¿Por qué es real la campaña de Coca-Cola?

Está centrada en la palabra “real” y marca un giro de 180° con respecto a todas las convenciones de la publicidad de gaseosas. Es real comparada con campañas anteriores, que pintaban un mundo donde una gaseosa produce felicidad.

15 enero, 2003

Los avisos, que tiran todas las convenciones juntas a la basura, presentan personas
conocidas comportándose como gente real. Ninguno muestra los consabidos
grupos de jóvenes rebosantes de alegría por compartir el refresco;
tampoco botellas escarchadas rebosando espumosa y refrescante bebida, y tampoco
aquellos cuerpos jóvenes empinando felicidad embotellada o enlatada.

La agencia Berlin Cameron & Partners/Red Cell, Nueva York, trabajó
sobre la premisa que los americanos están hartos de artilugios, artificios
y recursos poco auténticos, y decidió por tanto terminar con las
tonterías. Entonces, si beber una gaseosa sin respirar hace eructar, muestra
un eructo.

Sin embargo, apenas nacida, la campaña ya tiene sus críticos. Son
los que dicen que, la bebida -como tal – no tiene nada de real. ¿Qué
hay en una gaseosa que sea más o menos auténtico que cualquier otra
cosa? ¿Es el jarabe de fructosa de maíz? ¿Es el colorante,
real? ¿Es el agua carbonatada? La Coca no es un jugo, del cual se podría
decir que es real y verdadero. La Coca es una bebida compuesta, y de fórmula
bien guardada.

Bob Garfield, en la reseña publicitaria que escribe en Advertising Age,
conjetura que Coca-Cola Co., en su desesperación por encontrar un mensaje
y un estilo coherentes, volvió nostálgicamente a aquel exitoso tema
de los ´70, cuando Coca-Cola era “The real thing”…. comparada con
Pepsi.

Esta campaña, dice Garfield, es mucho más atractiva que todo lo
que ha venido haciendo Coca-Cola en los últimos años, pero eso no
es mucho decir. Lo que sigue faltando es foco en el producto, en las cualidades
intrínsecas de Coca-Cola que son la razón “real” por la
cual la gente la compra.

Los avisos, que tiran todas las convenciones juntas a la basura, presentan personas
conocidas comportándose como gente real. Ninguno muestra los consabidos
grupos de jóvenes rebosantes de alegría por compartir el refresco;
tampoco botellas escarchadas rebosando espumosa y refrescante bebida, y tampoco
aquellos cuerpos jóvenes empinando felicidad embotellada o enlatada.

La agencia Berlin Cameron & Partners/Red Cell, Nueva York, trabajó
sobre la premisa que los americanos están hartos de artilugios, artificios
y recursos poco auténticos, y decidió por tanto terminar con las
tonterías. Entonces, si beber una gaseosa sin respirar hace eructar, muestra
un eructo.

Sin embargo, apenas nacida, la campaña ya tiene sus críticos. Son
los que dicen que, la bebida -como tal – no tiene nada de real. ¿Qué
hay en una gaseosa que sea más o menos auténtico que cualquier otra
cosa? ¿Es el jarabe de fructosa de maíz? ¿Es el colorante,
real? ¿Es el agua carbonatada? La Coca no es un jugo, del cual se podría
decir que es real y verdadero. La Coca es una bebida compuesta, y de fórmula
bien guardada.

Bob Garfield, en la reseña publicitaria que escribe en Advertising Age,
conjetura que Coca-Cola Co., en su desesperación por encontrar un mensaje
y un estilo coherentes, volvió nostálgicamente a aquel exitoso tema
de los ´70, cuando Coca-Cola era “The real thing”…. comparada con
Pepsi.

Esta campaña, dice Garfield, es mucho más atractiva que todo lo
que ha venido haciendo Coca-Cola en los últimos años, pero eso no
es mucho decir. Lo que sigue faltando es foco en el producto, en las cualidades
intrínsecas de Coca-Cola que son la razón “real” por la
cual la gente la compra.

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