Los desafíos Web
Internet es el Godzilla de los ataques sigilosos. Los ataques acechan desde todos los flancos y es necesario estar alerta para responder con innovación e inteligencia.
La Web, que alguna vez fuera una compleja herramienta sólo dominada por los académicos y los fanáticos, hoy representa un desafío no sólo para los minoristas sino para todos, desde las venerables Merrill Lynch y Aetna Inc. a las empresas de alta tecnología como Sony y Microsoft.
Las chismosas publicaciones on line le están robando lectores a los más augustos periódicos, los generadores en miniatura le están robando el negocio de la generación eléctrica a las gigantes de este rubro, los doctores también enfrentan este ataque, en este caso, de las enfermeras.
Las presiones ejercidas por los costos y los cambios en la tecnología médica han puesto parte del trabajo que antes era su territorio exclusivo en manos de las enfermeras.
Que un mero fabricante de juguetes pueda invadir el elegante terreno de Kodak parece impensable.
Una tecnología disociadora modifica de tal manera el mercado que los productos de baja calidad pueden migrar y terminar ocupando un lugar de privilegio.
Las cámaras digitales de Kodak emplean dispositivos con acoplamiento de carga y valen entre US$ 500 y US$ 30.000. Las cámaras Game Boy de Nintendo cuestan US$ 50 y utilizan sensores de baja tecnología con la llamada tecnología CMOS (dispositivos de óxido metálico complementarios) a la que han tomado prestada de las computadoras del mercado masivo.
Las fotos del Game Boy son borrosas. Sólo generan impresiones del tamaño de una estampilla de correo. Pero la calidad está mejorando, y Nintendo ya ha vendido más de un millón de cámaras.
Terence Faulkner, quien se jubiló hace poco como vicepresidente de Kodak, colocó locales de venta Kodak en las jugueterías F.A.O Schwarz, que fabrican fotos autoadhesivas similares a las del Game Boy.
Kodak lanzará muy pronto una cámara similar al Game Boy, pero de una calidad más aceptable para su mercado masivo, utilizando sensores de CMOS resultantes de un joint venture entre Kodak e Intel.
De este modo, las empresas exitosas se destacan por escuchar detenidamente a sus clientes, quienes suelen no aceptar estos productos subrepticios, en un principio.
“Sus ideas nos han hecho cambiar nuestra forma de pensar”, dice Fisher. “Hasta la gente buena suele quedar atrapada en procesos que pueden ser totalmente inapropiados para una nueva tecnología que ataca desde la oscuridad”.
Bloomberg Financial Markets atacó subrepticiamente y convirtió a Telerate en un pequeño resquicio del mercado dedicado a la información on line sobre la negociación de documentos financieros.
Michael Bloomberg comenzó ofreciendo a las empresas de servicios financieros sólo una mínima parte de la información sobre precios que los demás ofrecían pero aprovechó los nuevos avances en la teoría de las carteras de fondos para ofrecer datos analíticos que los proveedores tradicionales no ofrecían.
Bloomberg ahora solo piensa en innovar cuando mira hacia Internet y las restantes amenazas potenciales.
La Web, que alguna vez fuera una compleja herramienta sólo dominada por los académicos y los fanáticos, hoy representa un desafío no sólo para los minoristas sino para todos, desde las venerables Merrill Lynch y Aetna Inc. a las empresas de alta tecnología como Sony y Microsoft.
Las chismosas publicaciones on line le están robando lectores a los más augustos periódicos, los generadores en miniatura le están robando el negocio de la generación eléctrica a las gigantes de este rubro, los doctores también enfrentan este ataque, en este caso, de las enfermeras.
Las presiones ejercidas por los costos y los cambios en la tecnología médica han puesto parte del trabajo que antes era su territorio exclusivo en manos de las enfermeras.
Que un mero fabricante de juguetes pueda invadir el elegante terreno de Kodak parece impensable.
Una tecnología disociadora modifica de tal manera el mercado que los productos de baja calidad pueden migrar y terminar ocupando un lugar de privilegio.
Las cámaras digitales de Kodak emplean dispositivos con acoplamiento de carga y valen entre US$ 500 y US$ 30.000. Las cámaras Game Boy de Nintendo cuestan US$ 50 y utilizan sensores de baja tecnología con la llamada tecnología CMOS (dispositivos de óxido metálico complementarios) a la que han tomado prestada de las computadoras del mercado masivo.
Las fotos del Game Boy son borrosas. Sólo generan impresiones del tamaño de una estampilla de correo. Pero la calidad está mejorando, y Nintendo ya ha vendido más de un millón de cámaras.
Terence Faulkner, quien se jubiló hace poco como vicepresidente de Kodak, colocó locales de venta Kodak en las jugueterías F.A.O Schwarz, que fabrican fotos autoadhesivas similares a las del Game Boy.
Kodak lanzará muy pronto una cámara similar al Game Boy, pero de una calidad más aceptable para su mercado masivo, utilizando sensores de CMOS resultantes de un joint venture entre Kodak e Intel.
De este modo, las empresas exitosas se destacan por escuchar detenidamente a sus clientes, quienes suelen no aceptar estos productos subrepticios, en un principio.
“Sus ideas nos han hecho cambiar nuestra forma de pensar”, dice Fisher. “Hasta la gente buena suele quedar atrapada en procesos que pueden ser totalmente inapropiados para una nueva tecnología que ataca desde la oscuridad”.
Bloomberg Financial Markets atacó subrepticiamente y convirtió a Telerate en un pequeño resquicio del mercado dedicado a la información on line sobre la negociación de documentos financieros.
Michael Bloomberg comenzó ofreciendo a las empresas de servicios financieros sólo una mínima parte de la información sobre precios que los demás ofrecían pero aprovechó los nuevos avances en la teoría de las carteras de fondos para ofrecer datos analíticos que los proveedores tradicionales no ofrecían.
Bloomberg ahora solo piensa en innovar cuando mira hacia Internet y las restantes amenazas potenciales.
