La hora del libro electrónico

Cómo será la nueva generación. La capacidad de almacenamiento, las fuentes de alimentación y las posibilidades que brinda un producto que puede generar enormes cambios en el campo de las ventas.

15 enero, 2000

Editores, libreros y productores de papel se lanzan a la conquista del cambio. Todavía no se ha visto lo último en literatura, y no se lo verá en la librería más cercana. El libro electrónico, liberado del papel y de los libreros tradicionales, migrará muy pronto, del laboratorio al mercado.

Ya compiten varias versiones del e-book , o libro electrónico, que serán puestas a disposición de los lectores en la Internet. Sin papel y sorteando las tradicionales librerías, los libros darán a las librerías on line un nuevo producto para competir. Los editores ya vislumbran enormes ahorros: no se imprimen, no se almacenan, no tienen costos de correo, ni sobrantes ni devoluciones.

Paradójicamente, los creadores del libro electrónico están procurando copiar la apariencia del libro tradicional, en la creencia de que los lectores no aceptarán la idea de apartarse violentamente de los volúmenes encuadernados que veneraron durante siglos.

Programados para su aparición están el Rocketbook (www.nuvomedia.com, US$ 500), el Millenium Reader (www.librious.com, US$ 200) y Soft Book (www.softbook.com, US$ 300 más el compromiso de gastar US$ 20 al mes durante dos años en la librería en línea Softbook). Probablemente el más caro de todos sea el Everybook (www.everybk.com) con un precio de US$ 1.500 y características que incluyen, por ejemplo, pantallas de dos colores.

SoftBook tiene una cubierta parecida al cuero que el lector abre para acceder a la pantalla. Everybook contiene dos pantallas que muestran dos páginas una al lado de la otra para imitar a un libro abierto. RocketBook y Millennium Reader se parecen a los libros de bolsillo.

En lugar de leer de arriba hacia abajo como haciendo rotar el tambor imaginario de la pantalla, el lector presiona un botón para dar vuelta la página. SoftBook y RocketBook vienen con una estilográfica para subrayados y notas al margen.
Pero el e-book más parecido a un libro está siendo creado por los científicos del afamado Media Laboratory del MIT (www.media.mit.edu/micromedia/elecpaper.html). Todavía muy lejos de la producción comercial, este libro contendrá cientos de páginas que el lector podrá leer una tras otra. Las páginas estarán recubiertas con una delgada tinta electrónica que mostrará texto en respuesta a estimulación eléctrica.

La empresa que la produce, E Ink, (www.electronic–ink.com), de Cambridge, Massachusetts, espera encontrar aplicaciones comerciales más simples para la tecnología en el futuro cercano, como carteles fáciles de modificar para tiendas y comercios.

Libros de texto y de turismo

La nueva generación de libros electrónicos promete ser de una practicidad tal que los distingue nítidamente de los intentos anteriores.

Alimentados a pila y con un peso inferior a medio kilo, son verdaderamente portátiles. Ofrecen a los lectores la conveniencia de comprar y bajar material de lectura mientras navegan la Web . Y sus productores ya saben cómo comercializarlos entre grupos específicos de lectores.

Por ejemplo, como un libro electrónico puede almacenar el contenido de muchos libros tradicionales, un estudiante podría llevar en una mano la bibliografía completa para un trimestre de estudio. Un e-book podría contener todo un estante de libros de abogacía o medicina. Publicaciones de corta vigencia, como catálogos, manuales y periódicos profesionales, podrían actualizarse rápida y económicamente. Los profesionales del turismo podrían generar guías de viajes customizadas para adecuarse a los itinerarios, y hasta conectar el texto con un diccionario bilingüe, por ejemplo, con sonido incorporado.

Los e–books no van a eliminar a los libros de papel en el futuro previsible. Pero serán una opción atractiva para algunos grupos de lectores mientras los avances tecnológicos los hacen más livianos, más versátiles y menos caros, y también mientras los editores reconocen los ahorros inherentes en un mercado de leer a pedido .

El aumento desmesurado de las ventas de computadoras palmtop también acelerará la tendencia hacia los e-books .
A medida que aumente el número de consumidores que usan sus portátiles para almacenar libros que se pueden bajar de Internet además de sus citas y compromisos comerciales, se convertirán en la primera generación de lectores para quienes los libros electrónicos sean tan útiles y conocidos como el e–mail .

Editores, libreros y productores de papel se lanzan a la conquista del cambio. Todavía no se ha visto lo último en literatura, y no se lo verá en la librería más cercana. El libro electrónico, liberado del papel y de los libreros tradicionales, migrará muy pronto, del laboratorio al mercado.

Ya compiten varias versiones del e-book , o libro electrónico, que serán puestas a disposición de los lectores en la Internet. Sin papel y sorteando las tradicionales librerías, los libros darán a las librerías on line un nuevo producto para competir. Los editores ya vislumbran enormes ahorros: no se imprimen, no se almacenan, no tienen costos de correo, ni sobrantes ni devoluciones.

Paradójicamente, los creadores del libro electrónico están procurando copiar la apariencia del libro tradicional, en la creencia de que los lectores no aceptarán la idea de apartarse violentamente de los volúmenes encuadernados que veneraron durante siglos.

Programados para su aparición están el Rocketbook (www.nuvomedia.com, US$ 500), el Millenium Reader (www.librious.com, US$ 200) y Soft Book (www.softbook.com, US$ 300 más el compromiso de gastar US$ 20 al mes durante dos años en la librería en línea Softbook). Probablemente el más caro de todos sea el Everybook (www.everybk.com) con un precio de US$ 1.500 y características que incluyen, por ejemplo, pantallas de dos colores.

SoftBook tiene una cubierta parecida al cuero que el lector abre para acceder a la pantalla. Everybook contiene dos pantallas que muestran dos páginas una al lado de la otra para imitar a un libro abierto. RocketBook y Millennium Reader se parecen a los libros de bolsillo.

En lugar de leer de arriba hacia abajo como haciendo rotar el tambor imaginario de la pantalla, el lector presiona un botón para dar vuelta la página. SoftBook y RocketBook vienen con una estilográfica para subrayados y notas al margen.
Pero el e-book más parecido a un libro está siendo creado por los científicos del afamado Media Laboratory del MIT (www.media.mit.edu/micromedia/elecpaper.html). Todavía muy lejos de la producción comercial, este libro contendrá cientos de páginas que el lector podrá leer una tras otra. Las páginas estarán recubiertas con una delgada tinta electrónica que mostrará texto en respuesta a estimulación eléctrica.

La empresa que la produce, E Ink, (www.electronic–ink.com), de Cambridge, Massachusetts, espera encontrar aplicaciones comerciales más simples para la tecnología en el futuro cercano, como carteles fáciles de modificar para tiendas y comercios.

Libros de texto y de turismo

La nueva generación de libros electrónicos promete ser de una practicidad tal que los distingue nítidamente de los intentos anteriores.

Alimentados a pila y con un peso inferior a medio kilo, son verdaderamente portátiles. Ofrecen a los lectores la conveniencia de comprar y bajar material de lectura mientras navegan la Web . Y sus productores ya saben cómo comercializarlos entre grupos específicos de lectores.

Por ejemplo, como un libro electrónico puede almacenar el contenido de muchos libros tradicionales, un estudiante podría llevar en una mano la bibliografía completa para un trimestre de estudio. Un e-book podría contener todo un estante de libros de abogacía o medicina. Publicaciones de corta vigencia, como catálogos, manuales y periódicos profesionales, podrían actualizarse rápida y económicamente. Los profesionales del turismo podrían generar guías de viajes customizadas para adecuarse a los itinerarios, y hasta conectar el texto con un diccionario bilingüe, por ejemplo, con sonido incorporado.

Los e–books no van a eliminar a los libros de papel en el futuro previsible. Pero serán una opción atractiva para algunos grupos de lectores mientras los avances tecnológicos los hacen más livianos, más versátiles y menos caros, y también mientras los editores reconocen los ahorros inherentes en un mercado de leer a pedido .

El aumento desmesurado de las ventas de computadoras palmtop también acelerará la tendencia hacia los e-books .
A medida que aumente el número de consumidores que usan sus portátiles para almacenar libros que se pueden bajar de Internet además de sus citas y compromisos comerciales, se convertirán en la primera generación de lectores para quienes los libros electrónicos sean tan útiles y conocidos como el e–mail .

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