EE.UU: el sector privado tiene deberes pendientes

En general, empresas y bancos de Estados Unidos tienen aún bastante camino que recorrer para satisfacer los requisitos de gobierno y gestión planteado por la New York Stock Exchange (NYSE) y otras bolsas. Así señala un nuevo estudio sobre el tema.

29 noviembre, 2002

Las reformas dictadas al calor de los escándalos contables han mejorado
rápidamente las cosas en cuanto a independencia de los directorios y ciertos
comisiones clave. Empezando por las de auditoría. No obstante, el Investor
Responsibility Research Center
(IRRC) ha detectado demasiadas organizaciones
que distan de cumplir con las nuevas pautas.

Por ejemplo, a fines de octubre sólo 51% de las empresas encuestadas tenían
comisiones dedicadas a gestión y gobierno. La muestra analizada abarca
las 1.500 mayores cotizantes en los paneles de la NYSE. Al mismo tiempo, 13% aún
no había satisfechos una exigencia clave: que más de la mitad de
los directores sean independientes. Si el parámetro fuese dos tercios,
como algunos expertos proponen, 52% de las firmas estarían en infracción.

El trabajo, de paso, plantea dudas en cuanto a cómo harán las empresas
para encontrar directores independientes. En especial, las que no figuran en el
tope de cada panel bursátil. Ocurre que los crecientes riesgos jurídicos
(demandas, pleitos) suelen alejar a posibles candidatos. Además, muchas
compañías y bancos tienen dificultades para persuadir a sus propios
directores de integrar comisiones de auditoría. A tal punto que algunas
entidades ofrecen ya bonificaciones o sobresueldos.

A criterio del IRRC hacen falta reformas más drásticas en esos aspectos
porque, históricamente, EE.UU. ha ido quedándose en lo atinente
a independencia de directores y supervisión contable. Muchas firmas se
limitan a nombrar "directores principales" o figuras similares, pero
pocas siguen la práctica europea de separar entre presidente y director
ejecutivo. En otras palabras, los investigadores estiman nociva la figura de presidente
ejecutivo o CEO (chief executive officer).

El estudio subraya que los "directores principales" no son requeridos
por las normas de la NYSE. Aparte, éstas todavía deben ser instrumentadas
por la Securities & Exchange Commission (SEC) -cuya acefalía
se prolonga peligrosamente- y, de todas maneras, no se aplicarán a cotizantes
no residentes en el país. Pese a la demora de la SEC, la NYSE ya exige
que los directores independientes se reunían separadamente de los ejecutivos
superiores.

Otra conclusión del IRRC es que "en la mayoría de las empresas
incluidas en el Standard & Poor´s 1.500, existe poca independencia
en la conducción de los directorios". Esta encuesta anual revela que
29% de las comisiones auditoras, 25% de las comisiones de remuneraciones y 48%
de las comisiones selectoras en cotizantes de la NYSE no son lo bastante independientes".

Las reformas dictadas al calor de los escándalos contables han mejorado
rápidamente las cosas en cuanto a independencia de los directorios y ciertos
comisiones clave. Empezando por las de auditoría. No obstante, el Investor
Responsibility Research Center
(IRRC) ha detectado demasiadas organizaciones
que distan de cumplir con las nuevas pautas.

Por ejemplo, a fines de octubre sólo 51% de las empresas encuestadas tenían
comisiones dedicadas a gestión y gobierno. La muestra analizada abarca
las 1.500 mayores cotizantes en los paneles de la NYSE. Al mismo tiempo, 13% aún
no había satisfechos una exigencia clave: que más de la mitad de
los directores sean independientes. Si el parámetro fuese dos tercios,
como algunos expertos proponen, 52% de las firmas estarían en infracción.

El trabajo, de paso, plantea dudas en cuanto a cómo harán las empresas
para encontrar directores independientes. En especial, las que no figuran en el
tope de cada panel bursátil. Ocurre que los crecientes riesgos jurídicos
(demandas, pleitos) suelen alejar a posibles candidatos. Además, muchas
compañías y bancos tienen dificultades para persuadir a sus propios
directores de integrar comisiones de auditoría. A tal punto que algunas
entidades ofrecen ya bonificaciones o sobresueldos.

A criterio del IRRC hacen falta reformas más drásticas en esos aspectos
porque, históricamente, EE.UU. ha ido quedándose en lo atinente
a independencia de directores y supervisión contable. Muchas firmas se
limitan a nombrar "directores principales" o figuras similares, pero
pocas siguen la práctica europea de separar entre presidente y director
ejecutivo. En otras palabras, los investigadores estiman nociva la figura de presidente
ejecutivo o CEO (chief executive officer).

El estudio subraya que los "directores principales" no son requeridos
por las normas de la NYSE. Aparte, éstas todavía deben ser instrumentadas
por la Securities & Exchange Commission (SEC) -cuya acefalía
se prolonga peligrosamente- y, de todas maneras, no se aplicarán a cotizantes
no residentes en el país. Pese a la demora de la SEC, la NYSE ya exige
que los directores independientes se reunían separadamente de los ejecutivos
superiores.

Otra conclusión del IRRC es que "en la mayoría de las empresas
incluidas en el Standard & Poor´s 1.500, existe poca independencia
en la conducción de los directorios". Esta encuesta anual revela que
29% de las comisiones auditoras, 25% de las comisiones de remuneraciones y 48%
de las comisiones selectoras en cotizantes de la NYSE no son lo bastante independientes".

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades