La cirugía cosmética es un mercado que crece

La gente – hombres y mujeres -- se resiste a envejecer y recurre a retoques y liposucciones. El futuro nunca fue más promisorio para el negocio del anti-envejecimiento.

6 mayo, 2001

El mercado rebalsa de cosméticos, vitaminas, tinturas para el cabello, blanqueadores dentales y miles de productos de venta libre que ayudan a disimular el paso del tiempo, casi todos orientados a personas de más de 40 años, con una buena cuota de vanidad y también buenos ingresos. Pero lo realmente excitante para los que van en serio en esto de conservar la juventud es la cirugía “cosmética”.

Hace tiempo que las empresas saben que las generaciones del “baby boom” (la explosión demográfica que siguió al fin de la Segunda Guerra Mundial) están dispuestas a pagar lo que sea para conseguir lo que quieren o necesitan. Ahora se suma la profesión médica, que descubre que aunque los cuerpos de los “baby boomers” envejecen con el paso de los años, la imagen que tienen de sí mismos se conserva tercamente joven.

La cirugía cosmética, antes limitada al sector de las señoras sesentonas de la alta sociedad – también llamada cirugía estética- atrae a un mercado cada vez más amplio de mujeres y hombres entre los 30 y los 50 años de edad. En Estados Unidos se realizan cerca de 1,5 millón de cirugías plásticas al año, de las cuales casi la tercera parte son cosméticas. Los costos oscilan entre US$ 1.500 por un “lifting” (estiramiento) de ojos hasta US$ 5.000 por uno facial. Y rara vez la cirugía cosmética está incluida en los planes de medicina prepaga, a menos que sea “reparadora” de un accidente u otra operación.

El procedimiento cosmético más común es la liposucción, o sea la extracción de grasa sobrante. En 1996, la American Society of Plastic and Reconstructive Surgery registró 100.000 liposucciones, la mitad de ellas en pacientes entre los 35 y los 50 años. Otros procedimientos comunes son el lifting de ojos, las inyecciones de colágeno, el aumento del busto y el “peeling” (pelado) químico.

En 1994 los hombres representaron el 24% de toda la cirugía cosmética, comparado con el 10% en 1980. Según los médicos especialistas, tanto el hombre como la mujer profesional recurren a este tipo de procedimientos como una táctica para mantenerse competitivos (o sea jóvenes) en el mercado. Los procedimientos más comunes entre los hombres son los transplantes de pelo, la corrección de la nariz y la cirugía de párpados.

La cirugía cosmética es hoy más fácil, rápida, confiable y menos agresiva.

* Con rayo láser hay menos sangrado, hematoma y molestias durante el post-operatorio. Una novedad prometedora es la del “laser resurfacing”, o “laser peel”, que utiliza dióxido de carbono para eliminar la piel dañada o arrugada de a una capa por vez. El láser está teniendo también un efecto profundo en la visión, al usar rayos ultravioletas de luz fría para dar nueva forma a la superficie del ojo y corregir la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo. Más de un millón de procedimientos de corrección de visión se han realizado en por lo menos 52 países. Y en mayo, la U.S. Food and Drug Administration aprobó la tecnología láser para el tratamiento de la caries dental. La tecnología, que ya se ofrece en Europa, llegará pronto a Estados Unidos.

* El endoscopio, usado durante largo tiempo para cálculos biliares y cirugía de rodilla, acaba de ser utilizado en cirugía cosmética, en la que constituye una alternativa menos agresiva para el tradicional escalpelo. En cirugía endoscópica se introduce en la piel, a través de microscópicos tajitos, una probeta tubular con una cámara diminuta. Los cables de fibra óptica irradian luz, permitiendo al cirujano ver por debajo de la superficie de la piel, mientras la cámara transmite minúsculos detalles a los monitores de televisión.

* Entre los avances no quirúrgicos figura el “morphing” -una simulación computarizada que se realiza para que los pacientes vean cómo podrían quedar después de una serie de procedimientos- y la micropigmentación, que hace una especie de tatuaje para lucir un permanente delineado en los ojos, o color en los labios, o da la ilusión de cabello donde no lo hay. Sin embargo, la micropigmentación todavía no ha sido regulada y está plagada de posibles peligros, que incluyen reacciones alérgicas y la transmisión de enfermedades a través de agujas.

El mercado rebalsa de cosméticos, vitaminas, tinturas para el cabello, blanqueadores dentales y miles de productos de venta libre que ayudan a disimular el paso del tiempo, casi todos orientados a personas de más de 40 años, con una buena cuota de vanidad y también buenos ingresos. Pero lo realmente excitante para los que van en serio en esto de conservar la juventud es la cirugía “cosmética”.

Hace tiempo que las empresas saben que las generaciones del “baby boom” (la explosión demográfica que siguió al fin de la Segunda Guerra Mundial) están dispuestas a pagar lo que sea para conseguir lo que quieren o necesitan. Ahora se suma la profesión médica, que descubre que aunque los cuerpos de los “baby boomers” envejecen con el paso de los años, la imagen que tienen de sí mismos se conserva tercamente joven.

La cirugía cosmética, antes limitada al sector de las señoras sesentonas de la alta sociedad – también llamada cirugía estética- atrae a un mercado cada vez más amplio de mujeres y hombres entre los 30 y los 50 años de edad. En Estados Unidos se realizan cerca de 1,5 millón de cirugías plásticas al año, de las cuales casi la tercera parte son cosméticas. Los costos oscilan entre US$ 1.500 por un “lifting” (estiramiento) de ojos hasta US$ 5.000 por uno facial. Y rara vez la cirugía cosmética está incluida en los planes de medicina prepaga, a menos que sea “reparadora” de un accidente u otra operación.

El procedimiento cosmético más común es la liposucción, o sea la extracción de grasa sobrante. En 1996, la American Society of Plastic and Reconstructive Surgery registró 100.000 liposucciones, la mitad de ellas en pacientes entre los 35 y los 50 años. Otros procedimientos comunes son el lifting de ojos, las inyecciones de colágeno, el aumento del busto y el “peeling” (pelado) químico.

En 1994 los hombres representaron el 24% de toda la cirugía cosmética, comparado con el 10% en 1980. Según los médicos especialistas, tanto el hombre como la mujer profesional recurren a este tipo de procedimientos como una táctica para mantenerse competitivos (o sea jóvenes) en el mercado. Los procedimientos más comunes entre los hombres son los transplantes de pelo, la corrección de la nariz y la cirugía de párpados.

La cirugía cosmética es hoy más fácil, rápida, confiable y menos agresiva.

* Con rayo láser hay menos sangrado, hematoma y molestias durante el post-operatorio. Una novedad prometedora es la del “laser resurfacing”, o “laser peel”, que utiliza dióxido de carbono para eliminar la piel dañada o arrugada de a una capa por vez. El láser está teniendo también un efecto profundo en la visión, al usar rayos ultravioletas de luz fría para dar nueva forma a la superficie del ojo y corregir la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo. Más de un millón de procedimientos de corrección de visión se han realizado en por lo menos 52 países. Y en mayo, la U.S. Food and Drug Administration aprobó la tecnología láser para el tratamiento de la caries dental. La tecnología, que ya se ofrece en Europa, llegará pronto a Estados Unidos.

* El endoscopio, usado durante largo tiempo para cálculos biliares y cirugía de rodilla, acaba de ser utilizado en cirugía cosmética, en la que constituye una alternativa menos agresiva para el tradicional escalpelo. En cirugía endoscópica se introduce en la piel, a través de microscópicos tajitos, una probeta tubular con una cámara diminuta. Los cables de fibra óptica irradian luz, permitiendo al cirujano ver por debajo de la superficie de la piel, mientras la cámara transmite minúsculos detalles a los monitores de televisión.

* Entre los avances no quirúrgicos figura el “morphing” -una simulación computarizada que se realiza para que los pacientes vean cómo podrían quedar después de una serie de procedimientos- y la micropigmentación, que hace una especie de tatuaje para lucir un permanente delineado en los ojos, o color en los labios, o da la ilusión de cabello donde no lo hay. Sin embargo, la micropigmentación todavía no ha sido regulada y está plagada de posibles peligros, que incluyen reacciones alérgicas y la transmisión de enfermedades a través de agujas.

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