¿Por qué fracasan los procesos de calidad?
Para muchas empresas, es tan importante conocer los principios y las metodologías de calidad como conocer las verdaderas restricciones o limitaciones, que en su totalidad son internas a la organización.
En este sentido, existen casi siempre los mismos motivos principales, que pueden operar en forma individual o conjunta, dado que muchos son consecuencia unos de otros:
· Inexistencia de pensamiento y planeamiento estratégico.
· Otorgar poca importancia y poco tiempo para conocer y comprender a los sectores y los nichos objetivos de mercado: es totalmente ineficiente e inefectivo diseñar un sistema de gestión de calidad si no se conocen las necesidades, las expectativas y las frustraciones.
· La estrategia de calidad es una estrategia de un sector específico y no es una estrategia de la organización.
· Carencia de decisión estratégica con sentido, orientación y significado: nadie hace más kilómetros si no sabe adónde va y para qué.
· Falta de una dirección profesionalizada, o bien si esta existe, conformación de internas con intereses o ideas contrapuestas.
· Liderazgo reactivo, poco comprometido con el sistema de gestión de calidad.
· Falta de trabajo en equipo en forma sostenida y en toda la organización.
· Incorporar el sistema de gestión de calidad como modelo complementario, en forma tibia y en algunos sectores: en el mediano plazo no se puede implementar calidad, satisfacer, deleitar y hasta fidelizar a los clientes, si se aplica en forma leve y en algunas áreas o sectores sí y en otros no.
· No saber manejar e instalar el proceso de cambio y quedar atrapado por las resistencias, en vez de presionar y vencerlas en favor de todos.
· Gerentes que no asumen riesgos y cobradores de sueldo, y procesos que nunca se completan: en el mundo y la Argentina todavía hay bastantes.
Por Rubén Roberto Rico
Tomado de
Líderes del Tercer Milenio
(c) Clarín y MERCADO
En este sentido, existen casi siempre los mismos motivos principales, que pueden operar en forma individual o conjunta, dado que muchos son consecuencia unos de otros:
· Inexistencia de pensamiento y planeamiento estratégico.
· Otorgar poca importancia y poco tiempo para conocer y comprender a los sectores y los nichos objetivos de mercado: es totalmente ineficiente e inefectivo diseñar un sistema de gestión de calidad si no se conocen las necesidades, las expectativas y las frustraciones.
· La estrategia de calidad es una estrategia de un sector específico y no es una estrategia de la organización.
· Carencia de decisión estratégica con sentido, orientación y significado: nadie hace más kilómetros si no sabe adónde va y para qué.
· Falta de una dirección profesionalizada, o bien si esta existe, conformación de internas con intereses o ideas contrapuestas.
· Liderazgo reactivo, poco comprometido con el sistema de gestión de calidad.
· Falta de trabajo en equipo en forma sostenida y en toda la organización.
· Incorporar el sistema de gestión de calidad como modelo complementario, en forma tibia y en algunos sectores: en el mediano plazo no se puede implementar calidad, satisfacer, deleitar y hasta fidelizar a los clientes, si se aplica en forma leve y en algunas áreas o sectores sí y en otros no.
· No saber manejar e instalar el proceso de cambio y quedar atrapado por las resistencias, en vez de presionar y vencerlas en favor de todos.
· Gerentes que no asumen riesgos y cobradores de sueldo, y procesos que nunca se completan: en el mundo y la Argentina todavía hay bastantes.
Por Rubén Roberto Rico
Tomado de
Líderes del Tercer Milenio
(c) Clarín y MERCADO
