Resultados de marketing, ¿una lotería?
Uno de los secretos mejor guardados en el negocio publicitario es que casi nadie queda nunca completamente satisfecho con los resultados de una campaña de marketing.
El marketing es un arte. No hay MBA ni agencia superestrella que pueda garantizar resultados maravillosos. Ni los más expertos tienen todas las respuestas. Por eso es que todo responsable de un negocio debe hacer un gran esfuerzo por asegurarse de que el marketing funciona lo mejor posible.
Hacer actividades de marketing es una tarea impredecible y llena de sorpresas. A veces una campaña de radio no genera ni una sola venta y otras veces una campaña similar, también de radio duplica las ventas en una semana. Hay veces que una aviso de una página en un diario nacional no obtiene resultados y otras veces un aviso similar en diarios menos prestigiosos logran una respuesta impresionante.
Cuando el aviso fracasa, el primer impulso es siempre culpar al medio elegido. Y sin embargo, no hay ningún medio que no pueda dar satisfacciones. Si un aviso no funciona, es posible que haya fallado alguna otra variable. Puede no ser suficientemente atractivo, puede no ser creíble, o puede haber aparecido en mal momento…
Por lo general, es preferible nunca gastar demasiado en una determinada campaña hasta no haberla probado primero con un presupuesto limitado.
El marketing es un arte. No hay MBA ni agencia superestrella que pueda garantizar resultados maravillosos. Ni los más expertos tienen todas las respuestas. Por eso es que todo responsable de un negocio debe hacer un gran esfuerzo por asegurarse de que el marketing funciona lo mejor posible.
Hacer actividades de marketing es una tarea impredecible y llena de sorpresas. A veces una campaña de radio no genera ni una sola venta y otras veces una campaña similar, también de radio duplica las ventas en una semana. Hay veces que una aviso de una página en un diario nacional no obtiene resultados y otras veces un aviso similar en diarios menos prestigiosos logran una respuesta impresionante.
Cuando el aviso fracasa, el primer impulso es siempre culpar al medio elegido. Y sin embargo, no hay ningún medio que no pueda dar satisfacciones. Si un aviso no funciona, es posible que haya fallado alguna otra variable. Puede no ser suficientemente atractivo, puede no ser creíble, o puede haber aparecido en mal momento…
Por lo general, es preferible nunca gastar demasiado en una determinada campaña hasta no haberla probado primero con un presupuesto limitado.
