Peligran los planes de seguros de los altos ejecutivos

Las pólizas de seguro de vida de muchos altos ejecutivos en Estados Unidos podrían peligrar a causa de la nueva ley de responsabilidad corporativa.

7 marzo, 2003

Esas políticas especiales, conocidas como seguro de dólar partido, pueden significar enormes cantidades de dinero adicional para los ejecutivos. En el caso de Martha Stewart, por ejemplo, sus dos pólizas podrían pagar US$ 27 millones a su muerte, pero antes, ella podría convertirlas en efectivo por aproximadamente US$ 18 millones.

En julio 2002, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley de Responsabilidad Corporativa, que prohíbe expresamente los préstamos de una compañía a sus ejecutivos. Ahora, según la interpretación de los abogados y expertos en compensación e impuestos, las bonificaciones en forma de pólizas de dólares partidos, podrían considerarse préstamos sin intereses porque la corporación termina siendo reembolsada.

La incertidumbre sobre las pólizas prácticamente ha detenido su venta hasta tanto el gobierno clarifique su significado.
Las pólizas de dólares partidos, llamadas así porque según el documento la compañía y los ejecutivos se reparten los beneficios, han sido una característica de la compensación ejecutiva durante casi cuatro años. Por lo general, la empresa paga cerca de 100 por ciento de las bonificaciones, que crecen libres de impuestos dentro de la póliza de seguro y al cabo de una década o dos se convierten en una montaña de dinero. Cuando el o la ejecutiva se retira, la corporación obtiene el repago – sin intereses – de la acumulación de efectivo por los millones que ha contribuido en bonificaciones (premiums).

Las pólizas se configuran de manera tal que el efectivo remanente paga por bonificaciones durante el resto de la vida del ejecutivo, dejando el beneficio por muerte a sus herederos. Por otro lado, luego de que se repaga a la corporación, el ejecutivo puede hacer retiros regulares de su póliza, libres de impuestos, y gastar el dinero durante su retiro, aunque debe tener cuidado de dejar suficiente efectivo en la póliza para seguir pagando bonificaciones. Si la póliza caduca, los préstamos se vuelven imponibles.
Si bien el seguro de dólar partido siempre ha sido un silencioso modo de retribución que benefició a ejecutivos durante décadas, su desaparición podría tener profundas consecuencias. Los agentes de seguros podrían dejar de percibir enormes comisiones, las compañías de seguros sufrirán mermas en su ingresos y las empresas comienzan a mirar hacia otra parte para encontrar formas de bonificar a sus ejecutivos preferidos sin tener que pagar impuestos por ellas.

Esas políticas especiales, conocidas como seguro de dólar partido, pueden significar enormes cantidades de dinero adicional para los ejecutivos. En el caso de Martha Stewart, por ejemplo, sus dos pólizas podrían pagar US$ 27 millones a su muerte, pero antes, ella podría convertirlas en efectivo por aproximadamente US$ 18 millones.

En julio 2002, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley de Responsabilidad Corporativa, que prohíbe expresamente los préstamos de una compañía a sus ejecutivos. Ahora, según la interpretación de los abogados y expertos en compensación e impuestos, las bonificaciones en forma de pólizas de dólares partidos, podrían considerarse préstamos sin intereses porque la corporación termina siendo reembolsada.

La incertidumbre sobre las pólizas prácticamente ha detenido su venta hasta tanto el gobierno clarifique su significado.
Las pólizas de dólares partidos, llamadas así porque según el documento la compañía y los ejecutivos se reparten los beneficios, han sido una característica de la compensación ejecutiva durante casi cuatro años. Por lo general, la empresa paga cerca de 100 por ciento de las bonificaciones, que crecen libres de impuestos dentro de la póliza de seguro y al cabo de una década o dos se convierten en una montaña de dinero. Cuando el o la ejecutiva se retira, la corporación obtiene el repago – sin intereses – de la acumulación de efectivo por los millones que ha contribuido en bonificaciones (premiums).

Las pólizas se configuran de manera tal que el efectivo remanente paga por bonificaciones durante el resto de la vida del ejecutivo, dejando el beneficio por muerte a sus herederos. Por otro lado, luego de que se repaga a la corporación, el ejecutivo puede hacer retiros regulares de su póliza, libres de impuestos, y gastar el dinero durante su retiro, aunque debe tener cuidado de dejar suficiente efectivo en la póliza para seguir pagando bonificaciones. Si la póliza caduca, los préstamos se vuelven imponibles.
Si bien el seguro de dólar partido siempre ha sido un silencioso modo de retribución que benefició a ejecutivos durante décadas, su desaparición podría tener profundas consecuencias. Los agentes de seguros podrían dejar de percibir enormes comisiones, las compañías de seguros sufrirán mermas en su ingresos y las empresas comienzan a mirar hacia otra parte para encontrar formas de bonificar a sus ejecutivos preferidos sin tener que pagar impuestos por ellas.

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