En estos días, también sufre el mercado suntuario

En Estados Unidos, la combinación de los atentados con la desacelerción económica, se reflejó directamente en el consumo, incluido el de artículos de lujo, que mucho reflejan la afluencia de turistas.

22 octubre, 2002

El débil estado en que se encuentra la economía del mundo entero se refleja en las ventas minoristas en Estados Unidos. Un elemento importante es la disminución notable del turismo japonés, que ante el clima de inseguridad que se respira en el mundo y especialmente en Estados Unidos, opta por veranear dentro de su país. Ése es un público que compra, especialmente, artículos de lujo.

Los analistas del sector, sin embargo, muestran cierto optimismo ante la aproximación de las vacaciones navideñas. El sector de la producción, muy cauto, está funcionando a la mitad de su capacidad operativa.

El Europa la situación es parecida para el sector suntuario. El público vital para sus ventas proviene del turismo de Japón y de Estados Unidos.

Gucci, por lo pronto, anunció el mes pasado su prevención de menores ventas anuales. El sector relojes está demostrando una gran fragilidad y dependencia de los comerciantes minoristas. Y éstos, en climas inciertos, corren pocos riesgos en cuanto a cantidad de inventario. Un renglón que está demostrando gran resistencia es el de las joyas.

Hay, sin embargo, algunos indicios alentadores. Los mercados de Rusia y China, aunque todavía pequeños, están creciendo a medida que los consumidores comienzan a tomarle el gusto a los productos occidentales de calidad.

El débil estado en que se encuentra la economía del mundo entero se refleja en las ventas minoristas en Estados Unidos. Un elemento importante es la disminución notable del turismo japonés, que ante el clima de inseguridad que se respira en el mundo y especialmente en Estados Unidos, opta por veranear dentro de su país. Ése es un público que compra, especialmente, artículos de lujo.

Los analistas del sector, sin embargo, muestran cierto optimismo ante la aproximación de las vacaciones navideñas. El sector de la producción, muy cauto, está funcionando a la mitad de su capacidad operativa.

El Europa la situación es parecida para el sector suntuario. El público vital para sus ventas proviene del turismo de Japón y de Estados Unidos.

Gucci, por lo pronto, anunció el mes pasado su prevención de menores ventas anuales. El sector relojes está demostrando una gran fragilidad y dependencia de los comerciantes minoristas. Y éstos, en climas inciertos, corren pocos riesgos en cuanto a cantidad de inventario. Un renglón que está demostrando gran resistencia es el de las joyas.

Hay, sin embargo, algunos indicios alentadores. Los mercados de Rusia y China, aunque todavía pequeños, están creciendo a medida que los consumidores comienzan a tomarle el gusto a los productos occidentales de calidad.

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