La gestión del riesgo empresario

Tan importante se ha vuelto hoy el tema del riesgo empresario que ya se ha compuesto un método para ayudar a las empresas a prevenirlo en todos los niveles.

23 mayo, 2007

Hoy, los organismos reguladores exigen a las empresas e instituciones financieras
que adopten medidas estrictas en lo que ahora se denomina “gestión
del riesgo empresario” (GRE).

Lejos de presentarse aisladamente, los riesgos están íntimamente
interconectados. Un riesgo operativo, por ejemplo, puede evolucionar en poco
tiempo en riesgos de mercado si la noticia se difunde y cae el valor de la acción.

Cuando en 1999 la embotelladora de Coca Cola Bélgica utilizó una
partida de dióxido de carbono en mal estado, originó un escándalo
de salud pública que la convirtió en protagonista de una crisis
primero nacional y luego internacional. En dos meses las acciones de la compañía
habían caído 13%. Coca-Cola gastó luego US$ 100 millones
retirando el producto de los mercados, con lo cual su ingreso neto se redujo
ese año 21%.

El error humano puede tener efectos similares. In 2001, el índice FTSE
100 (Financial Times and The London Stock Exchange) cayó 2,2% cuando
un empleado, por un simple error de tipeo, vendió acciones por US$ 430
millones en lugar de US$ 43 millones.

La gestión GRE es una manera sistemática de comprender y gerenciar
los diversos riesgos que afronta una empresa. En primer lugar, impone a los
gerentes la tarea de identificar los peligros que pueden correr en todos los
niveles jerárquicos de la organización.

GRE ofrece un lenguaje transparente y coherente para hablar de riesgo en todas
las organizaciones. Muchas empresas no saben siquiera identificar sus riesgos.
Una encuesta de ejecutivos realizada por McKinsey en 2002, reveló que
36% no comprendía completamente los riesgos que corrían sus negocios.

Según el nuevo manual, los gerentes deberían considerar tres grandes
categorías cuando identifican riesgos:
* Riesgos financieros, originados por fluctuaciones de mercado o cambios en
el estatus de los acreedores de la compañía.
* Riesgos operativos, originados por procedimientos o sistemas inadecuados.

* Riesgos por cambios inesperados en la demanda de productos y servicios, su
estructura o el entorno competitivo.

El segundo paso del GRE es la evaluación del riesgo. Hay técnicas
avanzadas de modelación de riesgo – como análisis de decisión,
cálculos de valor en riesgo y planificación de escenarios – que
permiten a los gerentes evaluar la posibilidad de ciertos acontecimientos.

El paso final es el más importante: una vez identificados y evaluados
los riesgos, deben ser gestionados. Aquí hay, por lo general, dos opciones;
usar recursos internos — como el autoseguro — o transferir el riesgo y compartirlo
con otra parte.

El autoseguro implica que una empresa aparte dinero para invertir en cubrir
pérdidas si ocurren problemas: lo que hace la empresa en realidad es
instalar un fondo interno de seguros. En cuanto a compartir el riesgo, seque
puede tercerizar parte de un proceso de producción a otra compañía
o involucrar a los mercados de capitales. Las empresas pueden decidir emitir
bonos catástrofe para transferir una parte de su exposición a
los riesgos catastróficos a los mercados financieros.

En definitiva, una política GRE bien manejada favorece la creación
de un lenguaje común de riesgo entre miembros del directorio, gerentes,
proveedores, clientes, inversores y demás. Está pensada para aumentar
la responsabilidad frente a los riesgos en todas las unidades de negocios de
la compañía.

Hoy, los organismos reguladores exigen a las empresas e instituciones financieras
que adopten medidas estrictas en lo que ahora se denomina “gestión
del riesgo empresario” (GRE).

Lejos de presentarse aisladamente, los riesgos están íntimamente
interconectados. Un riesgo operativo, por ejemplo, puede evolucionar en poco
tiempo en riesgos de mercado si la noticia se difunde y cae el valor de la acción.

Cuando en 1999 la embotelladora de Coca Cola Bélgica utilizó una
partida de dióxido de carbono en mal estado, originó un escándalo
de salud pública que la convirtió en protagonista de una crisis
primero nacional y luego internacional. En dos meses las acciones de la compañía
habían caído 13%. Coca-Cola gastó luego US$ 100 millones
retirando el producto de los mercados, con lo cual su ingreso neto se redujo
ese año 21%.

El error humano puede tener efectos similares. In 2001, el índice FTSE
100 (Financial Times and The London Stock Exchange) cayó 2,2% cuando
un empleado, por un simple error de tipeo, vendió acciones por US$ 430
millones en lugar de US$ 43 millones.

La gestión GRE es una manera sistemática de comprender y gerenciar
los diversos riesgos que afronta una empresa. En primer lugar, impone a los
gerentes la tarea de identificar los peligros que pueden correr en todos los
niveles jerárquicos de la organización.

GRE ofrece un lenguaje transparente y coherente para hablar de riesgo en todas
las organizaciones. Muchas empresas no saben siquiera identificar sus riesgos.
Una encuesta de ejecutivos realizada por McKinsey en 2002, reveló que
36% no comprendía completamente los riesgos que corrían sus negocios.

Según el nuevo manual, los gerentes deberían considerar tres grandes
categorías cuando identifican riesgos:
* Riesgos financieros, originados por fluctuaciones de mercado o cambios en
el estatus de los acreedores de la compañía.
* Riesgos operativos, originados por procedimientos o sistemas inadecuados.

* Riesgos por cambios inesperados en la demanda de productos y servicios, su
estructura o el entorno competitivo.

El segundo paso del GRE es la evaluación del riesgo. Hay técnicas
avanzadas de modelación de riesgo – como análisis de decisión,
cálculos de valor en riesgo y planificación de escenarios – que
permiten a los gerentes evaluar la posibilidad de ciertos acontecimientos.

El paso final es el más importante: una vez identificados y evaluados
los riesgos, deben ser gestionados. Aquí hay, por lo general, dos opciones;
usar recursos internos — como el autoseguro — o transferir el riesgo y compartirlo
con otra parte.

El autoseguro implica que una empresa aparte dinero para invertir en cubrir
pérdidas si ocurren problemas: lo que hace la empresa en realidad es
instalar un fondo interno de seguros. En cuanto a compartir el riesgo, seque
puede tercerizar parte de un proceso de producción a otra compañía
o involucrar a los mercados de capitales. Las empresas pueden decidir emitir
bonos catástrofe para transferir una parte de su exposición a
los riesgos catastróficos a los mercados financieros.

En definitiva, una política GRE bien manejada favorece la creación
de un lenguaje común de riesgo entre miembros del directorio, gerentes,
proveedores, clientes, inversores y demás. Está pensada para aumentar
la responsabilidad frente a los riesgos en todas las unidades de negocios de
la compañía.

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