene Terence Ross,
abogado de los grupos de medios que adhieren a la demanda del Post (Gannett,
Knight Ridder
y New York Times).

“Si perdemos, adiós sitios gratuitos: los avisadores furtivos
tipo Gator los dejarán sin ingresos publicitarios”
Del otro lado, creen que “un solo fallo contra Gator dará a los
sitios demasiado control de materiales dirigidos al usuario final”. Es
la postura de la organización no gubernamental Electronic Frontier Foundation
(EFF), que sigue los casos y considera apoyar a Gator. “Todo esto remite
a definir quién controla la computadora cuando alguien navega por Internet
¿El usuario o el sitio Web que está visitando?”. EFF admite
que Gator inspira resquemores: mucha gente no está segura de cómo
han llegado a su máquina ese software y sus avisos intrusivos.

En su propia demanda, Gator afirma que no viola derechos de otros operadores
o propietarios de sitios y que ESA “no tiene derecho a impedir que los
usuarios de PC opten por nuestro software y sus contenidos, avisos inclusive”.
Pero varios juristas independientes califican la presentación de falaz,
oscuro y mal redactada, defecto común en la Red. La misma compañía
ha radicado una acción en Virginia, donde un tribunal federal ya le ordenó
cesar los avisos “pop-up“. El dictamen abarca los sitios que
actualmente litigar contra Gator.

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