MacKenzie: tres veces manager del año y estafador hormiga

Sus fraudes y robos no se comparan con los de Enron, WorldCom o Adelphia. Pero igual es un símbolo: el escocés Donald Mac Kenzie malversó casi US$ 39 millones vía 1.200 cuentas y se apoderó de US$ 57.800 para gastos menores.

8 junio, 2006

En libras esterlinas, las sumas ascienden a 21.400.000 y 31.170. Este ejecutivo del Royal Bank of Scotland fue distinguido tres veces como “gerente del año” por el banco o alguna de esas entidades que abundan por todas partes y se dedican a homenajear dudosos gurúes de management.

Se trata de la mayor estafa cometida en Escocia por una sola persona. MacKenzie, de 45 años, confesó el miércoles ante la justicia que había aprovechado el cargo para abrir una larga cadena de cuentas. Las usó para gestionar créditos inmobiliarios y personales entre 1999 y 2004.

El alto funcionario del RBS también empleó parte de los fondos para cubrir deudas y hacer donaciones al club de rubgy donde actuaba como tesorero. Este personaje corpulento y algo calvo era, claro, muy popular en su círculo social. Estaba en el banco desde 1986 y comenzó a obtener premios en 2003. En su larga deposición, MacKenzie reveló otra estafa: US$ 55.000 cuando era gerente de sucursal en Edimburgo.

Tras un largo seguimiento de sus operaciones, merced a la detección de su clave personal, la policía lo detuvo –en abril de 2004- con 17.230 libras en efectivo y otras 7.900 en su garage. Ahora espera la sentencia, anunciada par el día 27.

En libras esterlinas, las sumas ascienden a 21.400.000 y 31.170. Este ejecutivo del Royal Bank of Scotland fue distinguido tres veces como “gerente del año” por el banco o alguna de esas entidades que abundan por todas partes y se dedican a homenajear dudosos gurúes de management.

Se trata de la mayor estafa cometida en Escocia por una sola persona. MacKenzie, de 45 años, confesó el miércoles ante la justicia que había aprovechado el cargo para abrir una larga cadena de cuentas. Las usó para gestionar créditos inmobiliarios y personales entre 1999 y 2004.

El alto funcionario del RBS también empleó parte de los fondos para cubrir deudas y hacer donaciones al club de rubgy donde actuaba como tesorero. Este personaje corpulento y algo calvo era, claro, muy popular en su círculo social. Estaba en el banco desde 1986 y comenzó a obtener premios en 2003. En su larga deposición, MacKenzie reveló otra estafa: US$ 55.000 cuando era gerente de sucursal en Edimburgo.

Tras un largo seguimiento de sus operaciones, merced a la detección de su clave personal, la policía lo detuvo –en abril de 2004- con 17.230 libras en efectivo y otras 7.900 en su garage. Ahora espera la sentencia, anunciada par el día 27.

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