Estrés laboral

El Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (National Institute for Occupational Safety and Health , NIOSH) es un organismo federal que investiga y asesora sobre seguridad y salud ocupacional. Estrés en el trabajo es uno de sus temas.

6 febrero, 2003

El estrés laboral se ha convertido en un problema costoso y común
en Estados Unidos. Algunos estudios lo definen como las nocivas reacciones físicas
y emocionales que ocurren cuando las exigencias del trabajo superan las capacidades,
recursos o necesidades del trabajador. Si se mantiene en el tiempo, puede llegar
a provocar enfermedades.

A veces, se lo confunde con desafío, pero esto último vigoriza
física y psicológicamente, genera ansias de aprender habilidades
nuevas. El desafío es un ingrediente casi indispensable del trabajo productivo.
Pero cuando se convierte en exigencia imposible de satisfacer, cuando el agotamiento
es tal que no permite gozar del tiempo libre, entonces es desafío se
convierte en estrés.

Las causas

Casi todos coinciden en que el estrés resulta de la interacción
del trabajador con las condiciones de trabajo. Sin embargo, las opiniones difieren
sobre cuál es la causa primera: si las características del trabajador
o las condiciones del trabajo . Según una corriente de opinión,
las características personales, como personalidad y manera de ser, son
muy importantes para pronosticar si ciertas condiciones de trabajo van a generar
estrés. O sea, el mismo trabajo que resulta estresante para una persona,
podría no serlo para otra.

Estrés y salud

En un estado de estrés el cerebro se pone en guardia. Esa reacción
tiene la función de preparar el cuerpo para la acción defensiva.
El sistema nervioso se despierta y las hormonas se liberan para avivar los sentidos,
acelerar el pulso, profundizar la respiración, y tensar los músculos.
Esta respuesta es importante porque nos ayuda a defendernos en situaciones de
peligro. La respuesta cerebral se programa biológicamente. Todo el mundo
reacciona más o menos de la misma manera-no importa si la situación
ocurre en la vida privada o en el trabajo.

Cuando los episodios de estrés son breves o esporádicos representan
poco riesgo. Pero cuando las situaciones estresantes se prolongan sin encontrar
solución, el cuerpo permanece en un estado constante de activación,
lo cual eleva la tasa de desgaste de los sistemas biológicos. El resultado
es fatiga o debilitamiento de la capacidad del cuerpo para defenderse.

En los últimos 20 años, se ha estudiado mucho la relación
entre estrés laboral y una serie de dolencias. Cambios de humor y alteraciones
del sueño, trastornos estomacales, dolor de cabeza. También modificaciones
en la conducta, como altercados con familiares y amigos. Todos son problemas
que pueden derivar de una situación de estrés persistente. Estas
señales tempranas de estrés laboral usualmente son fáciles
de reconocer. Pero los efectos en enfermedades crónicas son más
difíciles de detectar porque éstas necesitan mucho tiempo para
desarrollarse y pueden derivarse de otros factores. Sin embargo, cada vez hay
más estudios que sugieren que el estrés tiene un papel importante
en varios tipos de enfermedades crónicas-particularmente enfermedades
cardiovascular, desórdenes musculares y óseos y trastornos psicológicos.

Estrés, salud y productividad

Algunos empleadores sostienen que las condiciones estresantes en el trabajo
son un mal necesario-que las empresas deben aumentar la presión sobre
los trabajadores sin tener en cuenta posibles problemas de salud si quieren
mantenerse productivas y rentables en la economía de hoy. Pero los descubrimientos
de sucesivas investigaciones ponen en duda esta posición. Muchos estudios
muestran una relación directa entre condiciones laborales estresantes
y ausentismo, tardanza o alta tasa de deserción.

Estudios realizados recientemente en organizaciones denominadas sanas sugieren
que las políticas que favorecen la buena salud del trabajador también
contribuyen a aumentar las ganancias de la empresa. Desde esta perspectiva,
una organización sana es definida como aquella cuyo personal tiene bajo
nivel de enfermedades, accidentes y discapacidades y también aquella
que es competitiva en el mercado. Una investigación de NIOSH recomienda
a las organizaciones algunas conductas para fomentar el trabajo saludable, no
estresante y con altos niveles de productividad. Algunas de ellas son:

· Reconocer el buen rendimiento laboral.
· Brindar oportunidades para el desarrollo de la carrera laboral
· Valorar al trabajador individual
· Accionar gerencial coherente con valores organizacionales.

El estrés laboral se ha convertido en un problema costoso y común
en Estados Unidos. Algunos estudios lo definen como las nocivas reacciones físicas
y emocionales que ocurren cuando las exigencias del trabajo superan las capacidades,
recursos o necesidades del trabajador. Si se mantiene en el tiempo, puede llegar
a provocar enfermedades.

A veces, se lo confunde con desafío, pero esto último vigoriza
física y psicológicamente, genera ansias de aprender habilidades
nuevas. El desafío es un ingrediente casi indispensable del trabajo productivo.
Pero cuando se convierte en exigencia imposible de satisfacer, cuando el agotamiento
es tal que no permite gozar del tiempo libre, entonces es desafío se
convierte en estrés.

Las causas

Casi todos coinciden en que el estrés resulta de la interacción
del trabajador con las condiciones de trabajo. Sin embargo, las opiniones difieren
sobre cuál es la causa primera: si las características del trabajador
o las condiciones del trabajo . Según una corriente de opinión,
las características personales, como personalidad y manera de ser, son
muy importantes para pronosticar si ciertas condiciones de trabajo van a generar
estrés. O sea, el mismo trabajo que resulta estresante para una persona,
podría no serlo para otra.

Estrés y salud

En un estado de estrés el cerebro se pone en guardia. Esa reacción
tiene la función de preparar el cuerpo para la acción defensiva.
El sistema nervioso se despierta y las hormonas se liberan para avivar los sentidos,
acelerar el pulso, profundizar la respiración, y tensar los músculos.
Esta respuesta es importante porque nos ayuda a defendernos en situaciones de
peligro. La respuesta cerebral se programa biológicamente. Todo el mundo
reacciona más o menos de la misma manera-no importa si la situación
ocurre en la vida privada o en el trabajo.

Cuando los episodios de estrés son breves o esporádicos representan
poco riesgo. Pero cuando las situaciones estresantes se prolongan sin encontrar
solución, el cuerpo permanece en un estado constante de activación,
lo cual eleva la tasa de desgaste de los sistemas biológicos. El resultado
es fatiga o debilitamiento de la capacidad del cuerpo para defenderse.

En los últimos 20 años, se ha estudiado mucho la relación
entre estrés laboral y una serie de dolencias. Cambios de humor y alteraciones
del sueño, trastornos estomacales, dolor de cabeza. También modificaciones
en la conducta, como altercados con familiares y amigos. Todos son problemas
que pueden derivar de una situación de estrés persistente. Estas
señales tempranas de estrés laboral usualmente son fáciles
de reconocer. Pero los efectos en enfermedades crónicas son más
difíciles de detectar porque éstas necesitan mucho tiempo para
desarrollarse y pueden derivarse de otros factores. Sin embargo, cada vez hay
más estudios que sugieren que el estrés tiene un papel importante
en varios tipos de enfermedades crónicas-particularmente enfermedades
cardiovascular, desórdenes musculares y óseos y trastornos psicológicos.

Estrés, salud y productividad

Algunos empleadores sostienen que las condiciones estresantes en el trabajo
son un mal necesario-que las empresas deben aumentar la presión sobre
los trabajadores sin tener en cuenta posibles problemas de salud si quieren
mantenerse productivas y rentables en la economía de hoy. Pero los descubrimientos
de sucesivas investigaciones ponen en duda esta posición. Muchos estudios
muestran una relación directa entre condiciones laborales estresantes
y ausentismo, tardanza o alta tasa de deserción.

Estudios realizados recientemente en organizaciones denominadas sanas sugieren
que las políticas que favorecen la buena salud del trabajador también
contribuyen a aumentar las ganancias de la empresa. Desde esta perspectiva,
una organización sana es definida como aquella cuyo personal tiene bajo
nivel de enfermedades, accidentes y discapacidades y también aquella
que es competitiva en el mercado. Una investigación de NIOSH recomienda
a las organizaciones algunas conductas para fomentar el trabajo saludable, no
estresante y con altos niveles de productividad. Algunas de ellas son:

· Reconocer el buen rendimiento laboral.
· Brindar oportunidades para el desarrollo de la carrera laboral
· Valorar al trabajador individual
· Accionar gerencial coherente con valores organizacionales.

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