Gestión basada en hechos reales

Jeffrey Pfeffer y Robert Sutton, en un artículo publicado por la consultora Booz Allen & Hamilton, explican el concepto “gestión basada en evidencia” : la mejor forma de tomar una buena decisión de negocios es analizar los datos de la realidad.

20 diciembre, 2006

Muchos ejecutivos efectúan elecciones estratégicas fundamentales simplemente sobre la base de intuiciones o recomendaciones de asesores que temen contrariar los juicios preconcebidos de sus jefes o el status-quo organizacional. La información cuantitativa o cualitativa que mide si está funcionando la estrategia es a menudo lo último en considerarse. Como resultado, la toma de decisiones muchas veces se realiza en la oscuridad.

Si se observa a las empresas de mayor rendimiento en el mundo, se verá que muestran fuertes señales de que la gestión basada en la evidencia es fundamental para su alta calificación. Unos pocos ejemplos: Yahoo realiza numerosos experimentos por día variando sutilmente el diseño de su web para ver qué enfoque atrae a la mayoría de sus visitantes y compradores; el canal de venta televisiva QVC analiza datos a tiempo real para determinar el impacto de productos específicos; Enterprise Rent-A-Car, la empresa de alquiler de coches más grande de Estados Unidos, envía más de 100,000 encuestas por mes para monitorear la atención al cliente en sus puntos de venta.

La investigación de Pfeffer y Sutton los lleva a la convicción de que cuando las empresas basan sus decisiones en la evidencia, consiguen ventaja competitiva. Y aún cuando la información sea escasa, existen acciones que los ejecutivos pueden efectuar y que les permite confiar más en la evidencia y en la lógica, y menos en la adivinación, el miedo, la fe o la esperanza. Por ejemplo, los datos cualitativos, colectados en trabajos de campo en puntos de venta con el fin de comprobar supuestos, pueden constituir una herramienta extremadamente poderosa de evidencia útil para un análisis rápido.

Los autores del estudio aclaran que el otorgar importancia a la evidencia y al conocimiento no implica desechar el valor de la intuición y de la innovación. Pero aún las corazonadas, las ideas frescas y las invenciones deberían medirse contra parámetros empíricos y lógicos para determinar si son ideas eficaces o sólo un conjunto de pensamientos excitantes que mejor abandonar pronto.

Los investigadores proponen dos lineamientos básicos para un buen programa de gestión basada en la evidencia: Primero, actuar sobre hechos reales. Muchos gerentes no quieren oír malas noticias ni admitir que hay áreas que desconocen o se niegan a aprender de los otros.

Segundo, tratar a la organización como un prototipo inacabado. Los ejecutivos que utilizan la gestión basada en hechos comprobables alientan a sus empleados a aprender aún cuando actúen sobre lo que realmente conocen. Consideran a sus empresas como un trabajo en progreso, que constantemente necesita ser puesto a prueba para estar seguros de que está evolucionando en la dirección correcta.

Muchos ejecutivos efectúan elecciones estratégicas fundamentales simplemente sobre la base de intuiciones o recomendaciones de asesores que temen contrariar los juicios preconcebidos de sus jefes o el status-quo organizacional. La información cuantitativa o cualitativa que mide si está funcionando la estrategia es a menudo lo último en considerarse. Como resultado, la toma de decisiones muchas veces se realiza en la oscuridad.

Si se observa a las empresas de mayor rendimiento en el mundo, se verá que muestran fuertes señales de que la gestión basada en la evidencia es fundamental para su alta calificación. Unos pocos ejemplos: Yahoo realiza numerosos experimentos por día variando sutilmente el diseño de su web para ver qué enfoque atrae a la mayoría de sus visitantes y compradores; el canal de venta televisiva QVC analiza datos a tiempo real para determinar el impacto de productos específicos; Enterprise Rent-A-Car, la empresa de alquiler de coches más grande de Estados Unidos, envía más de 100,000 encuestas por mes para monitorear la atención al cliente en sus puntos de venta.

La investigación de Pfeffer y Sutton los lleva a la convicción de que cuando las empresas basan sus decisiones en la evidencia, consiguen ventaja competitiva. Y aún cuando la información sea escasa, existen acciones que los ejecutivos pueden efectuar y que les permite confiar más en la evidencia y en la lógica, y menos en la adivinación, el miedo, la fe o la esperanza. Por ejemplo, los datos cualitativos, colectados en trabajos de campo en puntos de venta con el fin de comprobar supuestos, pueden constituir una herramienta extremadamente poderosa de evidencia útil para un análisis rápido.

Los autores del estudio aclaran que el otorgar importancia a la evidencia y al conocimiento no implica desechar el valor de la intuición y de la innovación. Pero aún las corazonadas, las ideas frescas y las invenciones deberían medirse contra parámetros empíricos y lógicos para determinar si son ideas eficaces o sólo un conjunto de pensamientos excitantes que mejor abandonar pronto.

Los investigadores proponen dos lineamientos básicos para un buen programa de gestión basada en la evidencia: Primero, actuar sobre hechos reales. Muchos gerentes no quieren oír malas noticias ni admitir que hay áreas que desconocen o se niegan a aprender de los otros.

Segundo, tratar a la organización como un prototipo inacabado. Los ejecutivos que utilizan la gestión basada en hechos comprobables alientan a sus empleados a aprender aún cuando actúen sobre lo que realmente conocen. Consideran a sus empresas como un trabajo en progreso, que constantemente necesita ser puesto a prueba para estar seguros de que está evolucionando en la dirección correcta.

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