Envases menos voluminosos para reducir nivel de basura

Luego de décadas durante las cuales los productos eran envueltos en varias capas de envoltorios, hoy la carrera se ha invertido. Con el impacto ambiental en mente, los productores se esfuerzan por simplificar la presentación de sus productos.

14 mayo, 2007

La cadena norteamericana Wa-Mart ha comenzado a exigir a los productores que reduzcan sus envases al máximo. Así reducirán costos y también la montaña de basura que generan. Wal-Mart ha prometido convertirse en “packaging neutral” para 2025. Eso significa que, a través del reciclaje, la reutilización o tal vez incluso el compactado, tratará de recuperar tanto material como fue usado en los envases que circulan por toda su cadena. Para lograr ese objetivo, solicita la ayuda de los productores, a quienes les pide que usen menos material de envoltorio para los productos mismos y menos cartón para su traslado.

En el mes de febrero sacó un sistema para la evaluación del envasado con el cual los productores podrán autocalificarse según varios criterios. como por ejemplo tamaño del envase con relación al producto o utilización de material reciclado. Hasta ha deslizado que podría pagar más (un precio que no se trasladará al consumidor, asegura) por productos con buen packaging, siempre que pueda recuperar el dinero mediante ingresos por reciclado o menores costos de desecho.

En realidad, muchas compañías ya habían comenzado a reducir sus envases antes de que Wal Mart se sumara a la tendencia. No esperan que la gente vaya a comprar sus productos solamente por el envase, pero sí que los envases “más verdes” les den ventaja competitiva sobre productos similares.

Los grupos ambientales también participan en este proceso. Hace ya cuatro años, Environmental Defense, un grupo que tuvo mucha participación en el proceso que llevó a McDonald’s a abandonar las cajitas de espuma plástica en 1991, ideó una calculadora que permite a los diseñadores de envases comparar el peso, contenido reciclado y rasgos de desempeño de unos 20 materiales.

Los ambientalistas aplauden la participación de Wal-Mart pero quieren más. El gruipo “Environmental Defense”, por ejemplo, quieren que Wal-Mart ponga más énfases en los gases de invernadero emanados cuando se fabrica papel, plástico y otro material para envases, y también al metano emanado de los basurales si el envase final es tirado.

Muchos proveedores afirman que les complace el control que ejercerá Wal-Mart. Nestlé Waters North America dice que ahorró 10 millones de kilos de papel en los últimos cinco años sólo reduciendo el tamaño de las etiquetas en muchas de sus botellas.

Más recientemente adoptó las tapas transparentes, que son más fáciles de reciclar. Para el futuro inmediato proyecta sacar botellas de medio litro que contienen sólo 12,5 gramos de plástico.

Muchos de los cambios fáciles ya se han hecho o se están haciendo. Las latas ya son mucho más livianas de lo que eran hace diez años, y casi todas usan aluminio reciclado. Los desodorantes en muchos casos ya no vienen en cajitas. Las cajas de embalaje contienen altos porcentajes de fibra reciclada.

Pero una cantidad de programas municipales para juntar materiales reciclables podrían dificultar el avance. Otro problema es que la necesidad de envases durables y atractivos se choca con muchos planes de imponer los envases “verdes”. McDonald’s, por ejemplo, ha reducido notablemente la cantidad de papel virgen en las cajas en que entrega sus papas fritas y de plástico en las tapas de los vasos de café. Pero cuando intentó enviar a sus restaurantes juguetes, vasos y otros elementos no comestibles en paquetes biodegradables, descubrió que no aguantaban el calor de los camiones. Y también tuvo que usar más fibra virgen para lograr la blancura de las bolsitas en que entrega las hamburguesas.

La cadena norteamericana Wa-Mart ha comenzado a exigir a los productores que reduzcan sus envases al máximo. Así reducirán costos y también la montaña de basura que generan. Wal-Mart ha prometido convertirse en “packaging neutral” para 2025. Eso significa que, a través del reciclaje, la reutilización o tal vez incluso el compactado, tratará de recuperar tanto material como fue usado en los envases que circulan por toda su cadena. Para lograr ese objetivo, solicita la ayuda de los productores, a quienes les pide que usen menos material de envoltorio para los productos mismos y menos cartón para su traslado.

En el mes de febrero sacó un sistema para la evaluación del envasado con el cual los productores podrán autocalificarse según varios criterios. como por ejemplo tamaño del envase con relación al producto o utilización de material reciclado. Hasta ha deslizado que podría pagar más (un precio que no se trasladará al consumidor, asegura) por productos con buen packaging, siempre que pueda recuperar el dinero mediante ingresos por reciclado o menores costos de desecho.

En realidad, muchas compañías ya habían comenzado a reducir sus envases antes de que Wal Mart se sumara a la tendencia. No esperan que la gente vaya a comprar sus productos solamente por el envase, pero sí que los envases “más verdes” les den ventaja competitiva sobre productos similares.

Los grupos ambientales también participan en este proceso. Hace ya cuatro años, Environmental Defense, un grupo que tuvo mucha participación en el proceso que llevó a McDonald’s a abandonar las cajitas de espuma plástica en 1991, ideó una calculadora que permite a los diseñadores de envases comparar el peso, contenido reciclado y rasgos de desempeño de unos 20 materiales.

Los ambientalistas aplauden la participación de Wal-Mart pero quieren más. El gruipo “Environmental Defense”, por ejemplo, quieren que Wal-Mart ponga más énfases en los gases de invernadero emanados cuando se fabrica papel, plástico y otro material para envases, y también al metano emanado de los basurales si el envase final es tirado.

Muchos proveedores afirman que les complace el control que ejercerá Wal-Mart. Nestlé Waters North America dice que ahorró 10 millones de kilos de papel en los últimos cinco años sólo reduciendo el tamaño de las etiquetas en muchas de sus botellas.

Más recientemente adoptó las tapas transparentes, que son más fáciles de reciclar. Para el futuro inmediato proyecta sacar botellas de medio litro que contienen sólo 12,5 gramos de plástico.

Muchos de los cambios fáciles ya se han hecho o se están haciendo. Las latas ya son mucho más livianas de lo que eran hace diez años, y casi todas usan aluminio reciclado. Los desodorantes en muchos casos ya no vienen en cajitas. Las cajas de embalaje contienen altos porcentajes de fibra reciclada.

Pero una cantidad de programas municipales para juntar materiales reciclables podrían dificultar el avance. Otro problema es que la necesidad de envases durables y atractivos se choca con muchos planes de imponer los envases “verdes”. McDonald’s, por ejemplo, ha reducido notablemente la cantidad de papel virgen en las cajas en que entrega sus papas fritas y de plástico en las tapas de los vasos de café. Pero cuando intentó enviar a sus restaurantes juguetes, vasos y otros elementos no comestibles en paquetes biodegradables, descubrió que no aguantaban el calor de los camiones. Y también tuvo que usar más fibra virgen para lograr la blancura de las bolsitas en que entrega las hamburguesas.

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