Empresas y exclusión social

Martin Luther King III es hoy presidente de la Southern Christian Leadership Conference, una organización que en 1957 fundó su padre para combatir la segregación y el racismo mediante el activismo de las bases.

En una entrevista que concedió a Fastcompany en marzo de 2001, el hijo de aquel que murió peleando por los derechos humanos en Estados Unidos, dijo cosas que merecen ser oídas por la comunidad empresarial de cualquier país.

· Para eliminar los impedimentos hacia el realización del sueño debemos trabajar sin descanso hacia una solución. Y esa solución está en la educación.

· La violencia es el lenguaje de los que no son escuchados. La alta tasa de homicidios de este país sugiere que una enorme cantidad de gente todavía no se siente incluida en la sociedad. Si podemos crear la oportunidad para que más ciudadanos participen en esta notable economía, podríamos reducir el número de frustrados que recurren al crimen.

· La nueva economía concentró nuestra atención en cosas equivocadas. Debemos dejar de preguntarnos de qué manera nosotros, como individuos, podemos hacernos ricos y comenzar a preguntarnos de qué manera nosotros, como comunidad, podemos ayudar a todas las personas a ganarse un sustento decente.

· Cuarenta millones de estadounidenses se van a la cama con hambre todas las noches. Debemos trabajar para convertirnos en una nación más incluyente.

· La Internet tiene el potencial para ser un verdadero igualizador de razas, sexos y edades. El anonimato de la Web permite que el contenido tape las diferencias. Pero los pobres no acceden a la tecnología.

· Por un interés puramente egoísta todos deberíamos querer desarrollar las mentes de las generaciones que vienen después de nosotros, para que las empresas tengan una fuerza de trabajo viable en el futuro.

· Si aplicáramos a la educación la misma originalidad que aplicamos a las empresas, nuestra sociedad superaría los sueños más ambiciosos.

· Los líderes de empresa pueden hacer mucho dando su talento, su experiencia y su tiempo. Cualquiera puede dar dinero, pero el asesoramiento de alguien experimentado una vez a la semana, no tiene precio. Un líder de empresa puede ayudar a producir el próximo Bill Gates, Colin Powell o Benjamin Carson.

· Uno de los grandes desafíos es aprovechar el poder de nuestros inteligentísimos y superexitosos líderes de empresas para ayudar a los desposeídos.

· El Presidente Bush debería reunir a los más grandes dirigentes de empresas para que se dediquen exclusivamente a ver de qué manera puede el país aplicar los principios del éxito empresarial para proteger y atender a sus niños. Me gusta pensar en una coalición de empresarios jubilados dedicarse totalmente a un proyecto centrado en la enseñanza. Preparar modelos de negocios, diseñar proyectos piloto para infundir al sistema educativo nacional niveles sólidos y comprobados. La experiencia de esa gente es valiosísima. El país la necesita.

Martin Luther King III

Martin Luther King III es hoy presidente de la Southern Christian Leadership Conference, una organización que en 1957 fundó su padre para combatir la segregación y el racismo mediante el activismo de las bases.

En una entrevista que concedió a Fastcompany en marzo de 2001, el hijo de aquel que murió peleando por los derechos humanos en Estados Unidos, dijo cosas que merecen ser oídas por la comunidad empresarial de cualquier país.

· Para eliminar los impedimentos hacia el realización del sueño debemos trabajar sin descanso hacia una solución. Y esa solución está en la educación.

· La violencia es el lenguaje de los que no son escuchados. La alta tasa de homicidios de este país sugiere que una enorme cantidad de gente todavía no se siente incluida en la sociedad. Si podemos crear la oportunidad para que más ciudadanos participen en esta notable economía, podríamos reducir el número de frustrados que recurren al crimen.

· La nueva economía concentró nuestra atención en cosas equivocadas. Debemos dejar de preguntarnos de qué manera nosotros, como individuos, podemos hacernos ricos y comenzar a preguntarnos de qué manera nosotros, como comunidad, podemos ayudar a todas las personas a ganarse un sustento decente.

· Cuarenta millones de estadounidenses se van a la cama con hambre todas las noches. Debemos trabajar para convertirnos en una nación más incluyente.

· La Internet tiene el potencial para ser un verdadero igualizador de razas, sexos y edades. El anonimato de la Web permite que el contenido tape las diferencias. Pero los pobres no acceden a la tecnología.

· Por un interés puramente egoísta todos deberíamos querer desarrollar las mentes de las generaciones que vienen después de nosotros, para que las empresas tengan una fuerza de trabajo viable en el futuro.

· Si aplicáramos a la educación la misma originalidad que aplicamos a las empresas, nuestra sociedad superaría los sueños más ambiciosos.

· Los líderes de empresa pueden hacer mucho dando su talento, su experiencia y su tiempo. Cualquiera puede dar dinero, pero el asesoramiento de alguien experimentado una vez a la semana, no tiene precio. Un líder de empresa puede ayudar a producir el próximo Bill Gates, Colin Powell o Benjamin Carson.

· Uno de los grandes desafíos es aprovechar el poder de nuestros inteligentísimos y superexitosos líderes de empresas para ayudar a los desposeídos.

· El Presidente Bush debería reunir a los más grandes dirigentes de empresas para que se dediquen exclusivamente a ver de qué manera puede el país aplicar los principios del éxito empresarial para proteger y atender a sus niños. Me gusta pensar en una coalición de empresarios jubilados dedicarse totalmente a un proyecto centrado en la enseñanza. Preparar modelos de negocios, diseñar proyectos piloto para infundir al sistema educativo nacional niveles sólidos y comprobados. La experiencia de esa gente es valiosísima. El país la necesita.

Martin Luther King III