Llevarse bien con la gente
Para trabajar productivamente con personas muy diferentes hay que tratar de anticipar cómo van a hacer las cosas, y cómo les gusta que las traten.
Las relaciones entre gente que trabaja en el mismo lugar son más complicadas ahora que antes, cuando la conducta era gobernada por estrictos procedimientos y rígidas líneas de mando. Hoy, más que nunca, llevarse bien con la gente es una habilidad gerencial de primordial importancia.
Esto no es fácil. Las estadísticas dicen que tres cuartas partes de la gente con quien uno trabaja tiene personalidades marcadamente diferentes. Trabaja de otra forma, reacciona de otra forma ante los acontecimientos, o se motiva con otras cosas.
Un gerente no tiene ni el tiempo ni la disposición para ahondar en la psicología de sus empleados o sus superiores.
Pero para trabajar productivamente con personas muy diferentes de uno mismo, hay que tratar de anticipar cómo van a hacer las cosas, y cómo les gusta que las traten.
Robert Bolton y Dorothy Grover Bolton publicaron un libro en el que explican cómo hacer esos pequeños ajustes en la propia conducta para adaptarla a las preferencias de otros.
“People Styles at Work” (AMACOM Books) explica la necesidad de categorizar la conducta de las personas, cosa que hacen combinando dos dimensiones: agresividad y sensibilidad.
Agresividad es la medida en que la conducta de una persona es vista como cargada de fuerza y dirección. La gente agresiva es enérgica y de acción rápida. Se mueve con velocidad, habla con velocidad, se ocupa de los problemas con velocidad y no teme a los riesgos.
Sensibilidad tiene la gente que es percibida como apta para mostrar emociones o demostrar sentimientos con más apertura, gente que parece más amistosa, gente que disfruta de trabajar con otros.
<p>Las relaciones entre gente que trabaja en el mismo lugar son más complicadas ahora que antes, cuando la conducta era gobernada por estrictos procedimientos y rígidas líneas de mando. Hoy, más que nunca, llevarse bien con la gente es una habilidad gerencial de primordial importancia.</p>
<p>Esto no es fácil. Las estadísticas dicen que tres cuartas partes de la gente con quien uno trabaja tiene personalidades marcadamente diferentes. Trabaja de otra forma, reacciona de otra forma ante los acontecimientos, o se motiva con otras cosas.</p>
<p>Un gerente no tiene ni el tiempo ni la disposición para ahondar en la psicología de sus empleados o sus superiores.</p>
<p>Pero para trabajar productivamente con personas muy diferentes de uno mismo, hay que tratar de anticipar cómo van a hacer las cosas, y cómo les gusta que las traten.</p>
<p>Robert Bolton y Dorothy Grover Bolton publicaron un libro en el que explican cómo hacer esos pequeños ajustes en la propia conducta para adaptarla a las preferencias de otros.</p>
<p>"People Styles at Work" (AMACOM Books) explica la necesidad de categorizar la conducta de las personas, cosa que hacen combinando dos dimensiones: agresividad y sensibilidad.</p>
<p><b>Agresividad</b> es la medida en que la conducta de una persona es vista como cargada de fuerza y dirección. La gente agresiva es enérgica y de acción rápida. Se mueve con velocidad, habla con velocidad, se ocupa de los problemas con velocidad y no teme a los riesgos.</p>
<p><b>Sensibilidad</b> tiene la gente que es percibida como apta para mostrar emociones o demostrar sentimientos con más apertura, gente que parece más amistosa, gente que disfruta de trabajar con otros.</p>
