El hotel boutique tras las reuniones de negocios

Los hoteles boutique son alternativas pequeñas, privadas, lujosas e impactantes que ya existen desde hace un tiempo. Ahora, también se están convirtiendo en lugar para reuniones “boutique” de negocios.

16 abril, 2007

En entornos así de exclusivos, los congregados se sienten apreciados y merecedores de algo más que una presentación en Power Point. El día puede comenzar con un desayuno a la carta, luego seguir con una reunión en un living con chimenea, o la opción de retirarse a pensar a orillas del mar, o a descansar en el hidromasaje y dormir en colchón de plumas.

El hotel pequeño, o posada, son ideales para un grupo de 50 a 60 personas, cuando el organizador quiere dejar un recuerdo distinto y memorable. En un hotel grande, ese tamaño de grupo podría perderse en un salón demasiado espacioso o estéril. Y además, un competidor podría enterarse de la reunión, espiar desde afuera o interceptar a un participante en un corredor.

Por todo eso, los hoteles boutique se están promocionando como el lugar ideal para reuniones chicas organizadas tanto por grandes compañías como por pequeñas y medianas. A veces el objetivo puede ser simplemente no ser vistos por competidores o por el público.

Como este tipo de lugares, por su limitado espacio no pueden acomodar a los cientos de personas invitadas a conferencias y otro tipo de reuniones de negocios, no presentan competencia directa a cadenas como Marriott y Ritz-Carlton, con grandes espacios y posibilidad de dar de comer a enormes grupos de personas en poco tiempo. Pero al revés sí hay competencia: las grandes cadenas se están promocionando también para reuniones chicas, y en algunos casos corren con la ventaja de su ubicación, por lo general mucho más a mano para las empresas.

En entornos así de exclusivos, los congregados se sienten apreciados y merecedores de algo más que una presentación en Power Point. El día puede comenzar con un desayuno a la carta, luego seguir con una reunión en un living con chimenea, o la opción de retirarse a pensar a orillas del mar, o a descansar en el hidromasaje y dormir en colchón de plumas.

El hotel pequeño, o posada, son ideales para un grupo de 50 a 60 personas, cuando el organizador quiere dejar un recuerdo distinto y memorable. En un hotel grande, ese tamaño de grupo podría perderse en un salón demasiado espacioso o estéril. Y además, un competidor podría enterarse de la reunión, espiar desde afuera o interceptar a un participante en un corredor.

Por todo eso, los hoteles boutique se están promocionando como el lugar ideal para reuniones chicas organizadas tanto por grandes compañías como por pequeñas y medianas. A veces el objetivo puede ser simplemente no ser vistos por competidores o por el público.

Como este tipo de lugares, por su limitado espacio no pueden acomodar a los cientos de personas invitadas a conferencias y otro tipo de reuniones de negocios, no presentan competencia directa a cadenas como Marriott y Ritz-Carlton, con grandes espacios y posibilidad de dar de comer a enormes grupos de personas en poco tiempo. Pero al revés sí hay competencia: las grandes cadenas se están promocionando también para reuniones chicas, y en algunos casos corren con la ventaja de su ubicación, por lo general mucho más a mano para las empresas.

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