Las firmas discográficas frente a la marejada digital

Compras online, descargas a celulares y piratería cambian completamente el modelo de negocios de una industria que necesita desesperadamente recursos para invertir en desarrollar talentos; y ve mermar ambos.

5 octubre, 2009

<p>Es una mol&eacute;cula de m&uacute;sica en un mar de sonidos, pero es una se&ntilde;al: MB3, un grupo de m&uacute;sica estilo &ldquo;70&rsquo;s Brazilian Bossamba Trio&rdquo;, estrena su <em>blog</em> (www. mb3-bossamba.blogspot.com) en la <em>Web</em>. <br />
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Sin una productora detr&aacute;s; sin dinero para campa&ntilde;as de marketing; sin posibilidades de acceder al &ldquo;gran circuito&rdquo; discogr&aacute;fico, los creadores de MB3 apelan al principal recurso de la m&uacute;sica en la era digital, para promoverse. <br />
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No son los &uacute;nicos. Algunas empresas discogr&aacute;ficas tambi&eacute;n est&aacute;n intentando hacerle una llave de judo a la din&aacute;mica desafiante &ndash;para algunos, potencialmente catastr&oacute;fica&ndash; del nuevo mundo digital. <br />
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La noticia le dio pena a muchos, que hicieron cola para sacarse fotos, comprar &aacute;lbumes de colecci&oacute;n, o llevar a sus hijos a ver el lugar &ldquo;de culto&rdquo; donde compraban m&uacute;sica cuando eran j&oacute;venes. <br />
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El 20 de agosto de 2006, Tower Records se acogi&oacute; al temido <em>&ldquo;Chapter eleven&rdquo;</em> de la legislaci&oacute;n comercial estadounidense. Los miles de especialistas en responder preguntas como &ldquo;Quiero un disco de Peter Gabriel, que toca con un coro de monjes budistas del Tibet, y que compuso una de las canciones con su gorila amaestrado para tocar el sintetizador…&rdquo; quedaron en la calle. Y quien hoy quiera ese disco &ndash;no es tan dif&iacute;cil, es <em>Up</em>&ndash; deber&iacute;a teclear en una casilla de b&uacute;squeda en la <em>Web</em> <em>&ldquo;Peter Gabriel + tibet monks + gorilla&rdquo;.</em> Pruebe usted por favor, y experimente la frustraci&oacute;n en su m&aacute;s viva expresi&oacute;n. <br />
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Pero sensibler&iacute;as y a&ntilde;oranzas aparte, el traspi&eacute; de Tower Records o la emergencia de grupos como MB3, &ldquo;70&rsquo;s Brazilian Bossamba Trio&rdquo; son el gran signo de los tiempos de la ca&iacute;da de la industria discogr&aacute;fica, frente a la marejada digital. <br />
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La indiferencia de los p&uacute;blicos j&oacute;venes frente a la &ldquo;m&iacute;stica&rdquo; de la tienda de discos, sagrado templo de la b&uacute;squeda de otros tiempos; las nuevas formas de consumo de entretenimiento, m&aacute;s veloces, multimedi&aacute;ticas y con un &ldquo;d&eacute;ficit por desorden de atenci&oacute;n&rdquo; &ndash;como se dice de la forma que tienen de consumir medios&ndash;; y la facilidad de copia o descarga de &aacute;lbumes y temas a trav&eacute;s de la <em>Web</em> han cambiado radicalmente el panorama de esta industria. <br />
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<strong>Foro de expertos</strong><br />
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Reunidos por <em>Mercado</em> para analizar la situaci&oacute;n y comprender las formas en las que las discogr&aacute;ficas est&aacute;n adapt&aacute;ndose al nuevo siglo est&aacute;n Javier Delupi, director ejecutivo de Capif &ndash;C&aacute;mara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas&ndash;; Laura Tesoriero, presidente de Epsa; Andr&eacute;s Werner gerente de Desarrollo de Negocios de Warner Music; y Pablo Lacroix, gerente de Nuevos Medios de Leader Music. <br />
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La pirater&iacute;a &ndash;una actividad repudiable y delictiva, pero de la que dif&iacute;cilmente cualquier persona est&eacute; 100% libre&ndash; es el principal problema que salta en la recapitulaci&oacute;n de los especialistas. <br />
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Seg&uacute;n el &uacute;ltimo informe anual de la entidad, durante 2007 se vendieron en la Argentina m&aacute;s de 18 millones de unidades, principalmente CD y DVD, con un crecimiento total de 9,6%. <br />
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El informe da las pautas de los dos pilares del cambio. Las ventas digitales, por descargas de Internet como de m&oacute;viles crecieron 294%. Y concluye: los l&iacute;mites al crecimiento del mercado de m&uacute;sica vienen dados por los altos niveles de pirater&iacute;a registrados en el pa&iacute;s: 60% del mercado musical f&iacute;sico es pirata; y la venta ilegal de m&uacute;sica genera p&eacute;rdidas por $1.184.038.461.</p>

<p><strong>Lado A y lado B</strong><br />
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Dos caras de una misma moneda, la digitalización presenta tanto una gran amenaza –la piratería se une a las nuevas formas de compra <em>online</em>–, como la principal oportunidad de las empresas de cara al siglo 21. <br />
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“Lo digital es hoy el sexto continente –dice Delupi–; trajo un cambio sorpresivo, de un día para el otro. En todo el mundo se da una baja muy importante de ventas de discos compactos, frente a lo digital”. <br />
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Detrás de esa cuestión, está la redefinición del sector. La tecnología, una entidad moralmente neutra, causa debates poderosos y por momentos agrios, cuando se la carga de entidad per se. <br />
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“Todavía estamos en una industria con un mercado de flujo. Y el modelo está asentándose, pero hoy nadie lo conoce. Lo que hacemos es explorar distintas vetas, y cada vez vemos cómo diferentes empresas se van incorporando al mercado. Estamos buscando estrategias cada vez más flexibles, cada vez más alejadas del modelo tradicional de la industria discográfica, y adaptadas al contexto digital naciente. Entre ellas, asociaciones entre empresas que no estaban tradicionalmente asociadas”, dice Werner. <br />
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¿Por ejemplo? Fútbol y música, responde. “Se trata de tomar un socio, una empresa de cable o un canal de TV, por ejemplo, y ofrecerle combinar los contenidos. Hoy, se usa como algo totalmente natural, y que se hace todos los días en los teléfonos celulares. Eso permite ampliar el modelo de negocios y dar a los consumidores una experiencia de 360 grados con los artistas. Y eso nos convierte en compañías de entretenimiento, que puede ser un álbum, puede ser un video o también un <em>show</em> en River”.</p>
<p><strong>Debate sobre tecnología</strong><br />
“Hoy la tecnología tiene un nombre: piratería –dice Tesoriero–. Que nos ha hecho mucho daño. Hay gente que ha tomado eso y ha comenzado a armar modelos de negocios de esa forma; pero no es fácil ver algo positivo en la piratería y si alguien lo ve, lo invito a decirlo”. <br />
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“Es cierto que la piratería es absolutamente negativa; pero también creo que la digitalización tiene su lado positivo –dice Werner–. El hecho de que la piratería sea más fácil y más barata que la música legal es nuestro desafío diario. Hoy en día, es un esfuerzo sobrehumano comprar música legal digital. O no es un producto bueno, o es demasiado caro, o es muy difícil, o hay que tener tarjeta, o lo que sea. Y un chico de 16 años, que es nuestro principal grupo objetivo, tiene que tener tarjeta de crédito y encuentra más fácil piratear que comprar”. <br />
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“Si; pero sin embargo sí puede pagar ese contenido si es a través de un celular”, responde Tesoriero. “En el teléfono es más fácil –dice Werner–, pero también le es más fácil pagarlo”. Y el debate sobre el éxito deriva rápidamente a ese campo, donde el teléfono celular agrupa 99,5% de las ventas de música digital legal. <br />
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“Es difícil ver casos de éxito en el mundo digital; todavía estamos vendiendo las joyas de la abuela”, dice Delupi.</p>
<p><strong>Casos de éxito</strong><br />
Pablo Lacroix, de Leader Music, cuenta uno de sus proyectos digitales: “Se trata de un show interactivo, via <em>real streaming, </em>de David Bolzoni realizado con Terra. Este show permitirá a los fans elegir los temas que David tocará a través de Internet, comentar la previa en un <em>fotolog</em>, ver el <em>flog</em> [N. del A. <em>fotolog</em>] del artista con sus vivencias previas al <em>show</em> (cuenta regresiva), participar de una trivia por SMS para que los fans realicen el <em>backstage</em> del evento y luego sea subido por ellos al <em>flog</em> de David; descargar contenidos vía móvil (DAVID al 45654) y vía Internet (video, <em>fulltrack, truetones, ringtones</em> y tonos personalizados por el artista); recibir <em>newsletters</em>; y diferentes negocios basados en descargas móviles, publicidad, generación de bases de datos, <em>branding</em>, etc.”.<br />
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Werner completa: “Hay pocos, pero conocemos algunos casos de artistas que han crecido, naciendo en YouTube. Son pocos, pero aparecen. Lo digital acerca, es más barato, gusta. Un artista emergente, en nuestro caso, es Agustín Almeida, con mensajes <em>tuneados</em> para el medio; y la posibilidad de recibir el <em>show</em> directo en el celular enviando un SMS. Si hubiera que producir ese <em>show</em> en un CD, no andaría; pero en un micrositio sí”. <br />
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“Los casos que hay son buenas noticias –dice Delupi–, pero marginales. No hay datos de artistas que hayan surgido de dar a conocer su música a través de la <em>Web</em>. Si dejáramos a la industria solamente en lo digital, no haríamos 100 metros. La situación es un dilema, muy crítico, muy grave; no es una tragedia, sino una realidad”. <br />
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P.C. | pcavalli@mercado.com.ar</p>

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