Las torres arrastraron en su caída a los productos cosméticos

Después de los ataques terroristas cayó la venta de productos para el cuidado personal; las empresas confían en que habrá un cambio de conducta. Estee Lauder venderá menos este año y se prepara para lo peor.

3 noviembre, 2001

En Estados Unidos hoy la gente se preocupa mucho menos por la belleza que hace un mes. La estética parece haber pasado a segundo plano. Incluso antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre, un observador de la industria ya había reducido las estimaciones de crecimiento de los productos de belleza y de algunas categorías del cuidado personal al nivel más bajo de toda la década debido a la desaceleración económica. Desde entonces, Estee Lauder advirtió que las ventas y los ingresos se ubicarán por debajo de las predicciones previas para este año debido, en parte, al impacto de la tragedia. Por otro lado, Unilever indicó a los analistas que espera una disminución en las ventas de marcas de fragancias prestigiosas como Calvin Klein, pese a no presentar cifras concretas.

Los productos de belleza y cuidado personal del mercado masivo que, a diferencia de las marcas de diseñadores, parecieran soportar mejor el efecto de la desaceleración económica, también experimentaron una baja en las ventas la semana posterior al 11 de septiembre, según confió el Information Resources Inc. (IRI).

En comparación con el año anterior, tres de las cinco categorías que registraron la mayor caída en el volumen de ventas esa semana fueron los productos de belleza, incluyendo cosméticos para ojos y labios, que experimentaron una baja de 10%, el esmalte para uñas, con una caída de 6,2%, y los productos para el cuidado de la piel, con una disminución de 5,6%. En general, el volumen de los productos no alimenticios descendió 4,5% esa semana, comparado con los alimenticios, que sólo cayeron 1%, en vista de que los consumidores se abastecen de productos como sopa o arroz enlatado.

Planes para regresar a la normalidad

No obstante, el IRI y los analistas aconsejaron no prestar demasiada atención a los datos obtenidos en una semana. Según indicaron los consumidores de un panel de IRI, estiman que volverán a adoptar conductas normales de compras y gastos, señaló Ed Kuenhle, presidente del grupo IRI para América del Norte.

“Todavía no podemos sacar conclusiones a largo plazo”, apuntó. “Básicamente ofrecimos este servicio a los clientes que no reciben datos semanales para que pudieran ver el efecto que produjo esa semana. … La gente debería controlar mínimamente las actividades a corto plazo para saber si tiene que invertir el dinero de publicidad o promociones de otra manera o tiene que determinar con los minoristas una combinación distinta de los productos para promociones.”

Del mismo modo, Jim Gingrich, analista para la unidad Sanford C. Bernstein de Alliance Capital Corp., afirmó que resulta difícil sacar conclusiones sobre el impacto causado en los productos de belleza. Sin duda, disminuyeron las ventas de las grandes tiendas y el comercio. Estee Lauder también se vio afectada por la importante actividad comercial que maneja en las tiendas de Duty Free de los aeropuertos, comentó. Sin embargo, otras firmas de productos de belleza no anticipan un impacto a largo plazo por lo sucedido el 11 de septiembre último.

“La cuestión reside en determinar si esto realmente refleja una práctica de consumo o un comportamiento que surge de una crisis como ésta”, reflexionó Gingrich.

Incluso una semana antes del 11 de septiembre, Kline & Co., empresa consultora que observa el mercado estadounidense de cosméticos y artículos de tocador, había pronosticado que el crecimiento de ventas de la industria se ubicaría por debajo del índice de 4% del año anterior, el porcentaje más bajo desde 1995. También señaló el descenso en las ventas de la empresa Bath & Body Works de Intimate Brands y agregó que las presentaciones generales de nuevos productos en la industria cayeron 15% en la primera mitad del año. Una vocera dijo que es muy pronto para medir las posibles consecuencias de los ataques terroristas.

Estee Lauder se prepara para lo peor. Durante una llamada en conferencia con analistas realizada después del 11 de septiembre, la empresa redujo el crecimiento de ventas previsto para el ejercicio 2002: de 7%-9% a 5%-6%. Asimismo, recortó las expectativas de ingresos entre US$ 1,45 y US$ 1,50 por acción, de un estimado previo de US$ 1,53.

Entretanto, Valassis, distribuidora de cupones, advirtió sobre los ingresos para la segunda mitad del año y mencionó una caída en la presentación de productos de embalaje. Allen Schultz, presidente y CEO, comentó que hubo tantas cancelaciones que Valassis todavía tiene abierta la sección de encartes o inserts de noviembre que, en teoría, se debería haber cerrado el mes pasado.

Por Jack Neff
© Advertising Age / MERCADO

En Estados Unidos hoy la gente se preocupa mucho menos por la belleza que hace un mes. La estética parece haber pasado a segundo plano. Incluso antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre, un observador de la industria ya había reducido las estimaciones de crecimiento de los productos de belleza y de algunas categorías del cuidado personal al nivel más bajo de toda la década debido a la desaceleración económica. Desde entonces, Estee Lauder advirtió que las ventas y los ingresos se ubicarán por debajo de las predicciones previas para este año debido, en parte, al impacto de la tragedia. Por otro lado, Unilever indicó a los analistas que espera una disminución en las ventas de marcas de fragancias prestigiosas como Calvin Klein, pese a no presentar cifras concretas.

Los productos de belleza y cuidado personal del mercado masivo que, a diferencia de las marcas de diseñadores, parecieran soportar mejor el efecto de la desaceleración económica, también experimentaron una baja en las ventas la semana posterior al 11 de septiembre, según confió el Information Resources Inc. (IRI).

En comparación con el año anterior, tres de las cinco categorías que registraron la mayor caída en el volumen de ventas esa semana fueron los productos de belleza, incluyendo cosméticos para ojos y labios, que experimentaron una baja de 10%, el esmalte para uñas, con una caída de 6,2%, y los productos para el cuidado de la piel, con una disminución de 5,6%. En general, el volumen de los productos no alimenticios descendió 4,5% esa semana, comparado con los alimenticios, que sólo cayeron 1%, en vista de que los consumidores se abastecen de productos como sopa o arroz enlatado.

Planes para regresar a la normalidad

No obstante, el IRI y los analistas aconsejaron no prestar demasiada atención a los datos obtenidos en una semana. Según indicaron los consumidores de un panel de IRI, estiman que volverán a adoptar conductas normales de compras y gastos, señaló Ed Kuenhle, presidente del grupo IRI para América del Norte.

“Todavía no podemos sacar conclusiones a largo plazo”, apuntó. “Básicamente ofrecimos este servicio a los clientes que no reciben datos semanales para que pudieran ver el efecto que produjo esa semana. … La gente debería controlar mínimamente las actividades a corto plazo para saber si tiene que invertir el dinero de publicidad o promociones de otra manera o tiene que determinar con los minoristas una combinación distinta de los productos para promociones.”

Del mismo modo, Jim Gingrich, analista para la unidad Sanford C. Bernstein de Alliance Capital Corp., afirmó que resulta difícil sacar conclusiones sobre el impacto causado en los productos de belleza. Sin duda, disminuyeron las ventas de las grandes tiendas y el comercio. Estee Lauder también se vio afectada por la importante actividad comercial que maneja en las tiendas de Duty Free de los aeropuertos, comentó. Sin embargo, otras firmas de productos de belleza no anticipan un impacto a largo plazo por lo sucedido el 11 de septiembre último.

“La cuestión reside en determinar si esto realmente refleja una práctica de consumo o un comportamiento que surge de una crisis como ésta”, reflexionó Gingrich.

Incluso una semana antes del 11 de septiembre, Kline & Co., empresa consultora que observa el mercado estadounidense de cosméticos y artículos de tocador, había pronosticado que el crecimiento de ventas de la industria se ubicaría por debajo del índice de 4% del año anterior, el porcentaje más bajo desde 1995. También señaló el descenso en las ventas de la empresa Bath & Body Works de Intimate Brands y agregó que las presentaciones generales de nuevos productos en la industria cayeron 15% en la primera mitad del año. Una vocera dijo que es muy pronto para medir las posibles consecuencias de los ataques terroristas.

Estee Lauder se prepara para lo peor. Durante una llamada en conferencia con analistas realizada después del 11 de septiembre, la empresa redujo el crecimiento de ventas previsto para el ejercicio 2002: de 7%-9% a 5%-6%. Asimismo, recortó las expectativas de ingresos entre US$ 1,45 y US$ 1,50 por acción, de un estimado previo de US$ 1,53.

Entretanto, Valassis, distribuidora de cupones, advirtió sobre los ingresos para la segunda mitad del año y mencionó una caída en la presentación de productos de embalaje. Allen Schultz, presidente y CEO, comentó que hubo tantas cancelaciones que Valassis todavía tiene abierta la sección de encartes o inserts de noviembre que, en teoría, se debería haber cerrado el mes pasado.

Por Jack Neff
© Advertising Age / MERCADO

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