Remuneración del CEO: dos casos diferentes

En cuanto a remuneración de ejecutivos, el tema está librado, como corresponde, a la decisión de cada empresa. Pero aunque se advierten cambios, las cifras de este año prueban que los directorios siguen pensando en clave de abundancia.

7 abril, 2004

Dada la naturaleza humana, pocos esperan que sean los ejecutivos mismos quienes soliciten una reducción de salario. Y como los directorios parecen renuentes a hacer tal cosa, algunos críticos concluyen que el sistema está irremediablemente estropeado.

Sin embargo, hay algunos ejecutivos de empresa que no se apropian hasta de la última gratificación posible y que adhieren al concepto de “suficiente” en lugar de “cada vez más”. Uno de ellos es James D. Sinegal de Costco Wholesale. Su paquete remuneratorio parece sacado de otro siglo, especialmente cuando se lo compara con la cuantiosa remuneración de Henry R. Silverman de Cendant. Una mirada a esos dos directores ejecutivos brinda un marcado contraste de cómo las empresas de Estados Unidos están encarando estos días el tema de la remuneración de sus líderes.

Costco

El salario anual que cobró en 2003 James Sinegal, presidente y director ejecutivo de Costco, los almacenes minoristas con sede en Issaquah, Washington, fue de US$ 350.000, no muy diferente de los US$ 300.000 que ganaba 10 años antes. Recibió 150.000 opciones accionarias el año pasado pero rechazó un bono en cada uno de los últimos tres años. Los términos de su contrato de empleo podrían caber en un bolsillo.

En su condición de fundador de Costco, Sinegal (68 años) amasó una enorme participación en la compañía: tres millones de acciones. A precios actuales, eso equivale a US$ 113 millones.

“Lo que más llama la atención”, dice el especialista en remuneración ejecutiva Brian Foley, “ es que no haya pedido un paquete de indemnización por cese de empleo”. Foley explicó que las ganancias de Sinegal por salario, bono y opciones accionarias ejercidas durante los últimos diez años totalizaron menos de US$ 11 millones, o un promedio de US$ 1,1 millón al año. Si a eso se le agrega el valor de sus opciones no ejercidas al final del año fiscal 2003, salario, bono y opciones accionarias totalizan US$ 25 millones en toda la década. Muchos directores ejecutivos hicieron más del doble solamente el año pasado.

De hecho, miembros de la comisión de remuneración de Costco describen el sueldo de Singal con una palabra rara vez utilizada en conexión con sueldos ejecutivos: “Insuficiente”.

Cendant

El año pasado Henry Silverman, presidente y CEO de Cendant, el grupo que abarca operaciones de turismo, bienes raíces y marketing directo, recibió un salario anual de US$ 3,3 millones más un bono de US$ 14 millones; ejerció además US$ 37 millones en ganancias por opciones accionarias. Pero la cosa no paró ahí. En 2003, los accionistas de Cendant aportaron US$ 1.025 millones para el plan jubilatorio de Silverman y pagaron primas de US$ 4.574 millones por una póliza de seguro de vida por valor de US$ 100 millones.

Cendant, además, extrema los recaudos para asegurarse que Silverman, quien ha sido director ejecutivo de la compañía y su predecesora desde 1990, reciba cada centavo de lo que le corresponde. En el año 2002, por un error administrativo, la compañía le pagó US$ 50.000 de menos. Para subsanar el error se hizo un ajuste en la nómina correspondiente a 2003. Esos US$ 50.000 que la compañía se apresuró a reembolsarle, explica el apoderado de la compañía, representaban menos de la mitad de 1% de su salario y bono de 2002.

Aunque el año pasado no recibió opciones, ha percibido tantas subvenciones a lo largo de los años que el valor de sus opciones no ejercidas totalizaba US$ 287 millones a finales del año pasado. Posee 41,6 millones de acciones Cendant, 4.07 % del capital en circulación. A precios recientes, esa participación vale más de US$ 1.000 millones.

Los términos de su contrato de empleo a 10 años – firmado en julio de 2002 — son igualmente generosos. El contrato asegura que la compañía le brindará — de por vida – obra social y médica, apoyo de oficina y administrativo, derecho al uso del avión de la empresa como cualquier otro alto ejecutivo de la empresa en ejercicio, auto con chofer, personal de seguridad para viajes de negocios y reembolso de cualquier viático adecuadamente documentado.

Luego está el acuerdo de asesoramiento post-jubilación, que da a Silverman US$ 83.000 por mes (o US$ 996.000 al año) por todos los años que tenga vida. A cambio de esa paga, Silverman se compromete a brindar consejos y servicios a Cendant durante no más de 90 días al año.

“Este nivel de beneficio es más apropiado para un lord en su feudo que para el CEO de una empresa que cotiza en bolsa”, comenta Paul Hodgson, socio investigador de Corporate Library, una organización que investiga cuestiones de gobierno de la empresa.

Dada la naturaleza humana, pocos esperan que sean los ejecutivos mismos quienes soliciten una reducción de salario. Y como los directorios parecen renuentes a hacer tal cosa, algunos críticos concluyen que el sistema está irremediablemente estropeado.

Sin embargo, hay algunos ejecutivos de empresa que no se apropian hasta de la última gratificación posible y que adhieren al concepto de “suficiente” en lugar de “cada vez más”. Uno de ellos es James D. Sinegal de Costco Wholesale. Su paquete remuneratorio parece sacado de otro siglo, especialmente cuando se lo compara con la cuantiosa remuneración de Henry R. Silverman de Cendant. Una mirada a esos dos directores ejecutivos brinda un marcado contraste de cómo las empresas de Estados Unidos están encarando estos días el tema de la remuneración de sus líderes.

Costco

El salario anual que cobró en 2003 James Sinegal, presidente y director ejecutivo de Costco, los almacenes minoristas con sede en Issaquah, Washington, fue de US$ 350.000, no muy diferente de los US$ 300.000 que ganaba 10 años antes. Recibió 150.000 opciones accionarias el año pasado pero rechazó un bono en cada uno de los últimos tres años. Los términos de su contrato de empleo podrían caber en un bolsillo.

En su condición de fundador de Costco, Sinegal (68 años) amasó una enorme participación en la compañía: tres millones de acciones. A precios actuales, eso equivale a US$ 113 millones.

“Lo que más llama la atención”, dice el especialista en remuneración ejecutiva Brian Foley, “ es que no haya pedido un paquete de indemnización por cese de empleo”. Foley explicó que las ganancias de Sinegal por salario, bono y opciones accionarias ejercidas durante los últimos diez años totalizaron menos de US$ 11 millones, o un promedio de US$ 1,1 millón al año. Si a eso se le agrega el valor de sus opciones no ejercidas al final del año fiscal 2003, salario, bono y opciones accionarias totalizan US$ 25 millones en toda la década. Muchos directores ejecutivos hicieron más del doble solamente el año pasado.

De hecho, miembros de la comisión de remuneración de Costco describen el sueldo de Singal con una palabra rara vez utilizada en conexión con sueldos ejecutivos: “Insuficiente”.

Cendant

El año pasado Henry Silverman, presidente y CEO de Cendant, el grupo que abarca operaciones de turismo, bienes raíces y marketing directo, recibió un salario anual de US$ 3,3 millones más un bono de US$ 14 millones; ejerció además US$ 37 millones en ganancias por opciones accionarias. Pero la cosa no paró ahí. En 2003, los accionistas de Cendant aportaron US$ 1.025 millones para el plan jubilatorio de Silverman y pagaron primas de US$ 4.574 millones por una póliza de seguro de vida por valor de US$ 100 millones.

Cendant, además, extrema los recaudos para asegurarse que Silverman, quien ha sido director ejecutivo de la compañía y su predecesora desde 1990, reciba cada centavo de lo que le corresponde. En el año 2002, por un error administrativo, la compañía le pagó US$ 50.000 de menos. Para subsanar el error se hizo un ajuste en la nómina correspondiente a 2003. Esos US$ 50.000 que la compañía se apresuró a reembolsarle, explica el apoderado de la compañía, representaban menos de la mitad de 1% de su salario y bono de 2002.

Aunque el año pasado no recibió opciones, ha percibido tantas subvenciones a lo largo de los años que el valor de sus opciones no ejercidas totalizaba US$ 287 millones a finales del año pasado. Posee 41,6 millones de acciones Cendant, 4.07 % del capital en circulación. A precios recientes, esa participación vale más de US$ 1.000 millones.

Los términos de su contrato de empleo a 10 años – firmado en julio de 2002 — son igualmente generosos. El contrato asegura que la compañía le brindará — de por vida – obra social y médica, apoyo de oficina y administrativo, derecho al uso del avión de la empresa como cualquier otro alto ejecutivo de la empresa en ejercicio, auto con chofer, personal de seguridad para viajes de negocios y reembolso de cualquier viático adecuadamente documentado.

Luego está el acuerdo de asesoramiento post-jubilación, que da a Silverman US$ 83.000 por mes (o US$ 996.000 al año) por todos los años que tenga vida. A cambio de esa paga, Silverman se compromete a brindar consejos y servicios a Cendant durante no más de 90 días al año.

“Este nivel de beneficio es más apropiado para un lord en su feudo que para el CEO de una empresa que cotiza en bolsa”, comenta Paul Hodgson, socio investigador de Corporate Library, una organización que investiga cuestiones de gobierno de la empresa.

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