Convertir lo artesanal en industrial

Los productos artesanales se pueden convertir en industriales sólo si se aplican las más modernas técnicas de gestión. Es posible transformar el taller del abuelo en una empresa sólida y competitiva porque hoy la sociedad valora lo artesanal.

22 enero, 2002

Los productos artesanales ofrecen singularidad frente a la estandarización del consumo. Pero para competir es necesario aplicar técnicas de gestión modernas.

El viejo oficio del abuelo puede convertirse hoy en un negocio con perspectivas de futuro. La sociedad actual revalorizó el término artesano cuando volvió la vista atrás con nostalgia de la producción de antaño.

Según el último censo de Madrid, realizado en 1997, los oficios artesanales han experimentado un crecimiento de un 575. Y son los talleres de muebles de madera, vidrio, joyería y platería los más favorecidos, frente a los gremios de cerámica, piel y cuero. En definitiva, competir es posible. Eso sí, para conseguirlo, el artesano necesita emplear algunas de las mismas armas que utilizan las grandes organizaciones en materia de gestión y marketing. Igualmente, debe centrar su atención en un capítulo pocas veces contemplado: el seguimiento y satisfacción del cliente.

Actualizar estrategias

Para recuperar una actividad artesanal no basta con que el artesano haga de su hobby un oficio basado en una economía de subsistencia. Hoy se puede contar con los medios técnicos, económicos y formativos suficientes para renovar una labor artesanal y penetrar en un mercado ávido por localizar artículos y de calidad con el producto elaborado artesanalmente. La renovación debe sostenerse sobre fundamentos como la rapidez de entrega, imagen de los establecimientos y productos, imagen de marca o cambios en la distribución.

Un aspecto determinante en la modernización del clásico negocio artesanal se refiere a la comercialización de los productos. Tradicionalmente se vendían en mercados callejeros, feria locales y tiendas especializadas. No obstante, existen nuevas vías de comercialización que te ayudarán a ser más competitivo:

· Comercializadoras. Centros integradores de diversos oficios, las comercializadoras de artesanía son talleres que te ayudarán a sondear nuevos mercados y dar salida a tu obra.

· Ferias profesionales. Abandona el corsé del mercado local para pegar el salto a las ferias de artesanía que se celebran en España y en el extranjero.

· Empresas clientes. Aspira a ampliar tu clientela, pymes o grandes empresas. Puedes ofrecerles la producción de piezas limitadas y exclusivas como regalos promocionales para sus certámenes, reuniones y encuentros.

Otras variables

Aparte de la búsqueda de nuevos canales de venta, la modernización precisa:

· Calidad y servicio. La calidad es tu principal valor estratégico, seguido del servicio y la atención al cliente.

· Imagen. Conviene que el establecimiento posea un aire acorde con el producto: evocador, si su carácter es popular o secular, o actual, para transmitir una imagen vanguardista. Prepara unas tarjetas de diseño y un envoltorio en sintonía con tu creación.

· Formación profesional. Es un requisito que no debes descuidar. En el caso de las empresas familiares, “son responsables de formar a los miembros de la familia para garantizar la Continuidad del negocio tras la jubilación del fundador”, señala Miguel Angel Gall, catedrático del IESE. Muchas labores artesanales se han retomado como negocios gracias a los cursos del Inem (Instituto Nacional de empleo). Por otro lado, algunos artesanos ejercen funciones de escuela de oficios, los, formando a otros aspirantes. Además de mantener la tradición, esta fórmula les permite obtener un segundo recurso económico.

Un mercado exigente

El artesano precisa una sólida formación y una alta profesionlaización. Pero, además, el clásico taller artesanal se debe dotar en la actualidad de una estructura empresarial capaz de afrontar el reto de un mercado exigente, dominado por las grandes compañías y multinacionales.

Tradición + modernidad = éxito.
La clave del negocio artesanal está en saber combinar convenientemente lo clásico con lo moderno, y para ello hay que seguir las siguientes pautas:

Convivencia. Se deben crear novedades artesanales capaces de convivir sin estridencias con las corrientes y creaciones más modernas y vanguardistas. Exclusividad y creatividad son términos ligados a los viejos oficios.

Originalidad. La actividad artesanal debe sintonizar con los gustos de un consumidor lanzado a la búsqueda de artículos y servicios diferenciados, frente a las pautas de consumo diseñadas por las grandes cadenas de distribución.

Calidad. La saturación en el mercado de productos efímeros, concebidos para un periodo de vida útil limitado, ha potenciado sobremanera el interés por los artículos artesanales, que ofrecen mayor calidad frente a la funcionalidad.

El valor de lo tradicional. Los antiguos oficios no tendrían sentido si no estuviera implícita una raíz cultural en sus obras y servicios.

Los productos artesanales ofrecen singularidad frente a la estandarización del consumo. Pero para competir es necesario aplicar técnicas de gestión modernas.

El viejo oficio del abuelo puede convertirse hoy en un negocio con perspectivas de futuro. La sociedad actual revalorizó el término artesano cuando volvió la vista atrás con nostalgia de la producción de antaño.

Según el último censo de Madrid, realizado en 1997, los oficios artesanales han experimentado un crecimiento de un 575. Y son los talleres de muebles de madera, vidrio, joyería y platería los más favorecidos, frente a los gremios de cerámica, piel y cuero. En definitiva, competir es posible. Eso sí, para conseguirlo, el artesano necesita emplear algunas de las mismas armas que utilizan las grandes organizaciones en materia de gestión y marketing. Igualmente, debe centrar su atención en un capítulo pocas veces contemplado: el seguimiento y satisfacción del cliente.

Actualizar estrategias

Para recuperar una actividad artesanal no basta con que el artesano haga de su hobby un oficio basado en una economía de subsistencia. Hoy se puede contar con los medios técnicos, económicos y formativos suficientes para renovar una labor artesanal y penetrar en un mercado ávido por localizar artículos y de calidad con el producto elaborado artesanalmente. La renovación debe sostenerse sobre fundamentos como la rapidez de entrega, imagen de los establecimientos y productos, imagen de marca o cambios en la distribución.

Un aspecto determinante en la modernización del clásico negocio artesanal se refiere a la comercialización de los productos. Tradicionalmente se vendían en mercados callejeros, feria locales y tiendas especializadas. No obstante, existen nuevas vías de comercialización que te ayudarán a ser más competitivo:

· Comercializadoras. Centros integradores de diversos oficios, las comercializadoras de artesanía son talleres que te ayudarán a sondear nuevos mercados y dar salida a tu obra.

· Ferias profesionales. Abandona el corsé del mercado local para pegar el salto a las ferias de artesanía que se celebran en España y en el extranjero.

· Empresas clientes. Aspira a ampliar tu clientela, pymes o grandes empresas. Puedes ofrecerles la producción de piezas limitadas y exclusivas como regalos promocionales para sus certámenes, reuniones y encuentros.

Otras variables

Aparte de la búsqueda de nuevos canales de venta, la modernización precisa:

· Calidad y servicio. La calidad es tu principal valor estratégico, seguido del servicio y la atención al cliente.

· Imagen. Conviene que el establecimiento posea un aire acorde con el producto: evocador, si su carácter es popular o secular, o actual, para transmitir una imagen vanguardista. Prepara unas tarjetas de diseño y un envoltorio en sintonía con tu creación.

· Formación profesional. Es un requisito que no debes descuidar. En el caso de las empresas familiares, “son responsables de formar a los miembros de la familia para garantizar la Continuidad del negocio tras la jubilación del fundador”, señala Miguel Angel Gall, catedrático del IESE. Muchas labores artesanales se han retomado como negocios gracias a los cursos del Inem (Instituto Nacional de empleo). Por otro lado, algunos artesanos ejercen funciones de escuela de oficios, los, formando a otros aspirantes. Además de mantener la tradición, esta fórmula les permite obtener un segundo recurso económico.

Un mercado exigente

El artesano precisa una sólida formación y una alta profesionlaización. Pero, además, el clásico taller artesanal se debe dotar en la actualidad de una estructura empresarial capaz de afrontar el reto de un mercado exigente, dominado por las grandes compañías y multinacionales.

Tradición + modernidad = éxito.
La clave del negocio artesanal está en saber combinar convenientemente lo clásico con lo moderno, y para ello hay que seguir las siguientes pautas:

Convivencia. Se deben crear novedades artesanales capaces de convivir sin estridencias con las corrientes y creaciones más modernas y vanguardistas. Exclusividad y creatividad son términos ligados a los viejos oficios.

Originalidad. La actividad artesanal debe sintonizar con los gustos de un consumidor lanzado a la búsqueda de artículos y servicios diferenciados, frente a las pautas de consumo diseñadas por las grandes cadenas de distribución.

Calidad. La saturación en el mercado de productos efímeros, concebidos para un periodo de vida útil limitado, ha potenciado sobremanera el interés por los artículos artesanales, que ofrecen mayor calidad frente a la funcionalidad.

El valor de lo tradicional. Los antiguos oficios no tendrían sentido si no estuviera implícita una raíz cultural en sus obras y servicios.

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