Empresa responsable: más fácil decir que ser

La “empresa socialmente responsable” (ESR) es, sin duda, un concepto que se puso de moda a fines del siglo 20. Pero todavía hace falta que se recuerde, como hace un grupo de empresarios en Inglaterra, que la responsabilidad rinde beneficios.

6 octubre, 2003

Algunos creen que el tema de la responsabilidad se ha convertido en mera herramienta para ganar el favor del gobierno y de la sociedad. Otros opinan que las empresas se han dado cuenta de que la sustentabilidad es algo que conviene a todos.

Si se compara a las empresas de hoy con las de hace 20 años, se advierte un mayor grado de responsabilidad, opina Murray Hogarth de Ecos Corporation. Pero más allá de la comparación, hay todavía mucho por hacer en el área de la sustentabilidad.

Para Rebecca Collings, a cargo de ERS en Corporate Edge, Gran Bretaña, el concepto de responsabilidad social desapareció con la globalización. Hay empresas que no aplican en mismo código de conducta en todas partes del mundo. Tampoco los consumidores ejercen el control de la misma manera en todas partes, aunque por lo general se muestran todos mucho más exigentes sobre el respeto por el medio. No debería ser así. Responsabilidad social, respeto por el ambiente, ahorro de energía, todo constituye una estrategia lógica de negocios, dice Collings. Se puede ahorrar hasta 30% de los costos de energía nada más que apagando diariamente todas las luces y las computadoras. La preocupación ambiental y social casi siempre genera retornos sobre la inversión.

Andy Acho, director de estrategia y temas ambientales en Ford Motor Company cree que, en general, la preocupación por el ambiente aumentó porque, entre otras cosas, se perciben los beneficios. A modo de ejemplo cuenta que simplemente cambiando de madera a plástico el material de las cajas donde se guardan las piezas para los automóviles significó un ahorro de US$ 4 por motor, y se mejoró la calidad del producto al reducir el nivel de polvo en los talleres de pintura.

Algunos creen que el tema de la responsabilidad se ha convertido en mera herramienta para ganar el favor del gobierno y de la sociedad. Otros opinan que las empresas se han dado cuenta de que la sustentabilidad es algo que conviene a todos.

Si se compara a las empresas de hoy con las de hace 20 años, se advierte un mayor grado de responsabilidad, opina Murray Hogarth de Ecos Corporation. Pero más allá de la comparación, hay todavía mucho por hacer en el área de la sustentabilidad.

Para Rebecca Collings, a cargo de ERS en Corporate Edge, Gran Bretaña, el concepto de responsabilidad social desapareció con la globalización. Hay empresas que no aplican en mismo código de conducta en todas partes del mundo. Tampoco los consumidores ejercen el control de la misma manera en todas partes, aunque por lo general se muestran todos mucho más exigentes sobre el respeto por el medio. No debería ser así. Responsabilidad social, respeto por el ambiente, ahorro de energía, todo constituye una estrategia lógica de negocios, dice Collings. Se puede ahorrar hasta 30% de los costos de energía nada más que apagando diariamente todas las luces y las computadoras. La preocupación ambiental y social casi siempre genera retornos sobre la inversión.

Andy Acho, director de estrategia y temas ambientales en Ford Motor Company cree que, en general, la preocupación por el ambiente aumentó porque, entre otras cosas, se perciben los beneficios. A modo de ejemplo cuenta que simplemente cambiando de madera a plástico el material de las cajas donde se guardan las piezas para los automóviles significó un ahorro de US$ 4 por motor, y se mejoró la calidad del producto al reducir el nivel de polvo en los talleres de pintura.

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