No todo es cuestión de sueldos

Investigaciones realizadas a lo largo de los últimos treinta años indican una marcada declinación en los niveles de satisfacción en el empleo en los trabajadores europeos. En Estados Unidos, en cambio, la insatisfacción es notablemente menor.

16 diciembre, 2005

El año pasado en Gran Bretaña sólo 14% de los encuestados manifestaron una completa satisfacción con su empleo, frente a 23% en 1992. En Estados Unidos también bajó la satisfacción laboral entre los años ’70 y ’90, según datos suministrados por el General Social Survey de la Universidad de Chicago. Pero la caída fue suave y, desde entonces, ha comenzado el repunte. En 1990, 48% de los trabajadores norteamericanos manifestaron estar muy satisfechos con su trabajo, y 51% en 2004.

Más allá de la posibilidad de que no haya coincidencia exacta entre lo que las personas dicen que sienten y lo que sienten realmente, o que estos cambios sean importantes para algún aspecto de la economía o el mundo de los negocios, hay razones para prestar atención a las tendencias en satisfacción laboral. Aunque más no fuera porque una persona insatisfecha es más proclive a faltar o abandonar su trabajo.

Décadas de investigaciones realizadas por psicólogos y sociólogos sugieren que la manifiesta satisfacción en el trabajo refleja por lo menos dos grandes factores: los sentimientos que los trabajadores experimentan mientras están en el trabajo y un juicio de valor sobre su situación laboral, lo cual en parte muestra sus expectativas y aspiraciones. Aunque la satisfacción laboral puede cambiar si cambian las circunstancias del trabajo, un gran componente de la enunciada satisfacción parece también ligada a la personalidad de los trabajadores.

Lo que siente la gente cuando está en su trabajo por lo general se averigua haciéndole preguntas in situ o pidiéndoles que registren sus sentimientos en un diario. Factores como seguridad laboral, sueldo y beneficios contribuyen más fuertemente a la satisfacción que los sentimientos que se experimentan en el lugar del trabajo. .
En un libro titulado , “Demanding Work: The Paradox of Job Quality in the Affluent Economy” (Princeton University Press), Francis Green, un economista de la Universidad de Kent en Canterbury, Inglaterra, documenta tendencias en satisfacción laboral en diferentes lugares del mundo e intenta comprenderlas y explicarlas. Green dice que la caída de la discreción en el trabajo es la principal explicación de la insatisfacción laboral en Gran Bretaña , aunque sospecha que también inciden otros factores, como la intensidad del trabajo.

Con respecto a Estados Unidos no se sabe muy bien por qué la satisfacción es mayor. Michael J. Handel, sociólogo de la Universidad de Wisconsin (Madison), cree que se debe a una estabilidad general en las condiciones objetivas. Su análisis mostró una leve declinación en los grados de interés que expresaron los trabajadores en sus empleos y una leve mejoría en las relaciones percibidas con la gerencia y los compañeros de trabajo.

Una posibilidad es que los empleadores estadounidenses hayan buscado crear condiciones favorables y desalentado la gremialización. Un trabajador insatisfecho es mucho más proclive a votar por el gremio y con el gremio. En Europa, la cobertura gremial se da por actividad o por región, de modo que los empleadores individuales tienen menos incentivos para fomentar las relaciones sociales en el trabajo y desalentar la afiliación gremial.

Puestos ante el gran cambio tecnológico, que incluye por ejemplo la difusión del monitoreo computarizado, los empleadores estadounidenses tal vez hayan buscado mantener buenas relaciones con los trabajadores y mantenerlos comprometidos con la compañía, factores que pesan mucho a la hora de medir satisfacción laboral. Así, es posible que los empleadores europeos se hayan descuidado en este tema.

En Estados Unidos muchos empleadores actúan como si de veras les importara la satisfacción de sus trabajadores. Las empresas gastan millones de dólares controlando el tema a lo largo del año.

¿Por qué es importante tener trabajadores satisfechos? Las pruebas obtenidas sugieren que los trabajadores satisfechos y comprometidos también son más productivos. Hay estudios que avalan esta conclusión. A pesar de recortes en beneficios de salud y del escaso crecimiento de los salarios, no puede predecirse un mercado laboral insatisfecho en Estados unidos en el futuro previsible. La razón es simple: la satisfacción del trabajador depende por lo menos tanto de los aspectos sociales como de las recompensas materiales. La gente parece acostumbrarse a los cambios en la retribución material más fácilmente que a las angustias diarias en el trabajo.

El año pasado en Gran Bretaña sólo 14% de los encuestados manifestaron una completa satisfacción con su empleo, frente a 23% en 1992. En Estados Unidos también bajó la satisfacción laboral entre los años ’70 y ’90, según datos suministrados por el General Social Survey de la Universidad de Chicago. Pero la caída fue suave y, desde entonces, ha comenzado el repunte. En 1990, 48% de los trabajadores norteamericanos manifestaron estar muy satisfechos con su trabajo, y 51% en 2004.

Más allá de la posibilidad de que no haya coincidencia exacta entre lo que las personas dicen que sienten y lo que sienten realmente, o que estos cambios sean importantes para algún aspecto de la economía o el mundo de los negocios, hay razones para prestar atención a las tendencias en satisfacción laboral. Aunque más no fuera porque una persona insatisfecha es más proclive a faltar o abandonar su trabajo.

Décadas de investigaciones realizadas por psicólogos y sociólogos sugieren que la manifiesta satisfacción en el trabajo refleja por lo menos dos grandes factores: los sentimientos que los trabajadores experimentan mientras están en el trabajo y un juicio de valor sobre su situación laboral, lo cual en parte muestra sus expectativas y aspiraciones. Aunque la satisfacción laboral puede cambiar si cambian las circunstancias del trabajo, un gran componente de la enunciada satisfacción parece también ligada a la personalidad de los trabajadores.

Lo que siente la gente cuando está en su trabajo por lo general se averigua haciéndole preguntas in situ o pidiéndoles que registren sus sentimientos en un diario. Factores como seguridad laboral, sueldo y beneficios contribuyen más fuertemente a la satisfacción que los sentimientos que se experimentan en el lugar del trabajo. .
En un libro titulado , “Demanding Work: The Paradox of Job Quality in the Affluent Economy” (Princeton University Press), Francis Green, un economista de la Universidad de Kent en Canterbury, Inglaterra, documenta tendencias en satisfacción laboral en diferentes lugares del mundo e intenta comprenderlas y explicarlas. Green dice que la caída de la discreción en el trabajo es la principal explicación de la insatisfacción laboral en Gran Bretaña , aunque sospecha que también inciden otros factores, como la intensidad del trabajo.

Con respecto a Estados Unidos no se sabe muy bien por qué la satisfacción es mayor. Michael J. Handel, sociólogo de la Universidad de Wisconsin (Madison), cree que se debe a una estabilidad general en las condiciones objetivas. Su análisis mostró una leve declinación en los grados de interés que expresaron los trabajadores en sus empleos y una leve mejoría en las relaciones percibidas con la gerencia y los compañeros de trabajo.

Una posibilidad es que los empleadores estadounidenses hayan buscado crear condiciones favorables y desalentado la gremialización. Un trabajador insatisfecho es mucho más proclive a votar por el gremio y con el gremio. En Europa, la cobertura gremial se da por actividad o por región, de modo que los empleadores individuales tienen menos incentivos para fomentar las relaciones sociales en el trabajo y desalentar la afiliación gremial.

Puestos ante el gran cambio tecnológico, que incluye por ejemplo la difusión del monitoreo computarizado, los empleadores estadounidenses tal vez hayan buscado mantener buenas relaciones con los trabajadores y mantenerlos comprometidos con la compañía, factores que pesan mucho a la hora de medir satisfacción laboral. Así, es posible que los empleadores europeos se hayan descuidado en este tema.

En Estados Unidos muchos empleadores actúan como si de veras les importara la satisfacción de sus trabajadores. Las empresas gastan millones de dólares controlando el tema a lo largo del año.

¿Por qué es importante tener trabajadores satisfechos? Las pruebas obtenidas sugieren que los trabajadores satisfechos y comprometidos también son más productivos. Hay estudios que avalan esta conclusión. A pesar de recortes en beneficios de salud y del escaso crecimiento de los salarios, no puede predecirse un mercado laboral insatisfecho en Estados unidos en el futuro previsible. La razón es simple: la satisfacción del trabajador depende por lo menos tanto de los aspectos sociales como de las recompensas materiales. La gente parece acostumbrarse a los cambios en la retribución material más fácilmente que a las angustias diarias en el trabajo.

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