La historia nunca contada de la Generación X

(Tercera y última entrega)

En el ámbito de la conferencia annual de la American Magazine Conference 2000, Kirstie Doig de Youth Intelligence, describió a la gente de la Generación X – a la cual pertenece – para que los editores comprendan a los lectores del momento.

3 marzo, 2001

Y ahora llegamos a la idea de estilo y función: si nos estamos definiendo en base a nuestro espacio es porque estamos siempre en movimiento, todo lo que llevemos encima define quiénes somos, es parte de nuestro estilo, es parte de todo. Y lo que estamos viendo es que en lugar de tener una opción entre estilo y función estamos exigiendo ambos; el I-mac y el I-book fueron los que realmente lanzaron esta idea y le dieron empuje: que las cosas además de funcionar bien pueden también tener buena apariencia, y esto es algo que los de la generación X – y sobre todo los de la generación Y – estamos buscando.

Exigimos que el diseño cumpla una función en todo lo que hacemos; las revistas deportivas tienen que tener una buena apariencia además de hablar de deportes. Las revistas de música siempre tuvieron esta idea del diseño, pero todos tienen que comenzar a aprovechar esta veta; hay que ofrecer las dos cosas, y además es evidente que hay que explorar el tema de viajes, ya que estamos siempre en movimiento.

Otro tema es que siempre usamos los medios tradicionales para llegar a la gente, pero si siempre estamos en movimiento ya no estamos sentados frente al televisor, incluso es probable que ni siquiera estemos sentados frente a nuestra computadora porque estamos en el auto, sentados en un tren, esperando en el consultorio de un médico, estamos parados afuera de un edificio porque quizás estamos fumando un cigarrillo y no se puede fumar adentro del edificio. Así que ya no estamos constantemente anclados en un solo lugar. O sea que es necesario tratar de llegar a las personas utilizando otras fuentes, haciendo marketing al aire libre, comercializando distintas maneras de aprovechar las posibilidades de la gente.

Estoy por empezar a hablar de la siguiente revolución que se está produciendo y quería lanzarlo con una pregunta. Hay algo nuevo en el mercado que se llama un ‘modo’. ¿Qué es? ¿Es una herramienta manual de referencia electrónica? ¿Una mascota electrónica? ¿Una opción de transporte portátil? ¿Una banda nueva muy de onda? Se sorprenderían. Muy impresionante, en realidad, cuando hago esta pregunta la gente piensa de inmediato en la moto, tiene que ser una moto que es lo último en el mercado. En realidad es una herramienta manual de referencia electrónica, y está buscando aprovechar esta idea de un sistema habilitado por la Web, está aprovechando la idea de que lo que buscamos es contenido, es información, es una nueva forma de proporcionar información como los cartelones en las rutas; nos encanta eso y no es necesariamente a través de los medios tradicionales. El ‘modo’ está buscando llegar a la mayoría de los que no tenían tanto acceso a la información y que querían información dinámica; eso es lo que estamos buscando: se trata todo del contenido.

Todo esto implica tecnología. Y si hablamos de la generación X, nosotros no somos ‘tecno-bebés’. No nos criamos con la tecnología desde la cuna; no tuvimos una computadora desde los seis meses: ésa es la generación Y. En realidad, nosotros crecimos, literalmente, a la par de la tecnología: mientras nosotros íbamos creciendo y madurando la tecnología hacía lo mismo. Esto significa que hay muchos de nosotros que le tienen terror a la tecnología, pero la mayoría también siente esta necesidad de forcejear con ella, de lograr entenderla: “Tengo que entender la manera de incorporarla a mi vida; tengo que aprender a aceptarla en mis actividades”.

Sin embargo, creo que cometimos un gran error cuando en la segunda parte de la década del ’90 decíamos que finalmente la tecnología iba a invadirlo todo. No, porque no se lo vamos a permitir. Porque necesitamos el factor humano. La tecnología no tiene personalidad y nunca la va a tener. Siempre habrá personas que la sostengan. Los de la generación X dicen que quieren ensuciarse las manos; necesitan tener tecnología en sus vidas, trabajan simultáneamente con celular, computadora e Internet. Pero a la vez sienten la necesidad de salir y relacionarse con otra gente. Quieren salir a hacer cosas. Buscan, buscamos, la interacción social. Por eso vuelve el bowling.

Nada de esto quiere decir que estemos rechazando la tecnología; lo que ocurre es que estamos tan inmersos en ella que sentimos esta necesidad de tener otras cosas, de tener interacción, de disfrutar un aspecto más sutil de la vida. Esto tiene enormes consecuencias sobre lo que se hace en la Web también. Para todos aquellos que se están abriendo camino en la Web es importante que no se olviden de incorporar ese factor humano. Una de las razones por las que la gente sigue comprando revistas es porque las pueden tocar; les encanta poder arrancar alguna hoja, pegarla en la pared. Habrá que pensar de qué manera se puede llevar este factor humano a la Web. Somos personas increíblemente táctiles y visuales. Tenemos necesidad de esa presencia humana en todo lo que hacemos.

Y, finalmente, tenemos dinero en el bolsillo. Esto es algo novedoso para la generación X porque durante la década del 90 no lo teníamos, y trabajábamos mucho para conseguirlo,; algunos no teníamos trabajo y estábamos como entregados. Pero lo cierto es que ahora tenemos dinero y gozamos de un poder adquisitivo bastante alto. Estamos, entonces, en una excelente posición para poder aprovechar lo que estaba sucediendo en la Web. Lo que sucede es que al haber pasado malos y buenos tiempos estamos preparados para cualquier cosa: tírennos lo que quieran, nosotros nos arreglamos. Pero esto también quiere decir que queremos gozar de la vida, porque pensamos que quizá lo bueno dure poco. Somos muy realistas con respecto a los reveses de la vida. Lo que queremos es pasarla bien, ahora seguimos trabajando, seguimos planificando para el futuro; tenemos dinero en el bolsillo: vamos a ver en qué lo podemos gastar.

Una de las cosas que está sucediendo este año es que acabamos de tener otra ‘explosión’ de bebés. Se prevé que esta explosión va a durar hasta el año 2015, y se trata de los de la generación de posguerra que están volviendo a tener hijos, más los de la generación X que por fin se deciden a tener bebés, y los de la generación Y que tienen bebés de muy jóvenes – no se preocupen, no son los adolescentes – la generación Y también incluye hasta los 23, 24 años. Lo cierto es que todos estamos teniendo bebés porque podemos, tenemos dinero y pensamos que los podemos criar como queramos.

Pero lo que sucede es que la Generación X tiene que cambiar su imagen tradicional cuando hay una familia involucrada. Todo esto implica que hay enormes oportunidades para la familia. Por ejemplo, en el caso de la generación X, la idea de tener un bebé no implica que sea el fin del mundo y que ya no van a poder disfrutar de la vida. Estamos encontrando maneras de equilibrar las dos cosas. Estamos buscando boliches, restoranes, cines, formas diferentes de vivir la vida que también incluyan a nuestros hijos. Eso fue algo que aprendimos de la generación de posguerra, eso de asegurarse de no perder ni la pasión, ni la familia, ni la energía aunque vayamos cumpliendo años y madurando en la vida.

Otra cosa que sucedió es que como tenemos dinero queremos tener diversas experiencias antes de que se nos venga encima el envejecimiento. Es una experiencia muy al estilo Carpe Diem que estamos pasando ahora, y hay algo que denominamos fanperience (combinación de fantasía y experiencia), que creo que exploró John Papanak en este mismo acontecimiento: es esta idea de tener un poco de diversión. Vivimos nuestra vida día a día, y hay que quitarle lo que no sirve. Las obligaciones son inevitables, pero tratemos de hacer la vida más entretenida.

Las revistas son una manera de lograr esto. Las revistas nos permiten entrar en otro tipo de mundo, experimentar quizás algo que nunca antes pudimos experimentar. La fantasía y la experiencia son cosas muy importantes para nosotros hoy. No estamos planeando para dentro de 20 años, estamos planeando para hoy, nos vamos a Costa Rica, hoy. Lo que buscamos es la vivencia. Antes mencioné el bowling con relación a eso de vivir la vida hoy. Ahora quiero explorar hasta qué punto está haciendo eso la generación X. A ver, ¿cuáles de las siguientes actividades dirían ustedes que están de onda hoy? Ya mencioné el bowling. ¿Tejer? ¿Jardinería? ¿Cocinar? ¿Ninguna de las anteriores? ¿Todas? La respuesta: todas.

La generación X no es tan distinta a la de sus padres, aunque parezca mentira estamos volviendo a esas actividades tradicionales como el bowling, tejido, bordado jardinería, cocina; y no son sólo las mujeres, también los hombres. Lo cierto es que hoy hay más hombres que mujeres hablando de cocina. ¿Por qué? Porque lo hacen más por tener la experiencia que por obligación. Lo hacen porque les divierte.

Y ahora llegamos a la idea de estilo y función: si nos estamos definiendo en base a nuestro espacio es porque estamos siempre en movimiento, todo lo que llevemos encima define quiénes somos, es parte de nuestro estilo, es parte de todo. Y lo que estamos viendo es que en lugar de tener una opción entre estilo y función estamos exigiendo ambos; el I-mac y el I-book fueron los que realmente lanzaron esta idea y le dieron empuje: que las cosas además de funcionar bien pueden también tener buena apariencia, y esto es algo que los de la generación X – y sobre todo los de la generación Y – estamos buscando.

Exigimos que el diseño cumpla una función en todo lo que hacemos; las revistas deportivas tienen que tener una buena apariencia además de hablar de deportes. Las revistas de música siempre tuvieron esta idea del diseño, pero todos tienen que comenzar a aprovechar esta veta; hay que ofrecer las dos cosas, y además es evidente que hay que explorar el tema de viajes, ya que estamos siempre en movimiento.

Otro tema es que siempre usamos los medios tradicionales para llegar a la gente, pero si siempre estamos en movimiento ya no estamos sentados frente al televisor, incluso es probable que ni siquiera estemos sentados frente a nuestra computadora porque estamos en el auto, sentados en un tren, esperando en el consultorio de un médico, estamos parados afuera de un edificio porque quizás estamos fumando un cigarrillo y no se puede fumar adentro del edificio. Así que ya no estamos constantemente anclados en un solo lugar. O sea que es necesario tratar de llegar a las personas utilizando otras fuentes, haciendo marketing al aire libre, comercializando distintas maneras de aprovechar las posibilidades de la gente.

Estoy por empezar a hablar de la siguiente revolución que se está produciendo y quería lanzarlo con una pregunta. Hay algo nuevo en el mercado que se llama un ‘modo’. ¿Qué es? ¿Es una herramienta manual de referencia electrónica? ¿Una mascota electrónica? ¿Una opción de transporte portátil? ¿Una banda nueva muy de onda? Se sorprenderían. Muy impresionante, en realidad, cuando hago esta pregunta la gente piensa de inmediato en la moto, tiene que ser una moto que es lo último en el mercado. En realidad es una herramienta manual de referencia electrónica, y está buscando aprovechar esta idea de un sistema habilitado por la Web, está aprovechando la idea de que lo que buscamos es contenido, es información, es una nueva forma de proporcionar información como los cartelones en las rutas; nos encanta eso y no es necesariamente a través de los medios tradicionales. El ‘modo’ está buscando llegar a la mayoría de los que no tenían tanto acceso a la información y que querían información dinámica; eso es lo que estamos buscando: se trata todo del contenido.

Todo esto implica tecnología. Y si hablamos de la generación X, nosotros no somos ‘tecno-bebés’. No nos criamos con la tecnología desde la cuna; no tuvimos una computadora desde los seis meses: ésa es la generación Y. En realidad, nosotros crecimos, literalmente, a la par de la tecnología: mientras nosotros íbamos creciendo y madurando la tecnología hacía lo mismo. Esto significa que hay muchos de nosotros que le tienen terror a la tecnología, pero la mayoría también siente esta necesidad de forcejear con ella, de lograr entenderla: “Tengo que entender la manera de incorporarla a mi vida; tengo que aprender a aceptarla en mis actividades”.

Sin embargo, creo que cometimos un gran error cuando en la segunda parte de la década del ’90 decíamos que finalmente la tecnología iba a invadirlo todo. No, porque no se lo vamos a permitir. Porque necesitamos el factor humano. La tecnología no tiene personalidad y nunca la va a tener. Siempre habrá personas que la sostengan. Los de la generación X dicen que quieren ensuciarse las manos; necesitan tener tecnología en sus vidas, trabajan simultáneamente con celular, computadora e Internet. Pero a la vez sienten la necesidad de salir y relacionarse con otra gente. Quieren salir a hacer cosas. Buscan, buscamos, la interacción social. Por eso vuelve el bowling.

Nada de esto quiere decir que estemos rechazando la tecnología; lo que ocurre es que estamos tan inmersos en ella que sentimos esta necesidad de tener otras cosas, de tener interacción, de disfrutar un aspecto más sutil de la vida. Esto tiene enormes consecuencias sobre lo que se hace en la Web también. Para todos aquellos que se están abriendo camino en la Web es importante que no se olviden de incorporar ese factor humano. Una de las razones por las que la gente sigue comprando revistas es porque las pueden tocar; les encanta poder arrancar alguna hoja, pegarla en la pared. Habrá que pensar de qué manera se puede llevar este factor humano a la Web. Somos personas increíblemente táctiles y visuales. Tenemos necesidad de esa presencia humana en todo lo que hacemos.

Y, finalmente, tenemos dinero en el bolsillo. Esto es algo novedoso para la generación X porque durante la década del 90 no lo teníamos, y trabajábamos mucho para conseguirlo,; algunos no teníamos trabajo y estábamos como entregados. Pero lo cierto es que ahora tenemos dinero y gozamos de un poder adquisitivo bastante alto. Estamos, entonces, en una excelente posición para poder aprovechar lo que estaba sucediendo en la Web. Lo que sucede es que al haber pasado malos y buenos tiempos estamos preparados para cualquier cosa: tírennos lo que quieran, nosotros nos arreglamos. Pero esto también quiere decir que queremos gozar de la vida, porque pensamos que quizá lo bueno dure poco. Somos muy realistas con respecto a los reveses de la vida. Lo que queremos es pasarla bien, ahora seguimos trabajando, seguimos planificando para el futuro; tenemos dinero en el bolsillo: vamos a ver en qué lo podemos gastar.

Una de las cosas que está sucediendo este año es que acabamos de tener otra ‘explosión’ de bebés. Se prevé que esta explosión va a durar hasta el año 2015, y se trata de los de la generación de posguerra que están volviendo a tener hijos, más los de la generación X que por fin se deciden a tener bebés, y los de la generación Y que tienen bebés de muy jóvenes – no se preocupen, no son los adolescentes – la generación Y también incluye hasta los 23, 24 años. Lo cierto es que todos estamos teniendo bebés porque podemos, tenemos dinero y pensamos que los podemos criar como queramos.

Pero lo que sucede es que la Generación X tiene que cambiar su imagen tradicional cuando hay una familia involucrada. Todo esto implica que hay enormes oportunidades para la familia. Por ejemplo, en el caso de la generación X, la idea de tener un bebé no implica que sea el fin del mundo y que ya no van a poder disfrutar de la vida. Estamos encontrando maneras de equilibrar las dos cosas. Estamos buscando boliches, restoranes, cines, formas diferentes de vivir la vida que también incluyan a nuestros hijos. Eso fue algo que aprendimos de la generación de posguerra, eso de asegurarse de no perder ni la pasión, ni la familia, ni la energía aunque vayamos cumpliendo años y madurando en la vida.

Otra cosa que sucedió es que como tenemos dinero queremos tener diversas experiencias antes de que se nos venga encima el envejecimiento. Es una experiencia muy al estilo Carpe Diem que estamos pasando ahora, y hay algo que denominamos fanperience (combinación de fantasía y experiencia), que creo que exploró John Papanak en este mismo acontecimiento: es esta idea de tener un poco de diversión. Vivimos nuestra vida día a día, y hay que quitarle lo que no sirve. Las obligaciones son inevitables, pero tratemos de hacer la vida más entretenida.

Las revistas son una manera de lograr esto. Las revistas nos permiten entrar en otro tipo de mundo, experimentar quizás algo que nunca antes pudimos experimentar. La fantasía y la experiencia son cosas muy importantes para nosotros hoy. No estamos planeando para dentro de 20 años, estamos planeando para hoy, nos vamos a Costa Rica, hoy. Lo que buscamos es la vivencia. Antes mencioné el bowling con relación a eso de vivir la vida hoy. Ahora quiero explorar hasta qué punto está haciendo eso la generación X. A ver, ¿cuáles de las siguientes actividades dirían ustedes que están de onda hoy? Ya mencioné el bowling. ¿Tejer? ¿Jardinería? ¿Cocinar? ¿Ninguna de las anteriores? ¿Todas? La respuesta: todas.

La generación X no es tan distinta a la de sus padres, aunque parezca mentira estamos volviendo a esas actividades tradicionales como el bowling, tejido, bordado jardinería, cocina; y no son sólo las mujeres, también los hombres. Lo cierto es que hoy hay más hombres que mujeres hablando de cocina. ¿Por qué? Porque lo hacen más por tener la experiencia que por obligación. Lo hacen porque les divierte.

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