Millonario costo del uso personal de Internet en empresas

Cuantificada la pérdida de productividad por mal uso de Internet por parte de empleados, da en Estados Unidos pérdidas anuales de US$ 178.000 millones.

17 mayo, 2007

La pérdida de productividad por el mal uso de Internet por parte de sus empleados cuesta 178 mil millones de dólares a las empresas norteamericanas, según un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Hofstra. El estudio advierte que normalmente los jefes no son conscientes de este hecho y recomienda software de filtrado de webs para amortiguar estas pérdidas sin que afecte a la libertad y la privacidad de los empleados. Por Raúl Morales.

Una persona con la vista fija en su computadora parece una persona trabajando. Lamentablemente muchas veces no es así. Esa persona, empleada en alguna empresa, está usando Internet en provecho propio: manda y recibe mails personales, chatea, realiza búsquedas o simplemente navega por lugares que nada tienen que ver con las necesidades específicas de la empresa que le da trabajo.

El uso de Internet para asuntos personales le cuesta a las empresas norteamericanas una pérdida de competitividad de US$ 178 mil millones al año, según el estudio llevado a cabo por el profesor Matthew C. Sonfield, del Departamento de Management de la Universidad de Hofstra.

El estudio pone de manifiesto un contraste: por un lado, muchos jefes y dueños de empresas son conscientes de los peligros que Internet puede tener para su negocio (cookies, spam, virus…); por eso, invierten en poderosos antivirus y otros programas defensivos. Sin embargo, muy pocos son conscientes de las pérdidas que ocasiona a sus empresas el uso de Internet para asuntos personales por parte de sus empleados.

Con acceso a la red, el empleado puede ver su correo personal, preparar sus vacaciones, leer el periódico o hacer una compra online en horas de trabajo. El tiempo que utiliza en hacer estas “tareas” es tiempo que deja de trabajar y se traduce en pérdida de productividad.

Poniendo como ejemplo una empresa con 100 empleados y un costo por empleado de 20 dólares la hora, la compañía perderá 100.000 dólares anuales por este concepto.

Esta actividad privada expone además a la empresa a posibles responsabilidades legales y a la exposición a todo a todo tipo de virus. Eso también aumenta el costo tecnológico por empleado por año.

Algunos expertos opinan que, más que un peligro, esa utilización de Internet para fines personales no debe verse como algo peligroso sino como una especie de descanso o de permitir que baje la presión del empleado sometido constantemente a responsabilidades.

En el uso de Internet en el trabajo la frontera entre los derechos de la empresa y el derecho a la intimidad del trabajador es muy fina. Por eso, el autor del estudio recomienda a las compañías el uso de software de filtrado de páginas web a modo de solución.

Este tipo de software permite controlar el uso de Internet sin que el empleado sienta que le están vigilando por encima del hombro. De esta manera, se puede predeterminar qué contenidos puede o no puede usar cada empleado en función del puesto o la responsabilidad que tenga o en función de las horas del día.

El uso de este tipo de software acarrea a veces algunos problemas éticos o legales. Sin embargo, la legislación norteamericana suele primar el derecho de las empresas a vigilar a sus empleados sobre el derecho a la intimidad de éstos, siempre que estén bien informados.

El caso Kozy Shack

El estudio pone el ejemplo de la empresa multinacional Kozy Shack para ilustrar la gestión de este problema. El volumen de negocio de esta empresa es de 150 millones de dólares anuales y tiene cerca de 400 empleados.

En su conclusiones, el informe advierte que, sobre todo las empresas pequeñas, no son conscientes de los costos que les ocasiona esta actividad encubierta y asegura que tanto los directivos como los consultores deberían tenerla en cuenta a la hora de abordar tanto su estrategia en Internet como su gestión de recursos humanos.

La pérdida de productividad por el mal uso de Internet por parte de sus empleados cuesta 178 mil millones de dólares a las empresas norteamericanas, según un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Hofstra. El estudio advierte que normalmente los jefes no son conscientes de este hecho y recomienda software de filtrado de webs para amortiguar estas pérdidas sin que afecte a la libertad y la privacidad de los empleados. Por Raúl Morales.

Una persona con la vista fija en su computadora parece una persona trabajando. Lamentablemente muchas veces no es así. Esa persona, empleada en alguna empresa, está usando Internet en provecho propio: manda y recibe mails personales, chatea, realiza búsquedas o simplemente navega por lugares que nada tienen que ver con las necesidades específicas de la empresa que le da trabajo.

El uso de Internet para asuntos personales le cuesta a las empresas norteamericanas una pérdida de competitividad de US$ 178 mil millones al año, según el estudio llevado a cabo por el profesor Matthew C. Sonfield, del Departamento de Management de la Universidad de Hofstra.

El estudio pone de manifiesto un contraste: por un lado, muchos jefes y dueños de empresas son conscientes de los peligros que Internet puede tener para su negocio (cookies, spam, virus…); por eso, invierten en poderosos antivirus y otros programas defensivos. Sin embargo, muy pocos son conscientes de las pérdidas que ocasiona a sus empresas el uso de Internet para asuntos personales por parte de sus empleados.

Con acceso a la red, el empleado puede ver su correo personal, preparar sus vacaciones, leer el periódico o hacer una compra online en horas de trabajo. El tiempo que utiliza en hacer estas “tareas” es tiempo que deja de trabajar y se traduce en pérdida de productividad.

Poniendo como ejemplo una empresa con 100 empleados y un costo por empleado de 20 dólares la hora, la compañía perderá 100.000 dólares anuales por este concepto.

Esta actividad privada expone además a la empresa a posibles responsabilidades legales y a la exposición a todo a todo tipo de virus. Eso también aumenta el costo tecnológico por empleado por año.

Algunos expertos opinan que, más que un peligro, esa utilización de Internet para fines personales no debe verse como algo peligroso sino como una especie de descanso o de permitir que baje la presión del empleado sometido constantemente a responsabilidades.

En el uso de Internet en el trabajo la frontera entre los derechos de la empresa y el derecho a la intimidad del trabajador es muy fina. Por eso, el autor del estudio recomienda a las compañías el uso de software de filtrado de páginas web a modo de solución.

Este tipo de software permite controlar el uso de Internet sin que el empleado sienta que le están vigilando por encima del hombro. De esta manera, se puede predeterminar qué contenidos puede o no puede usar cada empleado en función del puesto o la responsabilidad que tenga o en función de las horas del día.

El uso de este tipo de software acarrea a veces algunos problemas éticos o legales. Sin embargo, la legislación norteamericana suele primar el derecho de las empresas a vigilar a sus empleados sobre el derecho a la intimidad de éstos, siempre que estén bien informados.

El caso Kozy Shack

El estudio pone el ejemplo de la empresa multinacional Kozy Shack para ilustrar la gestión de este problema. El volumen de negocio de esta empresa es de 150 millones de dólares anuales y tiene cerca de 400 empleados.

En su conclusiones, el informe advierte que, sobre todo las empresas pequeñas, no son conscientes de los costos que les ocasiona esta actividad encubierta y asegura que tanto los directivos como los consultores deberían tenerla en cuenta a la hora de abordar tanto su estrategia en Internet como su gestión de recursos humanos.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades