La situación angustiante del desempleado

La crisis económica global aumentó los niveles de desempleo. Aunque algunos son mejores pilotos de tormentas, las estadísticas muestran que a mayor cantidad de tiempo sin trabajo, más difícil se vuelve encontrar uno.

16 octubre, 2012

<p>&nbsp;Hay mejores y peores maneras de lidiar con el desempleo. Pero no tener trabajo por mucho tiempo representa un problema serio, m&aacute;s all&aacute; de la falta de ingresos. Algunos estudios han demostrado que a mayor cantidad de tiempo sin trabajar, m&aacute;s dif&iacute;cil se vuelve encontrar un empleo.</p>
<p>En algunos casos se trata de habilidades que se vuelven obsoletas; en otros, es parte de la estrategia de las empresas que prefieren no contratarlos por considerarlos &ldquo;vencidos&rdquo;. Lo cierto es que estar desempleado es dar un paso hacia atr&aacute;s y, en muchos casos, una sentencia perpetua. En Estados Unidos solamente 6,7 millones de ciudadanos han sido marginados de la fuerza de trabajo, seg&uacute;n la oficina de Estad&iacute;sticas de trabajo. Reingresarlos a la econom&iacute;a formal ser&aacute; un trabajo de muchos a&ntilde;os.</p>
<p>No todas son malas noticias. La curva de desempleo est&aacute; en bajada. Sin embargo, la cantidad de gente que ha estado sin trabajar durante mucho tiempo ha aumentado. En 2009 la cantidad de personas buscando trabajo por m&aacute;s de seis meses era del 40%; no ha bajado desde entonces.</p>
<p>Son tantas las personas que forman parte de este grupo que han formado una nueva categor&iacute;a. Son los &ldquo;no empleables&rdquo; (nonemployment). Las consultoras saben bastante poco acerca de ellos: lo que hacen para solventar sus gastos o qu&eacute; tanto dependen de otros programas. En parte esto se debe a que, al menos en Estados Unidos, el desempleo continuo es una rareza.</p>
<p>El peligro es que, inclusive si la econom&iacute;a vuelve a funcionar, millones de ciudadanos queden fuera del sistema; excluidos de la fuerza de trabajo. Ser&iacute;a tr&aacute;gico para ellos pero, socialmente, tendr&iacute;a consecuencias graves. Nadie ha calculado todav&iacute;a el costo de estas personas para el Estado en t&eacute;rminos de salud y asistencia alimentaria. Los economistas dicen que el precio podr&iacute;a ser demasiado alto y que, en definitiva, recaer&aacute; en toda la poblaci&oacute;n.</p>
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