El mejor consejo para estos tiempos: cuide su corazón
La información de este resumen proviene de la American Heart Association, una de las organizaciones que más eficazmente trabaja para ayudar a la gente a mejorar su salud. Hoy, la gente de empresa necesita escuchar su consejo.
Usted está a toda máquina. Pero su entusiasmo, su capacidad, su habilidad para llevar adelante las cosas y motivar a sus empleados sufren diariamente en embate de la deprimida situación de la economía nacional.
Las enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, infarto de miocardio) matan muchos miles de personas por año. Pero mientras antes se pensaba que las enfermedades cardiovasculares “simplemente ocurrían”, ahora se sabe que los hábitos de vida ayudan a determinar el grado de riesgo de desarrollar alguna de ellas.
Lo que hay que recordar sobre el corazón
La importancia del corazón en la salud es absoluta y fundamental. Sin corazón no hay vida. ¿Qué hace? Es un motor que está encargado de enviar alimentos (sangre y oxígeno) hacia todos los tejidos y órganos del cuerpo, a través de unos tubos que forman el Aparato Circulatorio. El Aparato Circulatorio es una red de tuberías por las que la sangre sale (por las arterias) y vuelve (por las venas) al corazón.
Por las arterias llega a todo el organismo la sangre con el alimento necesario: oxígeno, glucosa, vitaminas, etc. Por las venas vuelve al corazón la sangre con los residuos, que posteriormente se eliminarán por bilis (hígado) y orina (riñón).
Las paredes del corazón están formadas por un músculo llamado MIOCARDIO. Las ARTERIAS CORONARIAS son los tubos que llevan el alimento a las paredes del corazón (miocardio). La Enfermedad Coronaria aparece cuando las arterias coronarias están anormalmente estrechas y no dejan llegar al miocardio suficiente sangre (ISQUEMIA).
Si una arteria coronaria se estrecha o tapona el miocardio se debilita por la isquemia, y puede aparecer dolor en el tórax (ANGINA DE PECHO) u otros síntomas.
Cuando el daño del miocardio es máximo sus células pierden la vitalidad: se dice que ha sufrido un INFARTO DE MIOCARDIO. Aunque algunas de las complicaciones del infarto pueden ser mortales, la mayoría de los pacientes sobreviven durante muchos años realizando una vida normal, sobretodo si son disciplinados y no hacen excesos imprudentes.
La ARTERIOSCLEROSIS es la principal causa de Enfermedad Coronaria. Es un proceso de endurecimiento y obstrucción de las arterias que suele suceder al envejecer. En algunas personas es más grave y precoz, presentándose incluso en la juventud. La gran incidencia y mortalidad de esta enfermedad, en la población adulta de los países occidentales, ha conducido a que se la considere un verdadero jinete apocalíptico de nuestros tiempos.
Usted puede cambiar sus hábitos
Si usted está en situación de riesgo – y la mayoría de nosotros lo estamos en algún grado – tiene la posibilidad de reducirlos.
Su corazón necesita el tipo adecuado de combustible para realizar su importantísima tarea, que es la de bombear la sangre. Ese combustible proviene de los alimentos que usted ingiere. ¿Para qué hay que comer bien? Para que el corazón mantenga en buen funcionamiento los procesos básicos del cuerpo y le dé a usted la energía que necesita para trabajar y moverse.
El régimen de vida y alimentación es fundamental para evitar que progrese la Arteriosclerosis. Puede cambiar su dieta alimenticia, dejar de fumar, hacer más ejercicio físico y –en lo posible – evitar o limitar el estrés.
TABACO: El tabaco aporta al organismo varios tóxicos, que dañan los pulmones, estrechan las arterias coronarias y envenenan el oxígeno de la sangre. Es imprescindible dejar de fumar. Incluso perjudica el humo que generan las personas que fuman cerca.
DIETA: Las medidas dietéticas son especialmente importantes para tratar y prevenir algunos de los factores de riesgo arteriosclerótico más importantes: diabetes, colesterol elevado, obesidad e hipertensión. Si ya existe en usted alguno de estos factores, su dieta deberá ser más rigurosa y de acuerdo con el consejo médico específico. En todo caso las normas generales de dieta son las siguientes:
1.- Hacer alimentación regular, sin ayunos prolongados ni comidas copiosas. Es conveniente hacer cinco comidas discretas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
2.- ALIMENTOS RECOMENDABLES: Verduras y hortalizas en ensalada, cocidas o mareadas con poco aceite. Leche, queso y yogurt descremados. Margarina vegetal. Aceite de girasol, oliva, soja o maíz. Menos de cinco huevos en semana. Infusiones de tilo, manzanilla o poleo. Sacarina. Pescado fresco o congelado, aunque sea azul. Carne magra a la plancha o asada: pollo, pavo, vaca, ternera, e incluso a veces cordero y cerdo sin gordo.
La DIETA MEDITERRANEA, con verduras, aceite de oliva, pescado, fruta, pan y legumbres, es cardiosaludable.
3.- ALIMENTOS QUE CONVIENE EVITAR: Leche grasa, condensada, nata, mantequilla, queso graso fundido. Embutidos, conservas, fiambres salados. Vísceras: chinchulines, tripa gorda, riñones. Grasas, sobretodo animales. Dulces, miel, azúcar, helados, salsas, harinas refinadas y sus derivados.
4.- El ALCOHOL NO BENEFICIA EN NADA a la Enfermedad Coronaria, aunque en algunos casos puede autorizarse a tomar pequeñas cantidades de vino bueno.
5.- El CAFE puede tomarse moderadamente, sin abusar, si no se notan molestias directamente relacionadas con su ingesta: nerviosismo, palpitaciones, ardores.
EJERCICIO FISICO: Debe hacerse de acuerdo con las circunstancias individuales.
El estrés
Hace varios siglos que Shakespeare dijo : “No hay nada que sea bueno o malo: es nuestro pensamiento el que hace la distinción”.
Un poco de estrés es útil. Nos da energía para hacer frente a los desafíos diarios de la vida, predispone a la acción, y puede ayudarnos a adoptar una nueva perspectiva y determinación sobre las cosas.
Pero demasiado estrés es dañino para la salud, para el bienestar emocional y para las relaciones humanas. Genera desconfianza, rechazo, enojo, mal humor, irritabilidad y depresión que se traducen en diferentes síntomas físicos que van desde los más leves hasta los fatales. Los más leves son cansancio físico, contracturas musculares, manos frías, cefaleas, pérdida o aumento del apetito, trastornos del sueño (en más o en menos), mareos, dolor de estómago, etc. Si la situación estresante se mantiene en el tiempo, los síntomas se cronifican y así el organismo puede llegar a situaciones de gastritis, úlceras, enfermedades alérgicas, caída del cabello, hipertensión arterial, etc.
No todas las personas, sin embargo, reaccionan de la misma forma ante una misma situación: mientras una se sumerge en el agotamiento y la frustración que le provoca una situación que percibe como amenazante, otra es capaz de enfrentar la misma situación de una forma que no afecte su calidad de vida.
En síntesis, no es el acontecimiento lo que produce estrés, sino su reacción ante él.
Lo que “estresa”, dicen los especialistas, es lo que uno interpreta como “demasiado”. “Demasiado” significa más allá de las posibilidades que uno considera que posee para enfrentar la situación. “Mucho” no es “demasiado”, y esa diferencia es importante.
Cómo combatir el estrés
Cuando el estrés lo amenace, solicite ayuda. Generalmente la persona afectada es la última en saberlo y puede enfrentarse al estrés cuando ya haya causado daños al organismo.
Algunos aspectos importantes para combatir el estrés :
1. Compartir con alguien cualquier situación estresante. Si lo asaltan en la calle no se guarde este sentimiento de miedo, cuénteselo a un pariente o amigo.
2. Resuelva los problemas en el momento en que se le presenten, no permita que se le acumulen.
3. Mantenga una nutrición adecuada, pues el organismo debe estar preparado para el gasto adicional de energía que genera una situación de estrés.
4. Haga ejercicio físico, esto le permitirá deshacerse de sustancias tóxicas que se acumulan en el organismo y además, le fortalece el sistema circulatorio y el músculo del corazón.
5. Es importante organizar su vida, tener metas y administrar el tiempo adecuadamente.
Extractado de
Your Heart: An Owner’s Manual
American Heart Association
Prentice Hall
Usted está a toda máquina. Pero su entusiasmo, su capacidad, su habilidad para llevar adelante las cosas y motivar a sus empleados sufren diariamente en embate de la deprimida situación de la economía nacional.
Las enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, infarto de miocardio) matan muchos miles de personas por año. Pero mientras antes se pensaba que las enfermedades cardiovasculares “simplemente ocurrían”, ahora se sabe que los hábitos de vida ayudan a determinar el grado de riesgo de desarrollar alguna de ellas.
Lo que hay que recordar sobre el corazón
La importancia del corazón en la salud es absoluta y fundamental. Sin corazón no hay vida. ¿Qué hace? Es un motor que está encargado de enviar alimentos (sangre y oxígeno) hacia todos los tejidos y órganos del cuerpo, a través de unos tubos que forman el Aparato Circulatorio. El Aparato Circulatorio es una red de tuberías por las que la sangre sale (por las arterias) y vuelve (por las venas) al corazón.
Por las arterias llega a todo el organismo la sangre con el alimento necesario: oxígeno, glucosa, vitaminas, etc. Por las venas vuelve al corazón la sangre con los residuos, que posteriormente se eliminarán por bilis (hígado) y orina (riñón).
Las paredes del corazón están formadas por un músculo llamado MIOCARDIO. Las ARTERIAS CORONARIAS son los tubos que llevan el alimento a las paredes del corazón (miocardio). La Enfermedad Coronaria aparece cuando las arterias coronarias están anormalmente estrechas y no dejan llegar al miocardio suficiente sangre (ISQUEMIA).
Si una arteria coronaria se estrecha o tapona el miocardio se debilita por la isquemia, y puede aparecer dolor en el tórax (ANGINA DE PECHO) u otros síntomas.
Cuando el daño del miocardio es máximo sus células pierden la vitalidad: se dice que ha sufrido un INFARTO DE MIOCARDIO. Aunque algunas de las complicaciones del infarto pueden ser mortales, la mayoría de los pacientes sobreviven durante muchos años realizando una vida normal, sobretodo si son disciplinados y no hacen excesos imprudentes.
La ARTERIOSCLEROSIS es la principal causa de Enfermedad Coronaria. Es un proceso de endurecimiento y obstrucción de las arterias que suele suceder al envejecer. En algunas personas es más grave y precoz, presentándose incluso en la juventud. La gran incidencia y mortalidad de esta enfermedad, en la población adulta de los países occidentales, ha conducido a que se la considere un verdadero jinete apocalíptico de nuestros tiempos.
Usted puede cambiar sus hábitos
Si usted está en situación de riesgo – y la mayoría de nosotros lo estamos en algún grado – tiene la posibilidad de reducirlos.
Su corazón necesita el tipo adecuado de combustible para realizar su importantísima tarea, que es la de bombear la sangre. Ese combustible proviene de los alimentos que usted ingiere. ¿Para qué hay que comer bien? Para que el corazón mantenga en buen funcionamiento los procesos básicos del cuerpo y le dé a usted la energía que necesita para trabajar y moverse.
El régimen de vida y alimentación es fundamental para evitar que progrese la Arteriosclerosis. Puede cambiar su dieta alimenticia, dejar de fumar, hacer más ejercicio físico y –en lo posible – evitar o limitar el estrés.
TABACO: El tabaco aporta al organismo varios tóxicos, que dañan los pulmones, estrechan las arterias coronarias y envenenan el oxígeno de la sangre. Es imprescindible dejar de fumar. Incluso perjudica el humo que generan las personas que fuman cerca.
DIETA: Las medidas dietéticas son especialmente importantes para tratar y prevenir algunos de los factores de riesgo arteriosclerótico más importantes: diabetes, colesterol elevado, obesidad e hipertensión. Si ya existe en usted alguno de estos factores, su dieta deberá ser más rigurosa y de acuerdo con el consejo médico específico. En todo caso las normas generales de dieta son las siguientes:
1.- Hacer alimentación regular, sin ayunos prolongados ni comidas copiosas. Es conveniente hacer cinco comidas discretas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
2.- ALIMENTOS RECOMENDABLES: Verduras y hortalizas en ensalada, cocidas o mareadas con poco aceite. Leche, queso y yogurt descremados. Margarina vegetal. Aceite de girasol, oliva, soja o maíz. Menos de cinco huevos en semana. Infusiones de tilo, manzanilla o poleo. Sacarina. Pescado fresco o congelado, aunque sea azul. Carne magra a la plancha o asada: pollo, pavo, vaca, ternera, e incluso a veces cordero y cerdo sin gordo.
La DIETA MEDITERRANEA, con verduras, aceite de oliva, pescado, fruta, pan y legumbres, es cardiosaludable.
3.- ALIMENTOS QUE CONVIENE EVITAR: Leche grasa, condensada, nata, mantequilla, queso graso fundido. Embutidos, conservas, fiambres salados. Vísceras: chinchulines, tripa gorda, riñones. Grasas, sobretodo animales. Dulces, miel, azúcar, helados, salsas, harinas refinadas y sus derivados.
4.- El ALCOHOL NO BENEFICIA EN NADA a la Enfermedad Coronaria, aunque en algunos casos puede autorizarse a tomar pequeñas cantidades de vino bueno.
5.- El CAFE puede tomarse moderadamente, sin abusar, si no se notan molestias directamente relacionadas con su ingesta: nerviosismo, palpitaciones, ardores.
EJERCICIO FISICO: Debe hacerse de acuerdo con las circunstancias individuales.
El estrés
Hace varios siglos que Shakespeare dijo : “No hay nada que sea bueno o malo: es nuestro pensamiento el que hace la distinción”.
Un poco de estrés es útil. Nos da energía para hacer frente a los desafíos diarios de la vida, predispone a la acción, y puede ayudarnos a adoptar una nueva perspectiva y determinación sobre las cosas.
Pero demasiado estrés es dañino para la salud, para el bienestar emocional y para las relaciones humanas. Genera desconfianza, rechazo, enojo, mal humor, irritabilidad y depresión que se traducen en diferentes síntomas físicos que van desde los más leves hasta los fatales. Los más leves son cansancio físico, contracturas musculares, manos frías, cefaleas, pérdida o aumento del apetito, trastornos del sueño (en más o en menos), mareos, dolor de estómago, etc. Si la situación estresante se mantiene en el tiempo, los síntomas se cronifican y así el organismo puede llegar a situaciones de gastritis, úlceras, enfermedades alérgicas, caída del cabello, hipertensión arterial, etc.
No todas las personas, sin embargo, reaccionan de la misma forma ante una misma situación: mientras una se sumerge en el agotamiento y la frustración que le provoca una situación que percibe como amenazante, otra es capaz de enfrentar la misma situación de una forma que no afecte su calidad de vida.
En síntesis, no es el acontecimiento lo que produce estrés, sino su reacción ante él.
Lo que “estresa”, dicen los especialistas, es lo que uno interpreta como “demasiado”. “Demasiado” significa más allá de las posibilidades que uno considera que posee para enfrentar la situación. “Mucho” no es “demasiado”, y esa diferencia es importante.
Cómo combatir el estrés
Cuando el estrés lo amenace, solicite ayuda. Generalmente la persona afectada es la última en saberlo y puede enfrentarse al estrés cuando ya haya causado daños al organismo.
Algunos aspectos importantes para combatir el estrés :
1. Compartir con alguien cualquier situación estresante. Si lo asaltan en la calle no se guarde este sentimiento de miedo, cuénteselo a un pariente o amigo.
2. Resuelva los problemas en el momento en que se le presenten, no permita que se le acumulen.
3. Mantenga una nutrición adecuada, pues el organismo debe estar preparado para el gasto adicional de energía que genera una situación de estrés.
4. Haga ejercicio físico, esto le permitirá deshacerse de sustancias tóxicas que se acumulan en el organismo y además, le fortalece el sistema circulatorio y el músculo del corazón.
5. Es importante organizar su vida, tener metas y administrar el tiempo adecuadamente.
Extractado de
Your Heart: An Owner’s Manual
American Heart Association
Prentice Hall
