El CEO profesional
Barto Roig, especialista en política de empresa, sostiene que los profundos cambios registrados durante la última década "obligan al empresario clásico a replantearse su empresa completamente".
Para el autor del libro “La empresa ante las realidades de fin de siglo”,
las respuestas necesarias del reto de reinventar la empresa pasan necesariamente
por la “desbanquificación” y por la “desfamiliarización”.
“La profesionalización de la dirección -añade el profesor
Roig- ya no admite retrasos ni contemplaciones. Y en muchos casos hay que olvidarse
de sentimentalismos y pensar si es el momento de vender la empresa o de hacer
alguna alianza estratégica con el que ha sido un acérrimo competidor,
porque tal vez es éste el único camino para salvar lo que todavía
tiene valor”.
Auditar a los directivos
Sobre el estilo y el modo de dirigir la empresa, destaca la importancia de la
“excelencia en la dirección” y la necesidad de auditar las estructuras
directivas”. “Para conocer el estado de una empresa -señala-
es más necesaria la auditoría de las estructuras directivas que
la de las cifras. Y, sin embargo, sólo se valoran las empresas por las
cifras convencionales”.
“Una buena auditoría de la estructura organizativa informa sobre la
capacidad aptitud y actitud de los directivos y sobre el modelo que han establecido,
y dice mucho sobre lo que la empresa será capaz de hacer en el futuro”,
añade Barto Roig.
“Es necesario descubrir con detalle qué clase de presidente director
general tiene la empresa y de qué forma gobierna. Es un deber profesional
de los directivos descubrir el nivel de incompetencia”.
Para el autor del libro “La empresa ante las realidades de fin de siglo”,
las respuestas necesarias del reto de reinventar la empresa pasan necesariamente
por la “desbanquificación” y por la “desfamiliarización”.
“La profesionalización de la dirección -añade el profesor
Roig- ya no admite retrasos ni contemplaciones. Y en muchos casos hay que olvidarse
de sentimentalismos y pensar si es el momento de vender la empresa o de hacer
alguna alianza estratégica con el que ha sido un acérrimo competidor,
porque tal vez es éste el único camino para salvar lo que todavía
tiene valor”.
Auditar a los directivos
Sobre el estilo y el modo de dirigir la empresa, destaca la importancia de la
“excelencia en la dirección” y la necesidad de auditar las estructuras
directivas”. “Para conocer el estado de una empresa -señala-
es más necesaria la auditoría de las estructuras directivas que
la de las cifras. Y, sin embargo, sólo se valoran las empresas por las
cifras convencionales”.
“Una buena auditoría de la estructura organizativa informa sobre la
capacidad aptitud y actitud de los directivos y sobre el modelo que han establecido,
y dice mucho sobre lo que la empresa será capaz de hacer en el futuro”,
añade Barto Roig.
“Es necesario descubrir con detalle qué clase de presidente director
general tiene la empresa y de qué forma gobierna. Es un deber profesional
de los directivos descubrir el nivel de incompetencia”.
