McKinsey: EE.UU. no pierde cuando terceriza servicios en el exterior

Una investigación realizada por la consultora McKinsey despeja los temores tan difundidos entre la población norteamericana sobre las empresas de servicios que se mudan a países con costos laborales más bajos. “EE.UU no pierde sino gana.”

4 noviembre, 2003

Los cálculos que circulan en la actualidad vaticinan que para 2015 aproximadamente
3,3 millones de empleos norteamericanos en procesos de negocios se habrán
trasladado al extranjero. Enormes diferencias salariales están impulsando
a las empresas a mudar sus empleos de servicios (de trabajo intensivo) a países
con costos laborales más bajos. Por ejemplo, los desarrolladores de software,
que en Estados Unidos cuestan US$ 60 la hora, cuestan sólo US$ 6 en la
India.

Varios estados en Estados Unidos están preparando leyes que prohíban
o restrinjan la contratación con empresas que muden sus actividades al
extranjero. Los sindicatos presionan para impedir la pérdida de empleos
en el país.

Y sin embargo, dice el estudio realizado por McKinsey Global Institute (MGI),
clamar por proteccionismo es un error. Mucha gente cree que el dinero que se
gasta en comprar servicios en el extranjero es dinero que pierde la economía
estadounidense, pero fácilmente se puede demostrar que ésa es
una creencia equivocada. Las empresas mudan sus negocios de servicios al extranjero
porque allá pueden ganar más dinero, lo que significa que se crea
riqueza para Estados Unidos a la vez que para el país que recibe los
empleos.

El estudio da algunas precisiones sobre los beneficios mutuos:
Por cada dólar que antes se gastaba en procesos de negocios en Estados
Unidos y que ahora va a la India, India gana un beneficio neto de por lo menos
33 centavos, en forma de impuestos oficiales, salarios pagados por empresas
estadounidenses y utilidades ganadas por los proveedores y vendedores de servicios
relacionados con procesos de negocios.

Cifras en contexto

Primero, es preciso poner las cifras en contexto, porque el temor a perder
empleos hace que la gente magnifique los efectos del fenómeno. 70% de
los empleos en Estados Unidos pertenecen a sectores de servicios como venta
minorista, catering y cuidados personales.

Este tipo de trabajo, por su misma naturaleza, no se puede llevar al extranjero.
Además, cualquier pérdida de empleos debe ser vista como parte
de un proceso continuado de reestructuración económica. El cambio
tecnológico, las recesiones económicas, los cambios en la demanda
del consumidor, la reestructuración de las empresas y las políticas
públicas pueden resultar, y frecuentemente así es, en pérdidas
de empleos.

Las economías liberalizadas y competitivas con mercados laborales flexibles
por lo general aguantan tal reestructuración; la economía estadounidense,
la más dinámica del mundo, debería poder hacerlo.

Estados Unidos tiene hoy más de 130 millones de personas empleadas.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), tiene la tasa más alta de reempleo de cualquier
país de la OCDE. En los últimos 10 años, creó un
promedio de 3,5 millones de empleos en el sector privado para un total de 35
millones de empleos nuevos, de manera que la mayoría de los trabajadores
que pierden sus puestos encuentran otro en el término de seis meses.

Los empleos que se pierden frente a competidores extranjeros más baratos
no son tan fáciles de reemplazar. Sin embargo, entre 1979 y 1999, 69%
de la gente que perdió su trabajo a causa de importaciones baratas en
sectores no manufactureros encontró otro empleo. La media salarial de
esos reempleados fue 96,2% de su salario anterior.

Finalmente, la población de Estados Unidos envejece. A los actuales
niveles de productividad, el país va a necesitar 5% — o 15,6 millones
— más trabajadores para 2015 para mantener su actual relación
de trabajadores con respecto a la población total y sus niveles de vida.
Para 2015 la economía norteamericana va a necesitar más trabajadores,
no menos. Offshoring (dar empleo en el extranjero) es una manera de satisfacer
esa necesidad.

Offshoring crea valor para la economía estadounidense porque
crea valor para las empresas estadounidenses y libera recursos nacionales para
actividades con más valor agregado.
Crea valor de cuatro maneras:

Ahorro de costos. Por cada dólar de gasto en servicios que
sale del país, las empresas americanas ahorran 58 centavos, principalmente
en salarios. Los servicios offshore son idénticos, cuando no mejores
a los que reemplazan. Costos reducidos son la mayor fuente de creación
de valor para la economía estadounidense.

Nuevos ingresos. Las empresas indias que brindan servicios necesitan
ellas mismas productos y servicios – desde computadoras y equipamiento en telecomunicaciones
hasta experiencia legal, financiera y marketing. A menudo, compran todo eso
a empresas estadounidenses. Calculamos que por cada dólar de gasto empresario
que sale al extranjero, los proveedores de servicios compran otros cinco centavos
en productos y servicios en Estados Unidos.

Ganancias repatriadas. Muchos proveedores de servicios en India son,
en realidad, empresas estadounidenses que repatrian ganancias. Esas empresas
generan 30% de los ingresos de la industria offshore india. Así,
otros cuatro centavos por cada dólar invertido en offshoring crea
valor para Estados Unidos.

Trabajo reutilizado. Más allá de los beneficios directos
para Estados Unidos en forma de ahorros, nuevas exportaciones y repatriación
de ganancias, offshoring puede beneficiar indirectamente a la economía:
los ahorros de capital pueden invertirse en creación de nuevos empleos,
para los cuales habrá mano de obra disponible.

Los cálculos que circulan en la actualidad vaticinan que para 2015 aproximadamente
3,3 millones de empleos norteamericanos en procesos de negocios se habrán
trasladado al extranjero. Enormes diferencias salariales están impulsando
a las empresas a mudar sus empleos de servicios (de trabajo intensivo) a países
con costos laborales más bajos. Por ejemplo, los desarrolladores de software,
que en Estados Unidos cuestan US$ 60 la hora, cuestan sólo US$ 6 en la
India.

Varios estados en Estados Unidos están preparando leyes que prohíban
o restrinjan la contratación con empresas que muden sus actividades al
extranjero. Los sindicatos presionan para impedir la pérdida de empleos
en el país.

Y sin embargo, dice el estudio realizado por McKinsey Global Institute (MGI),
clamar por proteccionismo es un error. Mucha gente cree que el dinero que se
gasta en comprar servicios en el extranjero es dinero que pierde la economía
estadounidense, pero fácilmente se puede demostrar que ésa es
una creencia equivocada. Las empresas mudan sus negocios de servicios al extranjero
porque allá pueden ganar más dinero, lo que significa que se crea
riqueza para Estados Unidos a la vez que para el país que recibe los
empleos.

El estudio da algunas precisiones sobre los beneficios mutuos:
Por cada dólar que antes se gastaba en procesos de negocios en Estados
Unidos y que ahora va a la India, India gana un beneficio neto de por lo menos
33 centavos, en forma de impuestos oficiales, salarios pagados por empresas
estadounidenses y utilidades ganadas por los proveedores y vendedores de servicios
relacionados con procesos de negocios.

Cifras en contexto

Primero, es preciso poner las cifras en contexto, porque el temor a perder
empleos hace que la gente magnifique los efectos del fenómeno. 70% de
los empleos en Estados Unidos pertenecen a sectores de servicios como venta
minorista, catering y cuidados personales.

Este tipo de trabajo, por su misma naturaleza, no se puede llevar al extranjero.
Además, cualquier pérdida de empleos debe ser vista como parte
de un proceso continuado de reestructuración económica. El cambio
tecnológico, las recesiones económicas, los cambios en la demanda
del consumidor, la reestructuración de las empresas y las políticas
públicas pueden resultar, y frecuentemente así es, en pérdidas
de empleos.

Las economías liberalizadas y competitivas con mercados laborales flexibles
por lo general aguantan tal reestructuración; la economía estadounidense,
la más dinámica del mundo, debería poder hacerlo.

Estados Unidos tiene hoy más de 130 millones de personas empleadas.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), tiene la tasa más alta de reempleo de cualquier
país de la OCDE. En los últimos 10 años, creó un
promedio de 3,5 millones de empleos en el sector privado para un total de 35
millones de empleos nuevos, de manera que la mayoría de los trabajadores
que pierden sus puestos encuentran otro en el término de seis meses.

Los empleos que se pierden frente a competidores extranjeros más baratos
no son tan fáciles de reemplazar. Sin embargo, entre 1979 y 1999, 69%
de la gente que perdió su trabajo a causa de importaciones baratas en
sectores no manufactureros encontró otro empleo. La media salarial de
esos reempleados fue 96,2% de su salario anterior.

Finalmente, la población de Estados Unidos envejece. A los actuales
niveles de productividad, el país va a necesitar 5% — o 15,6 millones
— más trabajadores para 2015 para mantener su actual relación
de trabajadores con respecto a la población total y sus niveles de vida.
Para 2015 la economía norteamericana va a necesitar más trabajadores,
no menos. Offshoring (dar empleo en el extranjero) es una manera de satisfacer
esa necesidad.

Offshoring crea valor para la economía estadounidense porque
crea valor para las empresas estadounidenses y libera recursos nacionales para
actividades con más valor agregado.
Crea valor de cuatro maneras:

Ahorro de costos. Por cada dólar de gasto en servicios que
sale del país, las empresas americanas ahorran 58 centavos, principalmente
en salarios. Los servicios offshore son idénticos, cuando no mejores
a los que reemplazan. Costos reducidos son la mayor fuente de creación
de valor para la economía estadounidense.

Nuevos ingresos. Las empresas indias que brindan servicios necesitan
ellas mismas productos y servicios – desde computadoras y equipamiento en telecomunicaciones
hasta experiencia legal, financiera y marketing. A menudo, compran todo eso
a empresas estadounidenses. Calculamos que por cada dólar de gasto empresario
que sale al extranjero, los proveedores de servicios compran otros cinco centavos
en productos y servicios en Estados Unidos.

Ganancias repatriadas. Muchos proveedores de servicios en India son,
en realidad, empresas estadounidenses que repatrian ganancias. Esas empresas
generan 30% de los ingresos de la industria offshore india. Así,
otros cuatro centavos por cada dólar invertido en offshoring crea
valor para Estados Unidos.

Trabajo reutilizado. Más allá de los beneficios directos
para Estados Unidos en forma de ahorros, nuevas exportaciones y repatriación
de ganancias, offshoring puede beneficiar indirectamente a la economía:
los ahorros de capital pueden invertirse en creación de nuevos empleos,
para los cuales habrá mano de obra disponible.

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