Los consumidores diversifican sus fuentes de información antes de adquirir un producto

Un estudio realizado en las universidades de Columbia y Hebrew de Jerusalén revela que los consumidores cada vez recurren a más fuentes para recabar información respecto a un producto que proyectan adquirir.

12 marzo, 2008

Investigadores de la Universidad de Columbia y de la Hebrew University de Jerusalén
investigaron para averiguar cuál es la tendencia que prevalece en la actualidad
como fuente de información para los consumidores: si son los expertos,
aquellos que conocen mucho las características de un producto, o si son
los "conectores sociales", los que recomiendan el producto por su propia
experiencia de uso.

Muchos consumidores hacen sus deberes antes de comprar un producto investigando
opciones y recabando información de varias fuentes. Muchos recurren a
expertos, pero últimamente parece que el experto ya no alcanza.

En las pruebas realizadas se descubrió que hoy la preferencia está
en los conectores sociales más que en los expertos. "Si te tienen
que operar, querrás que te opere el mejor cirujano, pero también
querrás conocer la opinión de alguien que ha sufrido la misma
operación para saber realmente cómo es la experiencia", comenta
uno de los investigadores.

El consejo que buscan los consumidores cambia según el nivel de innovación
del producto o servicio buscado. Cuando un producto no es novedad sino que se
una nueva versión de algo conocido, lo que prefieren consultar es al
experto, pues en este caso lo que importa es la comprensión de la novedad.

Los "consumidores innovadores", según esta investigación,
son aquellas personas que disfrutan siendo los primeros en probar un producto.
Ellos buscan el consejo de un experto.
Los "consumidores no innovadores", en cambio, prefieren consultar
sus dudas a un conector social respecto a un producto radicalmente nuevo y a
un experto cuando se trata de nuevos productos que son actualizaciones de productos
ya creados.

Este último tipo de consumidores cambian la clase de fuente de información
según el tipo de información que están buscando. "Una
persona no innovadora quieren hablar con un conector social sobre temas de funcionamiento,
pero se inclinan por un experto si sus dudas son respecto a detalles más
técnicos", comenta otro investigador.
La razón de ser de este estudio consiste en la importancia que tiene
para las empresas saber a dónde recurren los consumidores para decidir
sus compras, pues casi todo la actividad de información tiene lugar en
el medio virtual de Internet

Investigadores de la Universidad de Columbia y de la Hebrew University de Jerusalén
investigaron para averiguar cuál es la tendencia que prevalece en la actualidad
como fuente de información para los consumidores: si son los expertos,
aquellos que conocen mucho las características de un producto, o si son
los "conectores sociales", los que recomiendan el producto por su propia
experiencia de uso.

Muchos consumidores hacen sus deberes antes de comprar un producto investigando
opciones y recabando información de varias fuentes. Muchos recurren a
expertos, pero últimamente parece que el experto ya no alcanza.

En las pruebas realizadas se descubrió que hoy la preferencia está
en los conectores sociales más que en los expertos. "Si te tienen
que operar, querrás que te opere el mejor cirujano, pero también
querrás conocer la opinión de alguien que ha sufrido la misma
operación para saber realmente cómo es la experiencia", comenta
uno de los investigadores.

El consejo que buscan los consumidores cambia según el nivel de innovación
del producto o servicio buscado. Cuando un producto no es novedad sino que se
una nueva versión de algo conocido, lo que prefieren consultar es al
experto, pues en este caso lo que importa es la comprensión de la novedad.

Los "consumidores innovadores", según esta investigación,
son aquellas personas que disfrutan siendo los primeros en probar un producto.
Ellos buscan el consejo de un experto.
Los "consumidores no innovadores", en cambio, prefieren consultar
sus dudas a un conector social respecto a un producto radicalmente nuevo y a
un experto cuando se trata de nuevos productos que son actualizaciones de productos
ya creados.

Este último tipo de consumidores cambian la clase de fuente de información
según el tipo de información que están buscando. "Una
persona no innovadora quieren hablar con un conector social sobre temas de funcionamiento,
pero se inclinan por un experto si sus dudas son respecto a detalles más
técnicos", comenta otro investigador.
La razón de ser de este estudio consiste en la importancia que tiene
para las empresas saber a dónde recurren los consumidores para decidir
sus compras, pues casi todo la actividad de información tiene lugar en
el medio virtual de Internet

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