El liderazgo de Matsushita
El empresario más destacado del siglo XX

El liderazgo empresarial de Matsushita fue investigado por John P. Kotter,quien publicó sus resultados en “El Liderazgo de Matsushita: lecciones del empresario más destacado del siglo XX” (Ediciones Granica, 1998).

8 diciembre, 2001

En este libro, John P. Kotter demuestra cómo Matsushita llegó a ser un dirigente de hombres de negocios, fabulosamente exitoso, fundador de la empresa más grande de Japón: la Matsushita Electric Corporation, que factura $ 65 mil millones por año.

Fue uno de los modelos más inspirados de todos los tiempos, afirma Kotter. Konosuke Matsushita se enfrentó a un período de aprendizaje que, a la edad de nueve años, exigía dieciséis horas diarias de dedicación, a todos los problemas que surgen cuando uno comienza a hacer negocios sin tener dinero ni contactos, a la Gran Depresión, al horror de la Segunda Guerra Mundial en Japón y a otros adversarios.

Matsushita aconsejaba…

«Trata a aquellos con los que haces negocios como si fuesen parte de tu
familia. La prosperidad depende de cuánta comprensión uno recibe de las
personas con las que hace los negocios … El servicio después de la venta
es más importante que la ayuda antes de la venta. Es a través de este tipo
de servicios que uno tiene clientes permanentes … No le vendas a tus
clientes mercadería a la cual ellos se sienten atraídos, véndeles aquella
que les va a beneficiar … Cualquier desperdicio, hasta una hoja de
papel, aumentará el precio del producto por esa cantidad … Quedarse sin
stock se debe a la despreocupación. Si esto sucede, pide disculpas al
cliente, averigua su dirección y dile que le harás llegar la mercadería
inmediatamente».

Quien daba estos consejos, allá por los años ’30, era un empresario que
fundó y dirigió la que llegó a ser la empresa más grande del Japón:
Konosuke Matsushita. Su Matsushita Electric Corporation obtuvo
inversiones, según datos de 1994, por más de 49 mil millones de dólares.
Más que Honda, Wal-Mart, Sony, Hewlett-Packard, Ford, Intel, McDonald’s y
Microsoft.

“A medida que crecían él y su empresa, se ampliaba el horizonte de sus
ideas. Para los principios de los años treinta, sus consejos pragmáticos
se mezclaban cada vez más con amplias declaraciones filosóficas acerca del
propósito de una empresa de negocios, la naturaleza humana, y otras
cosas”. Kotter cita del propio Matsushita palabras que dirigió a sus
empleados en 1932:

«La misión del productor –decía Matsushita– es vencer a la pobreza, para
aliviar a la sociedad del conjunto de la desgracia de la pobreza y traerle
el bienestar. Los negocios y la producción no han de servir para
enriquecer únicamente a las tiendas y las fábricas de las empresas en
cuestión, sino también al resto de la sociedad».

“Jamás habló egocéntricamente acerca de maximizar los valores del
accionista como el objetivo propiamente dicho de una empresa –continúa
explicando Kotter–. Sí habló con frecuencia acerca de generar riqueza para
el beneficio de todo el mundo, no sólo de los propietarios, y aun esta
idea estaba atemperada por el énfasis en lo psicológico y lo espiritual”.

«Poseer bienes materiales de ninguna manera garantiza la felicidad. Sólo
la riqueza espiritual puede traer verdadera felicidad. Si esto es lo
correcto, ¿debe el negocio preocuparse sólo por el aspecto material de la
vida y dejar el cuidado del espíritu humano a la religión o a la ética? No
lo creo. Los hombres de negocios deben poder participar en la creación de
una sociedad espiritualmente rica y materialmente acaudalada» –decía
Matsushita.

El liderazgo de Matsushita
Lecciones del empresario más destacado del siglo XX
por John P. Kotter

Barcelona: Granica, 1998
www.granica.com
granica.editor@bcn.servicom.es
316 págs.

En este libro, John P. Kotter demuestra cómo Matsushita llegó a ser un dirigente de hombres de negocios, fabulosamente exitoso, fundador de la empresa más grande de Japón: la Matsushita Electric Corporation, que factura $ 65 mil millones por año.

Fue uno de los modelos más inspirados de todos los tiempos, afirma Kotter. Konosuke Matsushita se enfrentó a un período de aprendizaje que, a la edad de nueve años, exigía dieciséis horas diarias de dedicación, a todos los problemas que surgen cuando uno comienza a hacer negocios sin tener dinero ni contactos, a la Gran Depresión, al horror de la Segunda Guerra Mundial en Japón y a otros adversarios.

Matsushita aconsejaba…

«Trata a aquellos con los que haces negocios como si fuesen parte de tu
familia. La prosperidad depende de cuánta comprensión uno recibe de las
personas con las que hace los negocios … El servicio después de la venta
es más importante que la ayuda antes de la venta. Es a través de este tipo
de servicios que uno tiene clientes permanentes … No le vendas a tus
clientes mercadería a la cual ellos se sienten atraídos, véndeles aquella
que les va a beneficiar … Cualquier desperdicio, hasta una hoja de
papel, aumentará el precio del producto por esa cantidad … Quedarse sin
stock se debe a la despreocupación. Si esto sucede, pide disculpas al
cliente, averigua su dirección y dile que le harás llegar la mercadería
inmediatamente».

Quien daba estos consejos, allá por los años ’30, era un empresario que
fundó y dirigió la que llegó a ser la empresa más grande del Japón:
Konosuke Matsushita. Su Matsushita Electric Corporation obtuvo
inversiones, según datos de 1994, por más de 49 mil millones de dólares.
Más que Honda, Wal-Mart, Sony, Hewlett-Packard, Ford, Intel, McDonald’s y
Microsoft.

“A medida que crecían él y su empresa, se ampliaba el horizonte de sus
ideas. Para los principios de los años treinta, sus consejos pragmáticos
se mezclaban cada vez más con amplias declaraciones filosóficas acerca del
propósito de una empresa de negocios, la naturaleza humana, y otras
cosas”. Kotter cita del propio Matsushita palabras que dirigió a sus
empleados en 1932:

«La misión del productor –decía Matsushita– es vencer a la pobreza, para
aliviar a la sociedad del conjunto de la desgracia de la pobreza y traerle
el bienestar. Los negocios y la producción no han de servir para
enriquecer únicamente a las tiendas y las fábricas de las empresas en
cuestión, sino también al resto de la sociedad».

“Jamás habló egocéntricamente acerca de maximizar los valores del
accionista como el objetivo propiamente dicho de una empresa –continúa
explicando Kotter–. Sí habló con frecuencia acerca de generar riqueza para
el beneficio de todo el mundo, no sólo de los propietarios, y aun esta
idea estaba atemperada por el énfasis en lo psicológico y lo espiritual”.

«Poseer bienes materiales de ninguna manera garantiza la felicidad. Sólo
la riqueza espiritual puede traer verdadera felicidad. Si esto es lo
correcto, ¿debe el negocio preocuparse sólo por el aspecto material de la
vida y dejar el cuidado del espíritu humano a la religión o a la ética? No
lo creo. Los hombres de negocios deben poder participar en la creación de
una sociedad espiritualmente rica y materialmente acaudalada» –decía
Matsushita.

El liderazgo de Matsushita
Lecciones del empresario más destacado del siglo XX
por John P. Kotter

Barcelona: Granica, 1998
www.granica.com
granica.editor@bcn.servicom.es
316 págs.

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