El grupo de los tweens

Están entre la niñez y la adolescencia. Ya no son niños y todavía no son adolescentes, pero comercialmente son una porción de mercado importante y poderosa.

19 mayo, 2004

Técnicamente son los chicos con edades entre 9 y 12; en inglés han
encontrado una palabra más simpática para referirse a ese grupo:
tweens, apócope de between, la preposición inglesa que significa
entre.
Los tweens son financieramente poderosos; culturalmente son amantes de
las marcas, se definen por las compañías que buscan y los amigos
son su sistema de soporte.

Son muy independientes y van mucho más que antes a los comercios o centros
comerciales.

Son casi niños, pero ellos no se ven como tales; aspiran a ser adolescentes
y su conducta en la escuela, en la casa y en las tiendas oscila entre la inmadurez
del niño y la sofisticación del adolescente.

Los tweens tienen una actitud bien clara frente a las marcas; les gusta
la publicidad, pero son mucho más sabedores y mucho más escépticos
sobre los productos.

Las conversaciones en los pasillos de la escuela son una influencia muy fuerte
a favor o en contra de los productos anunciados.

En esos corros, nacen y mueren marcas; los chicos adoptan marcas como una manera
de expresar independencia, tal como el grupo define la independencia: la libertad
de ser y verse diferente, como cualquier otra persona.

A los tweens les gusta experimentar, les gusta probar cosas nuevas y adoptar
nuevas conductas, modas y tendencias; les encanta probar cosas que los conecte
con su vida personal y se relacionen con sus experiencias.

Pero son inestables y cambiantes: lo que hoy los enloquece puede estar muerto
mañana.

Están en permanente búsqueda de los nuevo, lo que esta de onda.

Y todo esto está ocurriendo en los últimos grados de la escuela
primaria; es evidente que este grupo es muy accesible, sus integrantes son activos
consumidores de todos los medios tradicionales para niños.

Sin embargo, no se les puede hablar desde arriba, tampoco hay que prometerles
la verdadera libertad de los adolescentes, como las llaves de auto, por ejemplo;
anhelan mucho la libertad, pero de eso tienen muy poco.

Los marketineros deben crear conexiones de marca con los tweens dándoles
aquello que quieren: diversión, amigos y realización de marca.

Los ganadores serán los que posicionen sus productos con claridad, explicando
que estos niños son invitados a la fiesta de la marca; deberán
encontrar socios estratégicos que también se conecten bien con
el estilo de vida de este grupo y compartir espacios de marca de una forma que
aumente mutuamente el poder de marca de los socios.

Técnicamente son los chicos con edades entre 9 y 12; en inglés han
encontrado una palabra más simpática para referirse a ese grupo:
tweens, apócope de between, la preposición inglesa que significa
entre.
Los tweens son financieramente poderosos; culturalmente son amantes de
las marcas, se definen por las compañías que buscan y los amigos
son su sistema de soporte.

Son muy independientes y van mucho más que antes a los comercios o centros
comerciales.

Son casi niños, pero ellos no se ven como tales; aspiran a ser adolescentes
y su conducta en la escuela, en la casa y en las tiendas oscila entre la inmadurez
del niño y la sofisticación del adolescente.

Los tweens tienen una actitud bien clara frente a las marcas; les gusta
la publicidad, pero son mucho más sabedores y mucho más escépticos
sobre los productos.

Las conversaciones en los pasillos de la escuela son una influencia muy fuerte
a favor o en contra de los productos anunciados.

En esos corros, nacen y mueren marcas; los chicos adoptan marcas como una manera
de expresar independencia, tal como el grupo define la independencia: la libertad
de ser y verse diferente, como cualquier otra persona.

A los tweens les gusta experimentar, les gusta probar cosas nuevas y adoptar
nuevas conductas, modas y tendencias; les encanta probar cosas que los conecte
con su vida personal y se relacionen con sus experiencias.

Pero son inestables y cambiantes: lo que hoy los enloquece puede estar muerto
mañana.

Están en permanente búsqueda de los nuevo, lo que esta de onda.

Y todo esto está ocurriendo en los últimos grados de la escuela
primaria; es evidente que este grupo es muy accesible, sus integrantes son activos
consumidores de todos los medios tradicionales para niños.

Sin embargo, no se les puede hablar desde arriba, tampoco hay que prometerles
la verdadera libertad de los adolescentes, como las llaves de auto, por ejemplo;
anhelan mucho la libertad, pero de eso tienen muy poco.

Los marketineros deben crear conexiones de marca con los tweens dándoles
aquello que quieren: diversión, amigos y realización de marca.

Los ganadores serán los que posicionen sus productos con claridad, explicando
que estos niños son invitados a la fiesta de la marca; deberán
encontrar socios estratégicos que también se conecten bien con
el estilo de vida de este grupo y compartir espacios de marca de una forma que
aumente mutuamente el poder de marca de los socios.

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