Para que las fábricas no mueran

Cómo hizo Estados Unidos para lograr el resurgimiento de su producción y, cómo explicar cuáles son los caminos posibles para resurgir y triunfar.

18 febrero, 2000

Durante los años ´80 en Estados Unidos nadie se habría animado a apostar al futuro de las fábricas, que parecían derrotadas para siempre por la ineficiencia, la mala calidad y la falta de innovación. Había comenzado la caída del imperio de Estados Unidos, y las fábricas abandonadas iban dejando una estela de carcazas vacías que se llamó el “Cinturón Oxidado”.

Pero la derrota no fue definitiva. Diez años más tarde, los fabricantes de Estados Unidos, regresaron con nuevos bríos. El Cinturón Oxidado se pone en movimiento, los empleados del país registran una de las tasas más altas de productividad del mundo y la calidad de los productos se ubica entre las más altas del planeta.

“Making it America”, un libro escrito por Jerry Jasinowski y Robert Hamrin (Simon & Schuster), analiza en detalle cómo hizo Estados Unidos para lograr el resurgimiento de su producción y, a través de una serie de estudios de caso, explica cuáles son los caminos posibles para resurgir y triunfar.

I. La ventaja competitiva se encuentra en la gente.
El primer estudio de caso es utilizado por los autores para resaltar la importancia de ocuparse de la gente. La productividad, la eficiencia y la calidad son tres factores que dependen casi exclusivamente de las condiciones en que trabaja la gente. Lord Dayton Corp. (Ohio), fabricante de soportes para motores de aviones de alas fijas, cambió su suerte cuando adoptó la doctrina del empowerment y la aplicó con seriedad y en profundidad.
II. Capacitar y re-capacitar es la clave.
La capacitación del plantel también es una forma directa de aumentar la productividad, bajar los costos, introducir nuevas tecnologías de fabricación o restructurar la forma de trabajar mediante los equipos autodirigidos de trabajo. En 1990 Will Burt, fabricante de repuestos de maquinaria, se salvó del cierre de la planta apelando a la capacitación de sus 280 empleados. El primer paso fue un examen general de matemáticas y otro de lectura. Luego vinieron las clases de matemáticas, de lectura e interpretación de textos. La asistencia era voluntaria pero casi todos aprovecharon la oportunidad. Los autores dicen que gracias a esta capacitación, Will Burt salió del peligro; ahora, como su gente está motivada, la productividad mejoró y subió la calidad y la empresa da ganancias.

III. Hay que superar las expectativas de los clientes.
Para poder brindar un buen servicio al cliente hace falta una combinación de voluntad y sistema. Los empleados deben centrar toda su atención en el cliente, pero al mismo tiempo deben saber que detrás tienen un sistema empresarial que los respalda en sus decisiones y les acepta un grado de autoridad. Esta combinación de voluntad y sistema, dicen los autores, hará que los clientes permanezcan fieles a la compañía.

IV. Vivir pensando en nuevos productos y nuevos mercados.
La innovación de productos es clave para aumentar ganancias y participación en el mercado. Innovacción, dicen, es más que nuevas marcas o “nuevas y mejores” versiones de productos existentes. Hace falta crear productos que sean completamente diferentes de lo que existe en el mercado, cosas que el consumidor no haya visto jamás. El caso elegido para este tema es el de Rubbermaid, un fenómeno que saca un producto nuevo “por día”. ¿Cómo lo hace? Constantemente invita a sus empleados a pensar en cosas nuevas. Los invita a correr riesgos, a tener ideas. Y si un producto fracasa, los autores de la idea no temen por su futuro dentro de la empresa.

V. Globalizar.
Para muchas empresas, el crecimiento depende de la expansión global. Hay varias maneras de globalizar. Aumentar exportaciones, invertir en el exterior, depender de distribuidores o prescindir de ellos. Pero lo más importante es detectar la oportunidad y aprovecharla.

Durante los años ´80 en Estados Unidos nadie se habría animado a apostar al futuro de las fábricas, que parecían derrotadas para siempre por la ineficiencia, la mala calidad y la falta de innovación. Había comenzado la caída del imperio de Estados Unidos, y las fábricas abandonadas iban dejando una estela de carcazas vacías que se llamó el “Cinturón Oxidado”.

Pero la derrota no fue definitiva. Diez años más tarde, los fabricantes de Estados Unidos, regresaron con nuevos bríos. El Cinturón Oxidado se pone en movimiento, los empleados del país registran una de las tasas más altas de productividad del mundo y la calidad de los productos se ubica entre las más altas del planeta.

“Making it America”, un libro escrito por Jerry Jasinowski y Robert Hamrin (Simon & Schuster), analiza en detalle cómo hizo Estados Unidos para lograr el resurgimiento de su producción y, a través de una serie de estudios de caso, explica cuáles son los caminos posibles para resurgir y triunfar.

I. La ventaja competitiva se encuentra en la gente.
El primer estudio de caso es utilizado por los autores para resaltar la importancia de ocuparse de la gente. La productividad, la eficiencia y la calidad son tres factores que dependen casi exclusivamente de las condiciones en que trabaja la gente. Lord Dayton Corp. (Ohio), fabricante de soportes para motores de aviones de alas fijas, cambió su suerte cuando adoptó la doctrina del empowerment y la aplicó con seriedad y en profundidad.
II. Capacitar y re-capacitar es la clave.
La capacitación del plantel también es una forma directa de aumentar la productividad, bajar los costos, introducir nuevas tecnologías de fabricación o restructurar la forma de trabajar mediante los equipos autodirigidos de trabajo. En 1990 Will Burt, fabricante de repuestos de maquinaria, se salvó del cierre de la planta apelando a la capacitación de sus 280 empleados. El primer paso fue un examen general de matemáticas y otro de lectura. Luego vinieron las clases de matemáticas, de lectura e interpretación de textos. La asistencia era voluntaria pero casi todos aprovecharon la oportunidad. Los autores dicen que gracias a esta capacitación, Will Burt salió del peligro; ahora, como su gente está motivada, la productividad mejoró y subió la calidad y la empresa da ganancias.

III. Hay que superar las expectativas de los clientes.
Para poder brindar un buen servicio al cliente hace falta una combinación de voluntad y sistema. Los empleados deben centrar toda su atención en el cliente, pero al mismo tiempo deben saber que detrás tienen un sistema empresarial que los respalda en sus decisiones y les acepta un grado de autoridad. Esta combinación de voluntad y sistema, dicen los autores, hará que los clientes permanezcan fieles a la compañía.

IV. Vivir pensando en nuevos productos y nuevos mercados.
La innovación de productos es clave para aumentar ganancias y participación en el mercado. Innovacción, dicen, es más que nuevas marcas o “nuevas y mejores” versiones de productos existentes. Hace falta crear productos que sean completamente diferentes de lo que existe en el mercado, cosas que el consumidor no haya visto jamás. El caso elegido para este tema es el de Rubbermaid, un fenómeno que saca un producto nuevo “por día”. ¿Cómo lo hace? Constantemente invita a sus empleados a pensar en cosas nuevas. Los invita a correr riesgos, a tener ideas. Y si un producto fracasa, los autores de la idea no temen por su futuro dentro de la empresa.

V. Globalizar.
Para muchas empresas, el crecimiento depende de la expansión global. Hay varias maneras de globalizar. Aumentar exportaciones, invertir en el exterior, depender de distribuidores o prescindir de ellos. Pero lo más importante es detectar la oportunidad y aprovecharla.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades