De Bono: repensar el pensamiento

El viernes 25 dictará un seminario en Buenos Aires. Aquí, una síntesis de uno de sus más recientes artículos sobre la necesidad de reorientar los mecanismos del pensamiento. Por Edward de Bono

22 agosto, 2000

El problema del pensamiento actual es el proceso mismo del pensamiento inteligente. Creemos que si tenemos un coeficiente intelectual alto, somos inteligentes y vamos a poder pensar bien.

Pero eso no es cierto: hay mucha gente que es muy inteligente y que sin embargo no sabe pensar bien. El pensamiento es la habilidad motora de la mente.

Es necesario enseñar el pensamiento en ambos extremos de la escala; de lo contrario, estaremos desperdiciando nuestra inteligencia.

Usamos un método de pensamiento que fue originariamente diseñado hace 2.400 años por tres griegos: Platón, Sócrates y Aristóteles, pero que es muy limitado.

Mi objetivo es enseñarle a la gente a utilizar el pensamiento, a desarrollar un software mejor para el pensamiento.

En el futuro de los negocios, hay tres cosas que van a convertirse en commodities, que estarán a disposición de todo el mundo: la competencia, la información y la tecnología.

La competencia. todas las organizaciones van a ser igualmente competentes.

La información. Desparecerá la idea de que uno pueda tener mayor información que otros, porque todos vamos a tener una enorme cantidad de información. Será fundamental la capacidad de obtener mayor valor de la información.

La tecnología. Hemos tenido tremendos progresos, pero el valor que extraemos de la tecnología todavía es muy limitado. Y la tecnología, por sí misma, sirve cada vez menos para crear valor. Lo que sí sirve es el diseño de concepto de valor. Esta va a ser el área clave, sin la cual la tecnología creciente no agregará valor a las empresas.

En el futuro, las dos cosas que van a importar serán el diseño y el suministro de valor, y en estas dos cosas residirá la clave de la diferenciación.

El pensamiento tradicional no está muy bien diseñado para estas funciones. Nuestro pensamiento tradicional, el que hemos utilizado en los últimos 2.400 años, se basa en el qué es. Alrededor de 90% de nuestro comportamiento y 100% de nuestra educación tiene que ver con este tipo de pensamiento: qué es esto.

Esto significa reconocer situaciones estándar y aplicar el remedio estándar. Este tipo de pensamiento nos ha venido muy bien hasta ahora, pero estamos operando muy por debajo del potencial que tienen nuestros recursos.

¿Cuál es el otro tipo de pensamiento? Se trata de qué puede ser. En otras palabras: diseño, creatividad, pensamiento constructivo. Diseñar algo que todavía no existe, en lugar de identificar lo que ya existe. No somos muy buenos en este tipo de pensamiento, porque todo nuestro esfuerzo se dirige a qué es esto.

El pensamiento tradicional nos ha satisfecho durante 2.400 años, sencillamente porque no hemos diseñado nada mejor.

¿Qué es mejor? Lo mejor es el pensamiento paralelo. Imaginemos que cuatro personas miran, cada una, un lado de un edificio. Cada una dirá que lo que ve es la imagen correcta de ese edificio. El pensamiento paralelo significa que en cualquier momento todos van alternando sus posiciones para ver qué se ve desde otro lado.

¿Qué consecuencias tiene esto? El primer beneficio es que se llega a resultados mucho más rápidamente. Realicé un experimento con funcionarios públicos de Singapur, quienes, utilizando este método, aumentaron su productividad en el pensamiento en 493%.

Otra ventaja del pensamiento paralelo es que elimina el ego en el pensamiento. El ego es un enorme problema: si uno se opone a una idea, no buscará el valor que la idea tiene. Y si la está favoreciendo, tal vez no sea suficientemente cauteloso.

Más información en MERCADO de agosto de 2000.

El problema del pensamiento actual es el proceso mismo del pensamiento inteligente. Creemos que si tenemos un coeficiente intelectual alto, somos inteligentes y vamos a poder pensar bien.

Pero eso no es cierto: hay mucha gente que es muy inteligente y que sin embargo no sabe pensar bien. El pensamiento es la habilidad motora de la mente.

Es necesario enseñar el pensamiento en ambos extremos de la escala; de lo contrario, estaremos desperdiciando nuestra inteligencia.

Usamos un método de pensamiento que fue originariamente diseñado hace 2.400 años por tres griegos: Platón, Sócrates y Aristóteles, pero que es muy limitado.

Mi objetivo es enseñarle a la gente a utilizar el pensamiento, a desarrollar un software mejor para el pensamiento.

En el futuro de los negocios, hay tres cosas que van a convertirse en commodities, que estarán a disposición de todo el mundo: la competencia, la información y la tecnología.

La competencia. todas las organizaciones van a ser igualmente competentes.

La información. Desparecerá la idea de que uno pueda tener mayor información que otros, porque todos vamos a tener una enorme cantidad de información. Será fundamental la capacidad de obtener mayor valor de la información.

La tecnología. Hemos tenido tremendos progresos, pero el valor que extraemos de la tecnología todavía es muy limitado. Y la tecnología, por sí misma, sirve cada vez menos para crear valor. Lo que sí sirve es el diseño de concepto de valor. Esta va a ser el área clave, sin la cual la tecnología creciente no agregará valor a las empresas.

En el futuro, las dos cosas que van a importar serán el diseño y el suministro de valor, y en estas dos cosas residirá la clave de la diferenciación.

El pensamiento tradicional no está muy bien diseñado para estas funciones. Nuestro pensamiento tradicional, el que hemos utilizado en los últimos 2.400 años, se basa en el qué es. Alrededor de 90% de nuestro comportamiento y 100% de nuestra educación tiene que ver con este tipo de pensamiento: qué es esto.

Esto significa reconocer situaciones estándar y aplicar el remedio estándar. Este tipo de pensamiento nos ha venido muy bien hasta ahora, pero estamos operando muy por debajo del potencial que tienen nuestros recursos.

¿Cuál es el otro tipo de pensamiento? Se trata de qué puede ser. En otras palabras: diseño, creatividad, pensamiento constructivo. Diseñar algo que todavía no existe, en lugar de identificar lo que ya existe. No somos muy buenos en este tipo de pensamiento, porque todo nuestro esfuerzo se dirige a qué es esto.

El pensamiento tradicional nos ha satisfecho durante 2.400 años, sencillamente porque no hemos diseñado nada mejor.

¿Qué es mejor? Lo mejor es el pensamiento paralelo. Imaginemos que cuatro personas miran, cada una, un lado de un edificio. Cada una dirá que lo que ve es la imagen correcta de ese edificio. El pensamiento paralelo significa que en cualquier momento todos van alternando sus posiciones para ver qué se ve desde otro lado.

¿Qué consecuencias tiene esto? El primer beneficio es que se llega a resultados mucho más rápidamente. Realicé un experimento con funcionarios públicos de Singapur, quienes, utilizando este método, aumentaron su productividad en el pensamiento en 493%.

Otra ventaja del pensamiento paralelo es que elimina el ego en el pensamiento. El ego es un enorme problema: si uno se opone a una idea, no buscará el valor que la idea tiene. Y si la está favoreciendo, tal vez no sea suficientemente cauteloso.

Más información en MERCADO de agosto de 2000.

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