Perdón, el error es mío

En la relación empresa cliente se producen infinidad de errores, muchas veces de la parte empresarial. Más que negarlo, conviene admitirlo. Eso permite corregir errores, entrar en contacto directo con el cliente y generar una relación fructífera.

26 septiembre, 2012

<p>Todos cometemos errores y a ninguno nos gusta admitirlos. Como empresarios, dice Michael Houlihan en Entrepreneur, nos preocupa la intolerancia de los clientes con nuestras equivocaciones y traspi&eacute;s. Pero lo cierto es que negar un error s&oacute;lo contribuye a magnificarlo y genera situaciones inc&oacute;modas que terminan da&ntilde;ando la reputaci&oacute;n de la empresa. Pero un error bien manejado puede marcar el inicio de una buena relaci&oacute;n, generar mejoras y beneficiar la marca.<br />
Algunas sugerencias para manejar equivocaciones propias:<br />
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1.<strong> Admitirlo.</strong> A la gente no le disgusta alguna que otra imperfecci&oacute;n despu&eacute;s de todo. Demuestra un nivel de autenticidad, vulnerabilidad y humanidad con lo que todos nos identificamos. Adem&aacute;s es m&aacute;s dif&iacute;cil enojarse con alguien que dice &ldquo;Usted tiene raz&oacute;n. Yo met&iacute; la pata&rdquo; que con alguien que insiste en que no tuvo nada que ver… aunque uno sepa que s&iacute;. <br />
<br />
2<strong>. Reconocer c&oacute;mo fue que ocurri&oacute;</strong>. Cuando usted investiga c&oacute;mo y por qu&eacute; ocurri&oacute; el error podr&aacute; corregir el procedimiento o proceso defectuoso. A menudo el verdadero progreso en las compa&ntilde;&iacute;as se apoya sobre las espaldas de los errores y las mejoras que originan.</p>
<p>3. <strong>No acusar a nadie.</strong> Si usted tiene la responsabilidad sobre el producto terminado el cliente le considerar&aacute; responsable por una falla — aunque no sea de su responsabilidad directa. En lugar de se&ntilde;alar culpables, conc&eacute;ntrese en lo que puede hacer para impedir que la situaci&oacute;n se repita.</p>
<p>4. <strong>Ponerlo por escrito.</strong> Cuando uno acaba de superar un problema supone que siempre se va a acordar de lo que ocurri&oacute; y que nunca m&aacute;s va a pasar. Pero no es exactamente as&iacute;. El tiempo pasa, la memoria se desdibuja y los viejos h&aacute;bitos vuelven a instalarse. Adem&aacute;s, las experiencias deben pasar de una generaci&oacute;n a la siguiente. Por eso, deje constancia escrita de lo acontecido, explicando c&oacute;mo surgi&oacute;, qu&eacute; fue lo que se hizo mal y c&oacute;mo se logr&oacute; arreglar la situaci&oacute;n. De esa forma la experiencia vivida le sirve a otra gente que en el futuro podr&iacute;a tropezar con lo mismo.</p>
<p>5. <strong>Resolver que no volver&aacute; a ocurrir</strong>. Recuerde que lo que m&aacute;s queda fijado en la mente de los clientes es no el percance sino la forma en que fue manejado. No pierda la valios&iacute;sima oportunidad de mostrar su honestidad, de reducir el drama y de mejorar la forma en que funciona su empresa. Es as&iacute; como los errores se convierten en algo bueno.</p>

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