Los aeropuertos en paulatina metamorfosis
Aunque parecería que una terminal ferroviaria es como una aérea, hay una gran diferencia. La primera tiene subvención del Estado. La segunda, no.
Quienes terminan pagando el mantenimiento del aeropuerto son siempre los pasajeros, aunque no lo sepan. Un poco llega a través de las aerolíneas, que pagan un canon para usar el aeropuerto. Pero desde hace ya varias décadas los aeropuertos se mantienen gracias a los alquileres de los comerciantes, a las ventas libres de impuestos y a los ingresos de los estacionamientos.
Pero esas tres vías de ingresos , clásicas, ya no son tan seguras como antes. La compra online erosionó las ventas en los espacios de duty-free y las apps para el transporte automotor han reducido la necesidad de dejar un auto junto a la terminal. Los cambios tecnológicos han dejado a los aeropuertos en la necesidad de buscar alternativas.
Otro factor que los responsables de manejar la terminal aérea deben tener en cuenta es el cambio en la demografía de los pasajeros y la mayor conciencia sobre las responsabilidades ambientales y los impactos que genera el sector.
El aeropuerto de Helsinki es un ejemplo. Nada que aparentemente llame la atención pero si se observa con más detalle se advierten muchos elementos de un nuevo modelo de negocios en una industria que se transforma. El de Helsinki es un aeropuerto que piensa en la próxima generación de viajeros. Como se calcula que muchos de ellos vendrán de Asia, los carteles están escritos en tres idiomas: finlandés, inglés y chino; los pasajeros asiáticos también podrán encontrar sus platos preferidos de la cocina china en los puestos de comida del aeropuerto.
En Amsterdam, el aeropuerto de Schiphol combina sus operaciones aéreas con una estación regional de trenes y tiene una zona de compras situada antes del área de seguridad donde se puede comprar de todo, hasta flores. Para los pasajeros, es una ventaja adicional: para los miles de empleados que tiene ekl aeropuerto y la gente que vive en las comunidades cercanas, es un recurso vital y para el aeropuerto, es un negocio muy lucrativo.
Este tipo de actividades le sirve no solo a la gente que viaja en avión. Atrae también a los residentes locales, que ahora sí encuentran alguna ventaja a vivir en las cercanías de un aeropuerto.
