HJ Heinz vende activos y vuelve a su marca clásica

HJ Heinz anunció que, en adelante, se concentrará en sus “quince marcas decisivas”. Esta decisión explica la reciente venta de activos y negocios a Del Monte Foods. Entre ellos, StarKist (atún enlatado), sopas, alimentos para bebés y mascotas.

22 marzo, 2003

La firma de Pittsburgh informó, de paso, que su renta neta cedió poco más de 24% en el último trimestral y totalizó US$ 151.600.000. Pero sus negocios tradicionales andaron mejor: las utilidades subieron 18% y alcanzaban US$ 191.500.000 al cierre de ese estado (que abarca noviembre 2002-enero 2003).

Sin duda, la empresa se repliega sobre su marca tradicional, Heinz –una “power brand” en la jerga de marketing). El logo identifica salsa de tomate tipo “kechup”, condimentos para carnes y similares. Esta gama representa US$ 2.500 millones, o sea 30% de las ventas anuales. Justamente, la demanda de “kechup” creció 3,3% en el último trimestre del ejercicio y el producto tiene 60% del mercado en Estados Unidos.

Otras marcas claves son Ore-Ida (papas fritas; antes “French fries”, hoy simplemente “fries”) y Smart Ones, una línea de comidas listas para el microondas. En lo tocante a la transacción con Del Monte, finiquitada el 20 de diciembre, Heinz percibió US$ 1.100 millones en efectivo y sus accionistas recibieron casi la mitad de una acción Del Monte por cada papel Heinz. Ergo, “controlan ahora 75% de la sociedad compradora”, señala William Jones, CEO de Heinz.

El balance de Del Monte –San Francisco- lucía mejor que el de Heinz, al menos hasta esta adquisición de activos. Con un trimestral paralelo (noviembre-enero), esta firma muestra rentas netas por US$ 53.800.000 (+10%), que se reducen a 24.400.000 si se contabiliza la compra a Heinz.

La firma de Pittsburgh informó, de paso, que su renta neta cedió poco más de 24% en el último trimestral y totalizó US$ 151.600.000. Pero sus negocios tradicionales andaron mejor: las utilidades subieron 18% y alcanzaban US$ 191.500.000 al cierre de ese estado (que abarca noviembre 2002-enero 2003).

Sin duda, la empresa se repliega sobre su marca tradicional, Heinz –una “power brand” en la jerga de marketing). El logo identifica salsa de tomate tipo “kechup”, condimentos para carnes y similares. Esta gama representa US$ 2.500 millones, o sea 30% de las ventas anuales. Justamente, la demanda de “kechup” creció 3,3% en el último trimestre del ejercicio y el producto tiene 60% del mercado en Estados Unidos.

Otras marcas claves son Ore-Ida (papas fritas; antes “French fries”, hoy simplemente “fries”) y Smart Ones, una línea de comidas listas para el microondas. En lo tocante a la transacción con Del Monte, finiquitada el 20 de diciembre, Heinz percibió US$ 1.100 millones en efectivo y sus accionistas recibieron casi la mitad de una acción Del Monte por cada papel Heinz. Ergo, “controlan ahora 75% de la sociedad compradora”, señala William Jones, CEO de Heinz.

El balance de Del Monte –San Francisco- lucía mejor que el de Heinz, al menos hasta esta adquisición de activos. Con un trimestral paralelo (noviembre-enero), esta firma muestra rentas netas por US$ 53.800.000 (+10%), que se reducen a 24.400.000 si se contabiliza la compra a Heinz.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades