Empresas que apuestan a la salud

Con la mira puesta en sacar provecho del auge de la nutrición, las empresas buscan alborotar el avispero mediante relaciones públicas y publicidad.

27 octubre, 2000

En los años ‘80, el furor era el salvado de avena, hoy es la soja; y, en un par de semanas, los ingredientes más difundidos serán los ácidos grasos Omega 3.

Mientras los consumidores intentan comprender esta confusa competencia entre varios productos alimenticios que apuestan a la salud, las empresas tratan de resolver de qué manera pueden capitalizar el creciente interés de los baby boomers por la salud sin tener problemas con los reguladores federales.

Según informó el Nutrition Business Journal, hay un mercado de comidas y bebidas, valuado en US$ 8.670 millones, que apunta a beneficiar la salud.

Este mercado crecerá a medida que la población de más de 45 años con conciencia de salud incremente de 99 millones en el año 2000 a 144 millones en el 2030, o sea un aumento de 45%.

La cuestión está en encontrar la forma de atraer a esa población de manera efectiva por medio de mensajes basados en la nutrición, además de estimular las ventas de productos nuevos y existentes, para lo cual las empresas ofrecen una amplia gama de opciones.

Consideremos, por ejemplo, la soja: en octubre pasado, la Food & Drug Administration (FDA) aprobó el etiquetado en alimentos, que indicaba la relación entre las proteínas de soja y la disminución en el riesgo de enfermedades del corazón.

Desde entonces, Kellogg’s compró Worthington Foods, empresa que ofrece una variante de carne, e incorporó un nuevo cereal con proteínas de soja para su línea Smart Start.

Con el propósito de desarrollar productos de soja, General Mills formó una sociedad con Protein Technologies, fabricante de ingredientes a base de soya que cumple con los reclamos de la FDA.

Y Kraft Foods adquirió Boca Burger, empresa productora de hamburguesas de soja.

De todas las empresas que buscan posicionarse en este nuevo mercado de la soja, probablemente Gardenburger haya logrado los mayores avances en el marketing al consumidor.

Desde octubre pasado, sumó unos 35 millones de consumidores gracias a los esfuerzos realizados por importantes agencias de medios en pos de promocionar los beneficios de la soja.

Durante los 17 meses que tardó la FDA en aprobar el pedido respecto de los beneficios de la soja, se concentró en capitalizar el rumor de la aprobación y preparó un plan de relaciones públicas para ubicar la marca al frente de este nuevo mercado, siempre que la FDA aprobara el reclamo.

Con ventas de US$ 46 millones en 1999, Gardenburger lidera la categoría de variantes de carne.

Durante el periodo de aprobación, utilizó un empaquetado provisorio para promocionar las hamburguesas de soja como producto “sabroso y con proteínas de soja”, para así despertar el interés de quienes estaban al tanto de los atributos de la soja.

Además, diseñó un empaquetado que incluía el símbolo del corazón de la American Heart Association para indicar los beneficios de la soja en cuanto a la prevención de enfermedades del corazón.

Incluso después de que la FDA aprobara el reclamo, las campañas publicitarias de la empresa, a cargo de Rubin Postear & Associates, Chicago, se siguen concentrando en el sabor del producto: lo más importante, aún para los consumidores con conciencia de salud.

Paralelamente, la nutrición constituyó un verdadero generador de crecimiento para Tropicana Products, la cual concentró publicidad, relaciones públicas y educación profesional para la salud para promocionar el jugo de naranja Pure Premium, fortificado en calcio.

Desde que se reformuló el jugo Pure Premium en 1997 con Fruitcal (calcio de Procter & Gamble Co.), los productos fortificados en calcio treparon 173%, dato significativo que se mencionó en los resultados de ganancias de la empresa matriz, PepsiCo, según afirmó Carla McGill, científica en nutrición para Tropicana.

A pesar de estar autorizada por FDA para colocar etiquetas que relacionen el calcio con la prevención de la osteoporosis, prefiere hacer hincapié en los beneficios nutritivos del calcio, incluyendo la fortificación de los huesos.

El próximo paso a seguir para Tropicana será capitalizar una resolución pendiente de la National Academy of Sciences, otro grupo que ofrece información sobre nutrición como el creciente valor diario de la vitamina C y los antioxidantes que previenen el cáncer, por ejemplo, la vitamina E.

Tropicana piensa usar esta información para promover el nuevo jugo con doble vitamina C, formulado con 100% de proporción diaria de vitamina E.

Una vez dado a conocer el nuevo producto, probablemente en el corto plazo, incluirá panfletos promocionales en los periódicos y, además, agregará otros medios como la televisión y las publicaciones.

Por su parte, según CMR, a pesar de haber invertido US$ 16,4 millones en publicidad en los primeros 10 meses de 1999, McNeil no obtuvo un aumento en las ventas.

Por eso, lanzó una campaña televisiva a gran escala en noviembre último, en manos de Saatchi & Saatchi Healthcare, y gran parte de la campaña apuntaba a los médicos.

“Cuando los médicos recomiendan algo, los consumidores escuchan”, comentó un vocero de McNeil. “Cada año, los médicos sugieren a 32 millones de estadounidenses que bajen el colesterol, para eso, recomiendan Benecol”, concluyó.

En los años ‘80, el furor era el salvado de avena, hoy es la soja; y, en un par de semanas, los ingredientes más difundidos serán los ácidos grasos Omega 3.

Mientras los consumidores intentan comprender esta confusa competencia entre varios productos alimenticios que apuestan a la salud, las empresas tratan de resolver de qué manera pueden capitalizar el creciente interés de los baby boomers por la salud sin tener problemas con los reguladores federales.

Según informó el Nutrition Business Journal, hay un mercado de comidas y bebidas, valuado en US$ 8.670 millones, que apunta a beneficiar la salud.

Este mercado crecerá a medida que la población de más de 45 años con conciencia de salud incremente de 99 millones en el año 2000 a 144 millones en el 2030, o sea un aumento de 45%.

La cuestión está en encontrar la forma de atraer a esa población de manera efectiva por medio de mensajes basados en la nutrición, además de estimular las ventas de productos nuevos y existentes, para lo cual las empresas ofrecen una amplia gama de opciones.

Consideremos, por ejemplo, la soja: en octubre pasado, la Food & Drug Administration (FDA) aprobó el etiquetado en alimentos, que indicaba la relación entre las proteínas de soja y la disminución en el riesgo de enfermedades del corazón.

Desde entonces, Kellogg’s compró Worthington Foods, empresa que ofrece una variante de carne, e incorporó un nuevo cereal con proteínas de soja para su línea Smart Start.

Con el propósito de desarrollar productos de soja, General Mills formó una sociedad con Protein Technologies, fabricante de ingredientes a base de soya que cumple con los reclamos de la FDA.

Y Kraft Foods adquirió Boca Burger, empresa productora de hamburguesas de soja.

De todas las empresas que buscan posicionarse en este nuevo mercado de la soja, probablemente Gardenburger haya logrado los mayores avances en el marketing al consumidor.

Desde octubre pasado, sumó unos 35 millones de consumidores gracias a los esfuerzos realizados por importantes agencias de medios en pos de promocionar los beneficios de la soja.

Durante los 17 meses que tardó la FDA en aprobar el pedido respecto de los beneficios de la soja, se concentró en capitalizar el rumor de la aprobación y preparó un plan de relaciones públicas para ubicar la marca al frente de este nuevo mercado, siempre que la FDA aprobara el reclamo.

Con ventas de US$ 46 millones en 1999, Gardenburger lidera la categoría de variantes de carne.

Durante el periodo de aprobación, utilizó un empaquetado provisorio para promocionar las hamburguesas de soja como producto “sabroso y con proteínas de soja”, para así despertar el interés de quienes estaban al tanto de los atributos de la soja.

Además, diseñó un empaquetado que incluía el símbolo del corazón de la American Heart Association para indicar los beneficios de la soja en cuanto a la prevención de enfermedades del corazón.

Incluso después de que la FDA aprobara el reclamo, las campañas publicitarias de la empresa, a cargo de Rubin Postear & Associates, Chicago, se siguen concentrando en el sabor del producto: lo más importante, aún para los consumidores con conciencia de salud.

Paralelamente, la nutrición constituyó un verdadero generador de crecimiento para Tropicana Products, la cual concentró publicidad, relaciones públicas y educación profesional para la salud para promocionar el jugo de naranja Pure Premium, fortificado en calcio.

Desde que se reformuló el jugo Pure Premium en 1997 con Fruitcal (calcio de Procter & Gamble Co.), los productos fortificados en calcio treparon 173%, dato significativo que se mencionó en los resultados de ganancias de la empresa matriz, PepsiCo, según afirmó Carla McGill, científica en nutrición para Tropicana.

A pesar de estar autorizada por FDA para colocar etiquetas que relacionen el calcio con la prevención de la osteoporosis, prefiere hacer hincapié en los beneficios nutritivos del calcio, incluyendo la fortificación de los huesos.

El próximo paso a seguir para Tropicana será capitalizar una resolución pendiente de la National Academy of Sciences, otro grupo que ofrece información sobre nutrición como el creciente valor diario de la vitamina C y los antioxidantes que previenen el cáncer, por ejemplo, la vitamina E.

Tropicana piensa usar esta información para promover el nuevo jugo con doble vitamina C, formulado con 100% de proporción diaria de vitamina E.

Una vez dado a conocer el nuevo producto, probablemente en el corto plazo, incluirá panfletos promocionales en los periódicos y, además, agregará otros medios como la televisión y las publicaciones.

Por su parte, según CMR, a pesar de haber invertido US$ 16,4 millones en publicidad en los primeros 10 meses de 1999, McNeil no obtuvo un aumento en las ventas.

Por eso, lanzó una campaña televisiva a gran escala en noviembre último, en manos de Saatchi & Saatchi Healthcare, y gran parte de la campaña apuntaba a los médicos.

“Cuando los médicos recomiendan algo, los consumidores escuchan”, comentó un vocero de McNeil. “Cada año, los médicos sugieren a 32 millones de estadounidenses que bajen el colesterol, para eso, recomiendan Benecol”, concluyó.

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