“La responsabilidad de la empresa en la sociedad”, un libro del profesor del IAE, Marcelo Paladino

El miércoles 18 de agosto se realizó la presentación del libro "La responsabilidad de la empresa en la sociedad" de Marcelo Paladino, profesor del IAE, Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral.

20 agosto, 2004

Luis Pagani, presidente de Arcor y de AEA, y Juan José Llach, profesor
del IAE, comentaron sobre los aportes del libro y sobre la problemática
de la responsabilidad empresaria.

Entre los comentarios que Juan José Llach realizó sobre el libro
se destacan:

“Me parece muy bien la reformulación que se hace en el libro de
hablar de la responsabilidad de la empresa en la sociedad (en vez de responsabilidad
social empresaria).”

“Marcelo (Paladino) destaca con bastante razón la insuficiencia
del paradigma neoclásico. A pesar de que hay que reconocer que el paradigma
en el último cuarto de siglo la economía se ha sociologizado bastante,
ha incorporado cada vez más temas sociales y políticos, por ejemplo
el papel de las instituciones y contratos, que hace 30 años de esto no
se hablaba, todos los desarrollos en materia de capital humano, los desarrollo
de la mal llamada economía política, y el propio concepto de capital
social, el cual los propios economistas se han apropiado. La economía
se ha sociolgizado”

“Este libro se enmarca en esta literatura. Yo creo que toda esta literatura
bien podría interpretarse con la teoría de las revoluciones científicas
de Tomas Khun, como evidencias que se van acumulando, que no son compatibles
con el paradigma neoclásico y que alguna vez, a lo mejor, no estamos
seguros -el que lo hace se ganará varios premios Nobel- cristalizará
en un nuevo paradigma en el que toda esta cuestión de la empresa por
un lado y de la responsabilidad de la empresa en la sociedad por otro no sea
algo incómodo, como una camisa de fuerza, que no esté del todo
integrado y que efectivamente llegue a integrarse”.

“El libro aporta en esta dirección y casi nos dice que cuánto
más humana y más social sea la empresa no solamente será
más responsable en la sociedad sino también en el desempeño
de las atribuciones que tradicionalmente le son atribuidas a la empresa. Las
funciones tradicionalmente más propias: producir bienes y servicios de
calidad, innovar permanentemente, generar empleo, pagar impuestos, maximizar
utilidades, porque en la medida en que no se maximizan utilidades eso va a estar
denunciando desperdicio de recursos e ineficiencias. Creo que en la Argentina
no nos sobran empresas que cumplan con todo esto”.

“La RES (responsabilidad de la empresa en la sociedad) no es, y el libro
no propone que sea una via de escape para no hacer los deberes. La RES está
basada en la responsabilidad personal insustituible de los directivos. En esto
insiste mucho el libro y este es un enfoque que en el IAE se desarrolla mucho,
por eso llama Escuela de Dirección y Negocios, dirección como
el primer sustantivo que la define”.

“El libro plantea muy bien cómo superar los enfoques de ayudar
a los pobres simplemente, de eliminar el conflicto social o hacer marketing
social. Yo me pregunto si en realidad la responsabilidad de la empresa en la
sociedad no será en última instancia poner todo el talento directivo
y organizacional de una firma a disposición del empowerment, de apoderar
a los prójimos relevantes. En esto insiste el libro cuando habla de la
construcción de la confianza con el entorno en que la empresa se mueve,
habla de catalizadores en la construcción del bien común que necesita
la sociedad”.

“Espero que el libro contribuya, tiene la calidad para hacerlo, a mejorar
la RES en la Argentina. Creo que ha habido avances sustanciales en los últimos
años, ha que decirlo, pero creo que todavía estamos lejos del
ideal y por eso creo que este libro va a ayudar a que este ideal que es imperioso
realizar esté un poco más cerca”.

Por su parte, Luis Pagani se refirió a:

“El libro pone el ascento en una realidad que los empresarios día
a día deben tener presente, una relación más profunda con
la sociedad a través de la función empresaria con la mirada puesta
en el bien común”.

“Creo que es importante el cambio en la interpretación de conceptos
como beneficio y competencia. Estos no deberían estar enfrentados con
otros valores más relevantes como comunidad, solidaridad y humanismo,
sino que deberían estar inspirados en una sólida cultura de cooperación
y cohesión entre diferentes actores sociales.”

“Más allá de su légitimo afán de lucro, la
empresa no es un ciudadano más. Por el contrario, es un protagonista
decisivo del proceso de desarrollo de cualquier país, por lo tanto recaen
sobre ella responsabilidades y compromisos mayores para con la comunidad”.

“Estoy convencido que no puede haber empresas exitosas en una sociedad
que fracasa. La experiencia histórica nos ha demostrado que lo logros
individuales no aseguran el crecimiento colectivo. El debate más relevante
de los últimos años, que surge de una realidad creciente es sobre
cómo se logran reducir los niveles de pobreza que en los peores momentos
del país involucraron a más de la mitad de la población
argentina. Un hecho de gravedad que nos llama a un compromiso profundo donde
debemos llevar a cabo acciones que estructuralmente transformen esa realidad
no sólo con medidas coyunturales”.

“Por eso estoy convencido que la pobreza se combate y sólo será
derrotada con trabajo legítimo que sólo es posible a través
de la inversión productiva sostenida en el toiempo. Es también
un llamado a comprometernos firmemente, como lo venimos haciendo, a seguir trabajando
a la par de la sociedad y establecer con simpleza cuál es el camino a
seguir, actuando con la responsabilidad que nos compete como empresarios y dirigentes.
Sin este compromiso no podremos llevar a cabo la transformación de la
realidad que se le pide a nuestras empresas”.

“Como antes comenté, no puede haber empresas exitosas en una sociedad
que fracasa, y no puede haber beneficio económico sin crecimiento real
de la economía, porque una receta de corto plazo que pierda de vista
al actor principal que es la persona, no nos lleva a buen destino como sociedad.
Es mi deseo que el libro que hoy se presenta contribuya de la manera esperada
para que los empresarios mantengamos el compromiso a travás de la creación
de empleo, como una de nuestras funciones más importantes, que es finalmente
ser agentes del bienestar general de la sociedad de la cual somos parte fundamental”.

Para cerrar la presentación del libro, Marcelo Paladino comentó:

“La empresa no sólo tiene una responsabilidad social, tiene una
responsabilidad como una institución clave de la sociedad. Romper esa
idea de solamente la responsabilidad social nos parecía un primer punto
importante.”

“Esperamos que esta idea de la responsabilidad de la empresa en la sociedad
no sea tomada como una carga adicional sino como un enriquecimiento del trabajo
del directivo, es decir, mejorar el sentido de la misión. Cuando se enriquece
la misión, el esfuerzo es mucho más fácil. También
esperamos que se ayude a reflexionar en la sociedad argentina sobre lo que significa
asumir las responsabilidades si se quiere construir un país ordenado.”

“Finalmente esperamos que se el empiece a perder miedo al concepto que
dice que el directivo de empresa tiene dimensión política, que
es dirigente en la sociedad, porque la propia naturaleza de su trabajo lo lleva
a esa situación”.

Luis Pagani, presidente de Arcor y de AEA, y Juan José Llach, profesor
del IAE, comentaron sobre los aportes del libro y sobre la problemática
de la responsabilidad empresaria.

Entre los comentarios que Juan José Llach realizó sobre el libro
se destacan:

“Me parece muy bien la reformulación que se hace en el libro de
hablar de la responsabilidad de la empresa en la sociedad (en vez de responsabilidad
social empresaria).”

“Marcelo (Paladino) destaca con bastante razón la insuficiencia
del paradigma neoclásico. A pesar de que hay que reconocer que el paradigma
en el último cuarto de siglo la economía se ha sociologizado bastante,
ha incorporado cada vez más temas sociales y políticos, por ejemplo
el papel de las instituciones y contratos, que hace 30 años de esto no
se hablaba, todos los desarrollos en materia de capital humano, los desarrollo
de la mal llamada economía política, y el propio concepto de capital
social, el cual los propios economistas se han apropiado. La economía
se ha sociolgizado”

“Este libro se enmarca en esta literatura. Yo creo que toda esta literatura
bien podría interpretarse con la teoría de las revoluciones científicas
de Tomas Khun, como evidencias que se van acumulando, que no son compatibles
con el paradigma neoclásico y que alguna vez, a lo mejor, no estamos
seguros -el que lo hace se ganará varios premios Nobel- cristalizará
en un nuevo paradigma en el que toda esta cuestión de la empresa por
un lado y de la responsabilidad de la empresa en la sociedad por otro no sea
algo incómodo, como una camisa de fuerza, que no esté del todo
integrado y que efectivamente llegue a integrarse”.

“El libro aporta en esta dirección y casi nos dice que cuánto
más humana y más social sea la empresa no solamente será
más responsable en la sociedad sino también en el desempeño
de las atribuciones que tradicionalmente le son atribuidas a la empresa. Las
funciones tradicionalmente más propias: producir bienes y servicios de
calidad, innovar permanentemente, generar empleo, pagar impuestos, maximizar
utilidades, porque en la medida en que no se maximizan utilidades eso va a estar
denunciando desperdicio de recursos e ineficiencias. Creo que en la Argentina
no nos sobran empresas que cumplan con todo esto”.

“La RES (responsabilidad de la empresa en la sociedad) no es, y el libro
no propone que sea una via de escape para no hacer los deberes. La RES está
basada en la responsabilidad personal insustituible de los directivos. En esto
insiste mucho el libro y este es un enfoque que en el IAE se desarrolla mucho,
por eso llama Escuela de Dirección y Negocios, dirección como
el primer sustantivo que la define”.

“El libro plantea muy bien cómo superar los enfoques de ayudar
a los pobres simplemente, de eliminar el conflicto social o hacer marketing
social. Yo me pregunto si en realidad la responsabilidad de la empresa en la
sociedad no será en última instancia poner todo el talento directivo
y organizacional de una firma a disposición del empowerment, de apoderar
a los prójimos relevantes. En esto insiste el libro cuando habla de la
construcción de la confianza con el entorno en que la empresa se mueve,
habla de catalizadores en la construcción del bien común que necesita
la sociedad”.

“Espero que el libro contribuya, tiene la calidad para hacerlo, a mejorar
la RES en la Argentina. Creo que ha habido avances sustanciales en los últimos
años, ha que decirlo, pero creo que todavía estamos lejos del
ideal y por eso creo que este libro va a ayudar a que este ideal que es imperioso
realizar esté un poco más cerca”.

Por su parte, Luis Pagani se refirió a:

“El libro pone el ascento en una realidad que los empresarios día
a día deben tener presente, una relación más profunda con
la sociedad a través de la función empresaria con la mirada puesta
en el bien común”.

“Creo que es importante el cambio en la interpretación de conceptos
como beneficio y competencia. Estos no deberían estar enfrentados con
otros valores más relevantes como comunidad, solidaridad y humanismo,
sino que deberían estar inspirados en una sólida cultura de cooperación
y cohesión entre diferentes actores sociales.”

“Más allá de su légitimo afán de lucro, la
empresa no es un ciudadano más. Por el contrario, es un protagonista
decisivo del proceso de desarrollo de cualquier país, por lo tanto recaen
sobre ella responsabilidades y compromisos mayores para con la comunidad”.

“Estoy convencido que no puede haber empresas exitosas en una sociedad
que fracasa. La experiencia histórica nos ha demostrado que lo logros
individuales no aseguran el crecimiento colectivo. El debate más relevante
de los últimos años, que surge de una realidad creciente es sobre
cómo se logran reducir los niveles de pobreza que en los peores momentos
del país involucraron a más de la mitad de la población
argentina. Un hecho de gravedad que nos llama a un compromiso profundo donde
debemos llevar a cabo acciones que estructuralmente transformen esa realidad
no sólo con medidas coyunturales”.

“Por eso estoy convencido que la pobreza se combate y sólo será
derrotada con trabajo legítimo que sólo es posible a través
de la inversión productiva sostenida en el toiempo. Es también
un llamado a comprometernos firmemente, como lo venimos haciendo, a seguir trabajando
a la par de la sociedad y establecer con simpleza cuál es el camino a
seguir, actuando con la responsabilidad que nos compete como empresarios y dirigentes.
Sin este compromiso no podremos llevar a cabo la transformación de la
realidad que se le pide a nuestras empresas”.

“Como antes comenté, no puede haber empresas exitosas en una sociedad
que fracasa, y no puede haber beneficio económico sin crecimiento real
de la economía, porque una receta de corto plazo que pierda de vista
al actor principal que es la persona, no nos lleva a buen destino como sociedad.
Es mi deseo que el libro que hoy se presenta contribuya de la manera esperada
para que los empresarios mantengamos el compromiso a travás de la creación
de empleo, como una de nuestras funciones más importantes, que es finalmente
ser agentes del bienestar general de la sociedad de la cual somos parte fundamental”.

Para cerrar la presentación del libro, Marcelo Paladino comentó:

“La empresa no sólo tiene una responsabilidad social, tiene una
responsabilidad como una institución clave de la sociedad. Romper esa
idea de solamente la responsabilidad social nos parecía un primer punto
importante.”

“Esperamos que esta idea de la responsabilidad de la empresa en la sociedad
no sea tomada como una carga adicional sino como un enriquecimiento del trabajo
del directivo, es decir, mejorar el sentido de la misión. Cuando se enriquece
la misión, el esfuerzo es mucho más fácil. También
esperamos que se ayude a reflexionar en la sociedad argentina sobre lo que significa
asumir las responsabilidades si se quiere construir un país ordenado.”

“Finalmente esperamos que se el empiece a perder miedo al concepto que
dice que el directivo de empresa tiene dimensión política, que
es dirigente en la sociedad, porque la propia naturaleza de su trabajo lo lleva
a esa situación”.

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